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Francisco Velasco. Abogado e historiador

A LA COLA LOCA

 

 La multinacional americana está haciendo política. Con toda claridad. Lo mismo resulta que el politizador de la famosa bebida es el presidente de la filial española de la marca y el jefe estadounidense no se ha enterado de la misa. Lo cual, por otra parte, me extraña.

 

Me choca que la empresa contrate para un anuncio en España a un actor de características políticas muy definidas. Su simpatía por los presos de ETA es indudable y está acreditada. En un país masacrado por los asesinatos de esta banda terroristas, donde la sensibilidad por las víctimas está a flor de piel, el presidente de la distribuidora y comercial parece navegar por otros mares.

 

La loca de la cola parece que rectificó sobre la marcha primera para desdecirse en la marcha atrás. O sea, hacerla pero no enmendarla. El señor De Quintos utiliza ejemplos del esperpento más casposo para sacudirse las pulgas. Que no pregunta la ideología del actor de sus anuncios televisivos, se disculpa. Pues nada, a la próxima, que la actriz que represente los intereses publicitarios de la refrescadora mundial, haya destacado por sus manifestaciones nazis, su violencia antisemita o por su ataque frontal a los asuntos religiosos de cualesquiera ciudadanos. Total, como el casting lo realiza otro.

 

A todo esto, que Erkoreka salió a la palestra. No teníamos bastante con Eguiguren ni con el alcalde peneuvista de Sestao, que se nos aparece ahora la figura ponderada de don Josu. El vasco del PNV se escuda en la libertad de expresión y en la libertad ideológica para defender al actor, y se queda tan ancho. La ley del embudo suele ser la báscula que mide el peso de las estupideces y de las incoherencias.  En este sentido, parece que la máquina se ha roto por efecto de la descomunal  pesadez del objeto.

 

Y para terminar de rematar la faena, el político quiere que, de la noche a la mañana, mientras las armas siguen ocultas y el miedo se acurruca en el rincón de la paz ficticia, que pasemos página, que los muertos ya no protestan, que sus descendientes son muy latosos y la memoria histórica vale exclusivamente para la guerra civil de los de la izquierda no olvidadiza.

 

Qué mundo estamos viviendo. Colaótico. O cocaótico.

 

Un saludo.

EL SACO DE HACIENDA

Montoro no imprime carácter a la administración tributaria. Sencillamente se mimetiza en su prepotencia. La agencia tributaria sabe más que dios y compite con sus demonios a la hora de decidir quién es reo de delito. Un caso clínico que debe tratarse cuanto antes. Una paranoia a la que solo se enfrentan quienes tienen mucho que perder o los que están convencidos de que poco les pueden arrebatar a estas alturas de su pobreza.

 

Si la agencia tributaria te hace una paralela o te abre un expediente sancionador, ya tienen registrado el contenido genérico de su acusación: ha introducido datos falsos o ha aportados documentos erróneos. Corta y pega. Para qué más explicaciones si los curritos se encuentran inermes a los pies de los brujos de los impuestos. Y se queda tan ancha. Pero bueno. Al menos, por decencia, digan qué datos falsos se han introducido o qué documentos se han pifiado. Dejen las generalidades para los políticos mentirosos y bajen a la arena de cada contribuyente antes de revolverle el estómago con sus certificaciones a través del servicio de correos.

 

En el caso de Urdangarín, que me la repanfinfla en sentido personal, tanto de lo mismo. La tributaria, o mejor, la tribrutaria, de bruta, te suelta un mandoble al cuello y te raja la yugular mientras a otros le coloca una bufanda en la garganta para que no padezca las inclemencias del clima. Los técnicos tribrutarios, de brutos, ratifican que el esposo de la Infanta Cristina fue el principal actor en la trama del fraude y que actuó con voluntad de engaño en la descripción de los servicios facturados y en la utilización de una sociedad interpuesta. Como si el engaño fuera un argumento objetivo y no el resultado de una interpretación muy subjetiva. Entonces, siguiendo esa línea de pensamiento deductivo/inductivo, la hija segunda de los reyes de España nunca tuvo, según la tribu de los brutos de hacienda, intención de mentir ni de defraudar. Pero por qué uno sí y la otra, no.

 

Esta doble versión de unos hechos idénticos no se la creen ni los brutos ni los “fisnos”. Servidor tiende a ser muy escéptico con las fundamentaciones de palacio. Aquí se absuelve antes a un general que a un cabo y en este país, los conductores de las cuadrigas del poder saben cómo atraerse el favor del señor al que sirven. A los técnicos de la tribu bruta les puede dar un revolcón el juez de turno que, al cabo, deba juzgar el delito. Y si sentencia que de delito, tururú, por muchas irregularidades que se acrediten, los de hacienda van a encontrarse, una vez más, con el rabo entre las patas y con el pueblo ciscándose en la memoria de algunos de sus antepasados, convencido de que el rastrillo se aplica con fuerzas desproporcionadas y hacia sujetos bien definidos. Entre don Iñaki y doña Cristina, no hay más que el color azul de la sangre de estirpe. Pero cómo quema ese color a los patanes que se desviven no ante la monarquía en particular, sino ante los poderosos en general.

 

Hacienda no nos mete a todos en el saco. A unos cuantos privilegiados los exonera porque la fuerza de la tribrutalidad se rinde ante la potencia del verdadero gobierno de los hombres. Y sin tan certeros son en sus apreciaciones, cómo se explica que hasta ahora no se hayan apercibido de los delitos. A dónde miraron antes, y después, de los mismos. Y si dicen que no se enteraron, qué clase de agencia es la que nos esquilma los bolsillos.

 

Cuidado con los sacos y con los hombres de los sacos. De niño, causaban miedo. De mayores, pánico. No obstante, que tengan cuidado con el saquito. No sea que algunos de ellos se vean en problemas de injurias y de calumnias. Tanto saco y tan poca hacienda.

 

Un saludo.

LECCIÓN DE ANATOMÍA

 

 Entre las obras maestras de la pintura universal, “Lección de Anatomía” ocupa un lugar destacado. Rembrandt no sólo fue un maestro del barroco sino un genio a la altura de Velázquez y de Caravaggio. A la evidente influencia tenebrista del italiano, el holandés agregó la grandeza de su estilo propio y la minuciosidad y detallismo realista de la escuela de los Países Bajos. Sin embargo, este articulista siempre agradeció su deslumbrante sentido de interpretación de la luz, clara, nítida, precisa, veraz,  inconfundible, por encima de la morbosidad de algunos temas.

 

En su singular recreación de la luz, frente a la viveza cromática de algunas de sus obras, en la que da título a este escrito, la luz es blanquecina. Se trata de llevar al rostro de los presentes la sensación de curiosidad, de atención, de cierta repulsión, de reflexividad, de calma, de serenidad. Es la luz que corresponde a la disección de un cadáver, por otra parte tantas veces manipulado.

 

Manipulación. El escándalo levantado por el hacinamiento de cuerpos de muertos en algunas salas de la Universidad Complutense de Madrid se aparta de la estela única del arte y se adentra en la fosa común de los que convierten a los seres humanos en despojos inservibles e inútiles que se arrojan en cualquier parte como basura inmunda que son. Escándalo. Lección infame. La poderosa universidad del siglo XXI se aleja de las carencias morales y religiosas del Diecisiete. Entonces, la medicina avanzaba a ritmo de cirujanos sacamuelas  que llevaban a cabo medidas desesperadas en tiempos de desesperación. Las enseñanzas de Vesalio en el siglo anterior les venían grandes. Sobre todo, porque el robo de cadáveres hacía de los científicos, ladrones.

 

Las fotografías de la Complutense son reveladoras de qué mundo estamos construyendo. El sótano de los horrores es la expresión indigna de un mundo que relativiza la vida ajena y concede carácter absoluto a la propia. Es el signo de los tiempos en el que los valores se han  momificado entre líquidos putrefactos, vendajes sucios y sangrientas sábanas tumulares.

 

Pero no pasa nada. La lección de anatomía de Rembrandt unía el arte con la ciencia. En una centuria de crisis gravísima. Lo mismo necesitamos de la penuria para impulsar el respeto y el progreso. Igual nos hemos pasado de rosca y el tapón deja escapar el contenido de nuestro pobre recipiente mental. Acaso.

 

Un saludo.

LENGUAS DE DOBLE FILO

 

Los medios desatan las interpretaciones. La verdad de los hechos es la mantequilla que se corta con el bisturí de los traductores y que se asa en el fuego de los malos intérpretes. Cuestión de traiciones y de sensibilidades.

 

El asesinato de la presidente de la Diputación de León ha levantado miles de frases de desconsuelo y de contento. A partir de estas últimas expresiones, se ha querido levantar el muro censor de la apología del crimen. Si en el marco de las redes sociales, se ha de sancionar a quienes se hacen partícipes de las vísceras malignas de su odio por la muerte de determinadas personas, estamos aviados. Podremos hablar de mezquindades y de malos rollos personales, pero lo que se dice delito, o falta, no lo contemplo. Pero ahí están los jueces y el principio “iura novit curia”.

 

Marco distinto es el de los intérpretes de los hechos. Me llama la atención la fragilidad argumental de los analistas políticos, tertulianos que gritan en el plató de la televisión que les contrata a cambio de unos pocos euros. No me sorprende su falta de objetividad, que a la vista y al oído están. Lo que me repugna es la doble moral de estos apóstoles de la fundamentación diabólica. Les vale dios y, si les pagan mejor, el propio diablo. Lo de menos es el mensaje. Lo esencial es que el personaje sea elevado a los altares o enterrado bajo la roca madre, según su acercamiento ideológico-monetario.

 

Las críticas a la presidente de la Diputación han sido tan despiadadas que uno, en su buena fe, quiere creer que se trata de verter en el ánfora de la imparcialidad el licor de la libertad de expresión. Sin embargo, ni buena fe ni nada. La buena fe de algunos se constata a partir de las palabras. De alguna manera, se quiere justificar la muerte de una mujer que es política, que ha ejercido numerosos cargos institucionales, que se ha ganado las antipatías de muchos y que, además, miren ustedes por dónde, es del Partido Popular. Esta última circunstancia se convierte en definitiva y en definitoria. Al ser de derechas, los pecados gubernamentales conducen directamente al infierno de la maledicencia. Los bocazas que desean el mal a la fallecida no pasan de ser personas indignas y bárbaras. No incurren en tipo penal alguno, considero, pero el veneno que expelen es un poderoso enemigo que anida en su interior.

 

Si los tuits de la alegría por el mal ajeno no son delito en este caso, habrá que convenir en que no lo serán en suceso idéntico. De la misma manera que no entran en esta categoría las alabanzas escritas u orales a dicha señora. Libertad de expresión. Porque, en fin, son discursos ex post al hallazgo del cadáver.  Acordarse de dictadores reconocidos, para bien o para mal, forma parte también de la asignatura libertad. Para bien o para mal.

 

Con todo, el meollo del asunto no es el mensaje sino el mensajero y, especialmente, el sujeto paciente. Me pregunto si quienes lanzan diatribas a favor de la muerte de esta mujer y se escudan en su derecho fundamental a decir, se mostrarían tan cautos y permisivos, tan tolerantes y comprensivos, si los dardos de la muerte se dirigieran a los ídolos de su partido, de su federación, de su familia o de su proximidad ideológica.

 

Me comentaba un viejo amigo qué trato dispensarían los exégetas del sálvame político de la sexta, la quinta, la tercera o la cuarta, si el muerto fuera una figura solemne de la izquierda de caviar y los comentarios ácidos se produjeran contra los robos que perpetró en vida o contra las maldades que consintió durante su mandato. Delito, reclamarían presos de la furia satánica del obseso talibán. Delito. Y, por si acaso, la horca, al más rancio estilo yihadista.

 

Lenguas de doble filo. A favor y en contra del aborto, de la eutanasia, de la democracia, de las leyes. Todo vale. Lo que no es admisible es que los argumentos a favor de la democracia se defiendan igual en Estados Unidos que en Venezuela, en Gran Bretaña que en Ruanda, en la España del setentayséis que en la España del setentaynueve. Lo que no se traga es que los robos de la derecha sean más latrocinio que los de la izquierda. Ni que los terroristas del GAL fueron más buenos que los de la Triple A. Pues eso.

 

Un saludo.

ENSEÑAR AL QUE NO SABE

 

Zoido se las da de gracioso. Pero de gracia, poca. De cultura, menos. De inteligencia política, cero. El alcalde de Sevilla debiera aprender un poco de historia y un mucho de sentido común. De Palos de la Frontera salieron las carabelas. De Sevilla, no. El primer edil de Huelva ya debió salir al paso ante este brote de ignorancia supina. Si su compañero de partido se equivoca en algo que atañe a Huelva, Pedro debe corregir el desliz. Que lo mismo ni siquiera fue desliz, sino metedura de pezuña adrede a ver si cuela. Y coló.

 

A Pedro Rodríguez la han fallado los reflejos pero no su responsabilidad. Algo tarde, pero con acierto, ha reprendido a su compañero de partido. Un cero en historia y otro cero en ética. Si Zoido es un ignorante, que aprenda. Y si, además, es un fabulador, que ajuste su palabra a sus actos.

 

 La gente de Huelva debe explotar, al menos por una vez, ante el ejercicio de manipulación hacia nuestra provincia. Una cosa es que nos dejemos convertir en el culo del mundo y cosa distinta es que nos la quieren meter doblada. Una cosa es que para ir a Cádiz tengamos que pasar por el pontazgo/portazgo sevillano y otra que nos quieran convencer de la necesidad imperiosa de preservar el patrimonio ecológico de la humanidad. Y así hasta la eternidad.

 

Las reacciones ante el desmadre del vecino rico están muy bien pero son pataletas de niño adoptado. Los onubenses estamos acostumbrados al estigma del pobre. Llevamos siglos conviviendo con nuestra mentalidad de segundones, con nuestra alma de acogedores, con nuestro espíritu de vasallos y, de la noche a la mañana, no nos podemos quitar las espinas clavadas que obstaculizan nuestra marcha y que entorpecen nuestro progreso material.

 

No cabe envidiar a Sevilla por ser lo que es. Debemos, en cambio, admirar a los sevillanos por haber hecho de su tierra la potencia económica y social que es y que está. Y no digo que copiemos de ellos. Lo que sí pido es que ajustemos los latidos de nuestro corazón y los mazazos de nuestro esfuerzo a las pulsaciones de los de la Torre del oro. A partir de este pragmatismo, otro gallo nos cantará.

 

Si Zoido quiere seguir haciendo el ganso porque es incapaz de practicar artes electorales más elevadas, allá él y allá su partido en Sevilla. Lo que no se puede tolerar es que los de Huelva, los de Huelva, que estamos aquí, creamos que con soltar tres palabros al regidor sevillano, ya tenemos hecha la tarea. Otros tantos improperios constructivos debemos lanzar a nuestros políticos, que deben hablar cuando callan y han de callar cuando dicen majaderías.

 

Servidor está dispuesto a enseñar al que no sabe y carece de medios para aprender. A Zoido, que lo enseñe quien yo me sé. Este hombre es de los que escuchan lo que les interesa y desoyen lo que les conviene. Por consiguiente, a hacer puñetas. Muchas puñetas.

 

Un saludo.

20 AÑOS DESPUÉS

 

 La fuga de Roldán, el psoecialista “ingeniero”, se produjo hace veinte años. Del botín que amasó, ni rastro. Esfumado total.

 

El fraude masivo del psoecialismo andaluz a las arcas públicas sigue y sigue. Se olisquea la huella de los mangantes pero del dinero, ni por asomo.

 

La órbita del Psoe es alargada. Igual que su mala sombra. La formación andaluza ha sido un ejemplo de cómo estafar a la Administración desde dentro. Como un caballo de Troya a base de billetes de quinientos.  El entramado asociativo del partido de Chaves, Griñán y Susana es de ingeniería financiera. Ya a través de asociaciones vecinales que no se han enterado del tema más que de refilón, ya por medio de domicilios cambiados, ya utilizando como pantalla a instituciones satélites, la espiral de  fraude ha continuado sin cesar.

 

La pista del dinero se pierde en la inextricable jungla del poder de la Junta. La Cámara de Cuentas se entera, tarde, mal y poco. De actuar, ni que se lo piensen. IDEA es mucha idea y el IFA, demasiada filfa.

 

A los Roldán, Álvarez, Fernández y demás compañeros del pedigrí  de la izquierda, nuestra más sincera enhorabuena. No por engañar, no. Por llevárselo crudo sin que se acierte a detectar el zulo. Y por conseguir parecer inocentes en un mundo de presunciones de culpabilidad.

 

Que qué vamos a votar el domingo en las elecciones europeas, me preguntan. Más de lo mismo. Otros veinte o treinta años de mentiras asesinas.

 

Un saludo.

EL HILO Y LAS PUNTADAS

 

                 Mi admirado Rubalcaba no deja de sacar la patita blanqueada por debajo de la puerta. De tanto engañar, no sabe si se encuentra en villamala o en villapeor. Aquí te dice una cosa y allí, la opuesta. Si Felipe apuesta por un gobierno de concentración nacional, Alfredo, que no se opone a su líder ni de broma, sí reitera su posición contraria a esa posibilidad. Con la boquita de piñón, claro. De esta forma, maneja los dos cabos de la cuerda de ahorcar al adversario. Si los separatismos catalán y vasco endurecen sus posiciones, el del Psoe se alinea con la tesis de su mentor. En cambio, si Mas y Urkullu balancean sus discursos, pues nada, a decantarse por una reforma constitucional que desemboque en el estado federal. El plan A y el plan B se confunden en el presente. Pero tiene más planes. Los planes de Rubalcaba son como los principios de algunos sujetos: se cambian sobre la marcha, como las chaquetas.

 

                Las estrategias del Psoe, de tan reiteradas y cansinas, no sorprenden a nadie. Sin embargo, los hay que caen en las fauces del voraz mentiroso. En el caso de Magdalena Álvarez, la basura es tan pestilente, que o la tiran al contenedor o se enfrentarán a graves problemas de higiene. Como son tan listos, ya han diseñado el túmulo de la interfecta política. Qué digo túmulo. Todo un panteón para la exministra, no sea que en su obligado retiro espiritual, sea poseída por los estigmas de la farfulla y se ponga a cantar lo de bailando bajo la lluvia. En castellano: que si ella sale húmeda, muchos van a tener que remojarse en fango.

 

                De todos modos, a rey muerto, rey puesto. Los maniobreros del partido ya han presentado sustitutos para acordonar sus influencias en el Banco Europeo de Inversiones. Uno, el inefable Valeriano Gómez, gran creador del traje de doble uso. Hoy, la pana obrera de la ugeté y, mañana, la seda armaniana del gobierno. Y todo ello, sin despeinarse. Otra, la enorme e impar Salgado, relevo zapateril de Solbes y muñidora, junto al leonés de Valladolid, de la más grave crisis económica sufrida en nuestra historia democrática. Angelitos. Nos quitan de en medio a Maleni y nos colocan a los santos caídos.

 

                Rajoy, mientras tanto, piensa. Duda entre decir no en castellano o en expresarse en  gallego. La señora Álvarez anclada al banco como una lapa y el mejillonero, dejándola en su sitio no sea que se resfríe. Hay que arrancarla ya. Hoy. So pena que de sus pecados veniales se quiera hacer solidario el PP. No se puede esperar a las elecciones europeas. La buena reputación del país no puede demorarse por un quítame allá un cese fulminante.

 

                O nos enteramos de una vez por todas que el hilo es más negro que los pulmones de un carbonero del diecinueve, o las puntadas al vestido nupcial llenarán de manchas indecentes la ceremonia completa.

 

Un saludo.

MACHISMO IMPENITENTE

Hay que saber perder. El que no domina esta facultad del entendimiento es como el que se mueve a impulsos de la naturaleza animal. Arias Cañete recibió un varapalo televisivo por parte de Elena Valenciano. Y, desde mi punto de vista, no por los méritos de ésta, que también, sino por la torpeza del exministro. La candidata del PSOE demostró cómo se puede triunfar en un debate si se es capaz de que la comunicación gestual y onomatopéyica se imponga a la ausencia de argumentos.

 

A poco que Cañete se hubiera quitado el corsé dialéctico que alguien le colocó para el evento, hubiera reventado el discurso demagógico de doña Elena. De ahí la importancia política de esta señora. Con los antecedentes de Zapatero como lastre, levantar ese peso demuestra que la segunda de Rubalcaba no es una halterófila cualquiera. Contó, eso sí, con la metedura de pata de puesta en escena de su interlocutor.

 

Si hay un ministro del PP con la salvaje inteligencia de la naturalidad de diálogo, ese es Cañete. No es fácil encontrar a un sujeto de tan alto nivel académico que, al tiempo, posea el tesoro de la comunicación fácil, ya en la taberna aldeana más costumbrista, ya en el momento del aperitivo en un cinco estrellas, ya en la tertulia obrera del bar del barrio más periférico. Pues nada, al león de la Metro PP le peinaron la melena, le aprisionaron los ojos con unas gafas de quitipón y encadenaron su cola al asiento de brea. Y para colmo de males, lejos de rugir, se limitó a maullar. Así pasa lo que pasó.

 

Para ganar, hay que ser humilde. Si esta cualidad se ausenta de nuestro lar privado y público, nada mejor que acercarse de nuevo a la tele del crimen y lanzar excusas de mal perdedor. Mire, señor Cañete, no siga por ahí. No se escude en simplezas para justificar la paliza que le infligió Valenciano. No me venga con estupideces del orden de que si la mujer y el acoso. No escarbe en el hoyo de la iniquidad. Usted tendrá las cualidades que quiera, pero en el debate de la primera cadena de España, la señora Valenciano le dio una lección de política televisada que no ha de olvidar.

 

Tiene derecho a guardar silencio. Pero si insiste en seguir hablando, rectifique el pobre mensaje que ha lanzado sobre las mujeres. Elena le ha dado a usted “pal pelo”. Por tanto, discúlpese públicamente ante ella y ante el colectivo femenino tan extraordinario que tiene nuestro país y, hala, a empezar de nuevo. Es preferible mil veces tirar por tierra unas elecciones que ciscarse en los derechos, en los valores, en los méritos y en las facultades de las féminas. Si usted no reconoce esto, mal nos representará a los ciudadanos.

 

De machistas impenitentes, estamos hasta los congojos.

 

Un saludo.

LA IZQUIERDA QUE NOS HUNDE

 

 El diario ABC me proporciona la noticia. La empresa pública de vivienda de la Junta de Susana y de Valderas  ha puesto en la puñetera calle a una trabajadora social. La ha despedido porque la izquierda de Valderas y de Susana no puede soportar a los funcionarios probos. La libertad de expresión se aplica si los críticos son del partido de ellos. Al resto de los mortales se exige chitón. En caso contrario, al gulag del desempleo vitalicio.

 

Es el estandarte de los dictadores y de los totalitarios de viejo y de nuevo cuño. Esta empleada no quiso hacerse cómplice del procedimiento para realojar a los okupas de la corrala Utopía y, sin un más ni un menos, a la nevera. La víctima de la maldad no se quiso enterar de que el ordeno y mando de esta patulea de atracadores mentales que se han apoderado de San Telmo es imperturbable. El nicho de votos de las elecciones es la fuente de sus ingresos presentes y de sus futuros beneficios.

 

Da igual. Todo les resbala. Si no se cumple el baremo instituido, nada importa. Se cambia por el bien de la humanidad. Que faltan requisitos, y qué, se alude a la exclusión social y a la emergencia vital. La oficina siniestra se sitúa en la izquierda política antes que en la diestra gobernante. Puestos a mentir, el despido de la trabajadora social se ocultará en la carpeta de reorganizaciones de empresa. Al poco tiempo, ese expediente desaparecerá del interior del fichero y a vivir, que son cuatro años.

 

Los sindicatos del sector, sobre todo los ugetistas y los comisioneros, señalan con su dedo los cráteres de la luna llena. Y tan felices. Cómo se van a oponer a la fuente de sus vidorras. Ni locos. Un paripé, un adorno, una mirada al tendido y un bajonazo al cuerpo de la dignidad. Algo de sangre, de mala sangre, unas curas rápidas y al festival de las libertades. De las suyas. Las de los demás dependen de que sean obedientes, sumisos, pelotas y que voten a los partidos del progreso, de la solidaridad y de la igualdad.

 

Y así es todo. Un fortín lleno de pólvora que algún día estallará. Hasta que el hundimiento sea absoluto.

 

Un saludo.

ILOCALIZABLE E INVISIBLE

 

 La mujer invisible. La Junta de Andalucía no encuentra en mundo dios a una empresaria afín al partido. Sin embargo, la presidente autonómica, qué lista ella y cuánto su marido, va y se topa con la señora ilocalizada en la feria abrileña de Sevilla. Qué arte.

 

Dónde buscará la Junta, madre, que no ve la luna delante de sus narices. Dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver. Las desapariciones del fondo de reptiles, se entiende, porque estaban tan abajo, que la vista no alcanza. Lo de Invercaria, porque de tan arriba, no hay rapaz que suba tanto. Pero lo de María Coraje ya es otro cantar. Pero si María Coraje se fotografiaba tan chula en la caseta del partido, cómo es posible que ningún funcionario le reclamara, in situ, el pago de los más de diez millones de pelas que ha de devolver.

 

Es que la notificación no ha sido posible, se excusan, tan serios, los de la Consejería de Empleo. Y Sevilla es tan grande, y con tantos guiris y muchos más choricetes, que, en fin, es como buscar una aguja en un pajar o una viga de hierro en una carpintería de madera. Así que de devolver, nada de nada. Doña Susana, a lo suyo, a la foto de portada y al silencio. No sea que si Madre Coraje se cabrea, salga a relucir el paño sucio del marido de la otra.

 

Si Madre Coraje fuera del PP, no se escapaba ni un milímetro del punto de mira de los cobradores del frac de la Junta. Eso de que los funcionarios son garantistas, es muy verdad. Pero si quieren hacer carrera, mejor que se sometan a las presiones de los políticos. Y si no se encuentra el dinero, qué se va a hacer. Más se perdió en Cuba. Más se llevó Magdalena. Más se va a perder.

 

Y encima, se llama madre coraje. Qué coraje de madre.

 

Un saludo.

PASARELA SOBRE EL BERNESGA

 

La muerte de Isabel Carrasco conmueve. Morir es un mal asunto. Morir a balazos, despreciable acción. Sobre la pasarela del río Bernesga, una paradoja de la naturaleza urbana de León. Muere lo público por el gatillo de lo privado. Muere la mujer por exigencias de un guión mental pésimamente construido.

 

Hoy en día se habla de las redes sociales como un fenómeno contemporáneo. Mentira. Las redes sociales existieron siempre. Desde que el mundo es mundo. La gente se queja de cómo determinados usuarios del twiter o del facebook aprovechan la muchedumbre y el incógnito para lanzar bramidos contra la fallecida. Da igual Isabel que Periquito de los palotes. La alegría por el definitivo e irreversible mal ajeno es, antes que un delito, una enfermedad.

 

Tomaba café esta mañana, de pie y deprisa, en la barra de la cafetería cercana a mi domicilio. La televisión encendida, las imágenes del luto asaltaban a los pocos parroquianos de esa hora. Uno de ellos, alzada la voz, buscaba la complacencia del resto. Algo habrá hecho, decía. Tantos cargos que ostentaba, no era normal, sostenía. Tenía fama de mala leche y de mandona, dogmatizó. A partir de ahí, la tertulia bochornosa del tú tienes razón, tú cómo puedes decir eso, tú, tú y tú más. La red social del bareto de calle expelía mensajes  con la misma profundidad argumental e idéntica bajeza moral con la que los partidos nos clavan los alfileres de sus programas inútiles.

 

La clase política descansa sus posaderas en unas columnitas de alto y capilar fuste pero de muy débil basa. Sin embargo, la crítica al directivo, vivo o muerto, debe prevalecer cuando se apoya en cimientos sólidos. Lo que no es admisible es justificar el asesinato. Ni lo es la felicidad por el luto. La venganza tiene su propia cárcel de intimidad. El gran Baltasar Gracián escribió que la vida del hombre es milicia contra la malicia del hombre: la sagacidad pelea con estratagemas de mala intención. Los malos modos corrompen todo, sobre todo, la justicia y la razón.

 

No se puede justificar el asesinato de un ser humano. De ninguno. De nadie. No culpemos a las redes sociales del “internete” de las majaderías de los resentidos. Contengamos nuestra lengua y ejercitemos las bondades de nuestro pensamiento. Ni la crisis ni los males pueden destrozar las vidas ajenas ni, por ellas, las propias. Construyamos pasarelas sobre los ríos del entendimiento.

 

Un saludo.

CÓMO GANAR LAS EUROPEAS

Cualquier estudio sociológico de la realidad andaluza nos conduce, inexorablemente, a la victoria electoral de la izquierda. Una y otra vez los populares muerden el polvo de la derrota. La derecha se pone de perfil, de frente, con la boca hacia abajo, en decúbito supino y nada que hacer. La victoria huye por las ventanas.

 

Los pueblos de la provincia de Huelva constituyen un granero de votos del Psoe y de Iu. Si el primero no arrasa con mayorías absolutísimas, echa mano al silo del segundo y, hala, el tinglado perfecto para seguir chupando del bote público ante la mirada atontolinada de los alineados con el Pp.  O los primeros son muy listos o los segundos más tontos que Abundio. O las dos cosas a la vez.

 

Cualquier observador medianamente avisado tendría en cuenta la gruesa soga que une los bolsillos de los alcaldes con los jerifaltes provinciales y autonómicos. Me explicaré. Imaginen que Matías es el alcalde psoecialista de una pequeña localidad andevaleña. A la vista de las elecciones próximas, que son cercanas aunque disten cuatro años, ya pone en marcha la estrategia de captación de sufragios. Matías se conoce al dedillo la geografía de la subvención provincial, andaluza y nacional. Por ejemplo, tiene claro que las ayudas sociales a los más afectados por la crisis constituyen un dinero muy importante que llena las arcas de los ayuntamientos. El hombre diseña en su futuro presente que si consigue hacerse con el control de ese pastizal para repartirlo entre los más pobres, habrá logrado su propósito.

 

Y qué pasaría, se preguntará la derecha onubense, si los funcionarios que deben aplicar los baremos cumplen con la legalidad instituida y se niegan a entregar sus funciones al primer edil de la localidad. Pues que van de cráneo. Vamos, que de patitas a la calle y expediente sancionador a cuestas. Matías llama a Caraballo y se arma la “dios es cristo”. Se pone en marcha la burocracia diputacional y ya se pueden echar a temblar los legales. Y si es por mercenarios, te vienen los curritos de la administración paralela creada por la Junta y arrasan al valiente que se atreva a ondear la bandera del reglamento. A falta de armas, los perjudicados por el empleado público cabal se movilizan pidiendo su cabeza. Hasta que la obtienen.

 

En un pueblo de Huelva como el de Matías, los funcionarios de su municipio se conchavean con los funcionarios de la Dipu y firman los “recibís” de ayuda destinados a los beneficiarios. Y ellos recogen el dinero de los infelices. Lo mismo les reintegran todo o una parte o un cacho corte de manga. En ese pueblo, la oficina de servicios sociales tiene en la puerta de entrada la foto de Griñán. En el interior, los carteles del Psoe. Qué ven los ciudadanos de esa pequeña localidad. Que si reciben ayudas no es merced a los impuestos de los contribuyentes, sino a la generosidad inmensa del  partido. Identificar la administración pública con la organización privada.

 

Que es una vergüenza, ya lo sabemos. Que nadie se atreve a poner coto a esta vergüenza, también. Que en Huelva, las europeas están cantadas, no tengan duda. Mientras el grifo chorree dinero público y el clientelismo esté recluido en las casas del pueblo, no hay color. El más torpe de los analistas acertará con el triunfo de la izquierda.

 

Las europeas y las municipales y las autonómicas y, si se quiere, hasta el derecho a decidir de los catalanistas. Es cuestión de unto.

 

Un saludo.

DELINCUIR

 

Oiga, que por más que he consultado el DRAE, no aparece. Cómo es posible. El término, acuñado por el gran Manuel Chaves, expresidente andaluz y vicetodo de Zapatero, no puede perderse en el catálogo de errores léxicos de tan ilustre personaje. Me resisto.

 

Una cosa es delinquir, que es acción en infinitivo que realizan los facinerosos de poco o de mucha monta, de la clase política o de la casta quinqui, y otra delincuir. Acaso delincuir sea el término rebajado del delinquir. Algo delicuescente, inconsistente, decadente, sin vigor. Es posible. El concepto retrata al autor.

 

Que a un psoecialista de la excelencia de Chaves le hablen de delincuencia, es casi un insulto. El político más honorable del panorama social de la democracia andaluza ni siquiera puede ensuciar su lengua con palabros tan propios de siervos y lacayos. Además, los del Psoe andaluz no delinquen. Por definición. Lo más que se permiten estos santos de la patria es delincuir, esto es, admitir que las bajas pasiones de algunos les hayan hecho incurrir en tropelías de chiquillos, vanas infracciones administrativas que ni siquiera merecen el reproche de un apercibimiento o de una dulce amonestación.

 

Lo mismo que a  Magdalena Álvarez le quema el que la califiquen de imputada. A ella, tan reputada miembro (miembra ,según Bibiana, la ministra de no sé qué)de la alta jerarquía bancaria europea, no se la puede tachar con ese desagradable léxico con el que también se califica a los chorizos de toda laya que pululan por la geografía peninsular, insular y del territorio norteafricano español, que aquí no se baja nadie del autobús carcelario.

 

Y lo que ya resulta intolerable es que a Chaves y Griñán los preimputen. Habráse visto tamaña expresión deslenguada. El Psoe es una asociación de angelitos que se unen, como mucho, para delincuir. Pero lo de delinquir, no. No y no.

 

Pues no son listos y beatíficos estos chicos y estas chicas de la aristocracia política nacional. En Extremadura son más españoles que nadie. En Cataluña o en el País Vasco, hablan las vernáculas en la intimidad de su acongojamiento y se sienten más nacionalistas que Ochotorena o que Cambó.

 

Dita sea los delincuentes que ellos irán al infierno.

 

Un saludo.

VARETAZO A MONAGO


 De perdidos, a la yugular. Fernández Vara es el líder, ejem, del Psoe de Extremadura. De presidente de la Comunidad pasó a Jefe de la Oposición a la Comunidad, digo al Gobierno. El papel de secundario no es para nadie del partido de Rubalcaba. O son primeros espadas o se clausura la plaza. Como en Cataluña.

 

El hombre anda frito y revuelto con patatas y chorizos. Como un plato de huevos rotos con salmonelosis en un tabernucho de aldea. Aburrido de sí mismo, busca distracción en su tarea de desestabilizador público. Al tiempo, se asegura una propaganda aunque sea bastarda. La moción de censura es la única bala que posee en su recámara. Y a gastarla toca.

 

Vara confía en Escobar. El de Izquierda Unida se ha mantenido fiel a sus principios durante un tiempo. Ya veremos si la fidelidad persiste en los finales. Monago se tienta la ropa. La decisión del psoecialista es arriesgada pero lleva hilo. Por una parte, Rodríguez Ibarra sale de su caverna de lujo y respalda a su correligionario. De otra parte, Cayo Lara y su sanedrín son partidarios de quitarse de en medio al PP por lo civil o por lo militar. En cuanto a los regionalistas, lo que sea si por medio se distribuye pasta.

 

Rubalcaba está detrás del experimento con gas venenoso. Nadie crea que el delfín extremeño toma decisiones de ese calibre sin el respaldo de Madrid. La democracia española camina por vericuetos de dudosa legitimidad. No es cuestión de ideologías. El imperativo del movimiento es de orden económico. Lejos de la bolsa pública, los políticos se pudren en la medianía de su pobreza. Y hasta ahí hemos llegado. Hay que asaltar Fort Knox.

 

Lo positivo de la moción es que Vara se ha quitado la careta y deja ver lo pétreo de su rostro. Extremadura es la coartada del hombre frustrado. Este arquetipo suele arrastrar violencia e inquietudes. La región no sale de pobre y se adentra en la selva de la exclusión.

 

Pues nada, señor Vara, haga honor a su segundo apellido. Lo mismo se golpea en su propia frente.

 

Un saludo.

EL DISPARATE ESPAÑOL

 

 En Andalucía estamos encantados con el disparate de España. Oigan, que a poco que se remueve una loseta del piso, aparecen nidos llenos de dinero robado. Y si no es la baldosa, es el nicho perforado en la pared del dormitorio. No teníamos bastante paro en nuestra Comunidad que ahora viene el visir Valderas y se deja caer con sus limosnazas de cooperación internacional. Pero hombre, si los andaluces estamos con la soga al cuello, a cuento de qué va a entregar doscientos millonazos de euros a otros países. Y por cierto, no dice a qué países ni a qué gente ni a qué instituciones  ni a qué programas. Que lo mismo se reparte el tesoro entre algunos amiguetes de Cuba, un par de choricetes venezolanos y un corte de manga para los negritos.

 

Pues nada, ahí tienen al señor duque de Bollullos repartiendo el patrimonio de los andaluces por todas las partes del mundo menos por donde debe. Este señor tiene de comunista lo que Magdalena Álvarez de easonense. Las partidas presupuestarias se distribuyen como dios Lenin manda. Las empresas cierran, los ciudadanos pisan la calle del despido y los muchachotes de IU hacen fiesta en las colombinas sevillanas. Qué ricos. Los derechos humanos, al igual que los mercedes y los casoplones, se contemplan si son los de su izquierda. Si otros los reclaman, fascistas de todo fascismo. Susana, tan contenta. Con su Psoe y con sus compañeros de bandurria.

 

No teníamos bastante con las golferías del pasado que el pretérito se vuelve a hacer presente y cabalga a lomos del futuro inmediato. Magdalena, la de Tan Tebatián,  y Blanco, el orador del “corruto”, se pican por unos meses adelante y unos días detrás. Como la yenka. El gallego dice que él ni siquiera se ha montado en el AVE. Que si se ha engordado el pastizal, que le registren y que busquen donde Álvarez, la del gratis total.  Lo único que admite es que Zapatero era el presidente, dente, de los tallarines de Adif. Ese amor por los hidratos de carbono se ha cobrado demasiadas víctimas pero no son suficientes. La droga causa adicción. Como el dinero de los demás.

 

Las europeas al caer, el batacazo seguro. Aquí votamos fatiga y repudiamos razones. Es verdad que no hay quien se atreva a tirar la primera piedra. Pero también lo es que algunos viven al lado de una gravera y, de cuando en cuando, los tejados ajenos se llenan de cascotes.

 

Lo dicho. Entre unos golfos del tío Gilito y otros apandadores del comandante Maduro, los jerifaltes españoles se pasan el día contando las “moneas robás”. Y la policía y los jueces, recusados. Por qué será. Por el disparate nacional.

 

Un saludo.

CHICA DE ANTIER

 

Elena Valenciano está que pega botes. La distinguida señora ha realizado unas declaraciones reveladoras de su nivel intelectual. “Para mí fue un poco lo mismo, Jesucristo y la revolución después, el Che Guevara y en España Felipe González. Para mí todo eso está un poco en la misma lógica, son gente que sale a defender a los demás, en eso sí creo”, ha manifestado la candidata del Psoe.

 

Qué mujer. Qué sabiduría. Que élite intelectual y ética. Qué clase de bebida ha ingerido. Qué cosas hay que escuchar. Los periodistas de la cadena amiga, la SER naturalmente, se han quedado de cartón piedra. Toda la historia de Jesucristo la resume en la opera rock “Jesucristo Superstar”. La biografía del Ché no lo dice, pero lo mismo en alguna película de Allen. En cuanto a Felipe González, es posible que se base en el sumario del GAL.

 

Toda la cultura de tan egregia política se resume en estas frasecitas. Los electores deben sentirse satisfechos. Europa puede dormir tranquila. Lo mismo confunde a Pétain con De Gaulle y a Churchill con Blair. La primera guerra mundial tuvo bastante que ver con Hitler y Napoleón se vio las caras con Julio César.

 

La esclavitud existió en el franquismo. Ni antes ni después. Nacha Pop era el exponente cumbre de la música mundial. Elena, la chica de ayer. Si los tontos volaran, Magdalena nunca se habría beneficiado del gratis total.

 

La democracia se permite estos lujos de parlamentarios/as. Bueno, y qué. Hasta doña Valenciano tiene derecho a decir lo que le salga del moño. Y a quedarse tan satisfecha. Faltaría más.

 

Chica de antier, o sea, del Paleolítico Inferior. Total.

 

Un saludo.

RESABIOS TRIBALES

 

Los hay retrógrados y covacheros.  Mas y Urkullu forman parte de la fauna política que aúna a los dos bandos. Unidos por el odio a España, no se cortan un segundo al declararse europeos. Europa, sí. España, no.

 

Urkullu y Mas juegan a jefezuelos de estaditos bananeros. A jefes de tribus perdidas en la selva de sus mentes incivilizadas. El primero defiende un nacionalismo étnico, de lengua isla, de negocio redondo y de sociología rancia. El segundo prefiere las plumas de hechicero real, las palabras de contenido franchute y las empresas al más puro estilo norcoreano. En su juego de roll infantiloide, se escudan tras la simpleza del derecho a decidir para mandar a España al papel de madrastra de Blancanieves y de Cenicienta. Los señoritos quieren su propia casita de muñecas aunque tengan que soportar a los bilduetarras y a los ezquerratas.

 

El soberanismo vascocatalán quiere plebiscito. A falta de consulta, elecciones. De tan fundamentalistas, confunden las sombras con la realidad. Aplauden al pueblo con las manoplas de la sordina y ensalzan a la sociedad con los guantes de boxeo. Si obedecen, palmaditas al dorso. De resistirse, pelotonas de goma a los ojos. Eso de la pacificación de los territorios es una candela en la era del verano más caluroso.

 

Mientras, Mariano sigue la estela balsámica bebé de Zapatero. Y claro, las vías catalana y vasca se ensanchan sin cesar. Suavecita la piel, que viene el masajista y la protege con la pomada más refrescante. Que se sientan bien. Que sus partes blandas se pongan lo bastante duras para golpear los cimientos del Estado.

 

Uno está encantado con estas jugarretas. Por mucho que defienda la unidad de España, por más que invoque el respeto a nuestra Constitución y pese a mi deseo ferviente de que los ciudadanos del país debemos intervenir en el plebiscito de los separatistas, vienen los señores de la guerra y se cargan las intenciones de los amantes de la paz. Y como estos son tan buenos, nos dejan inermes a los pies de las furias.

 

La tribu se impone a la urbe y sobre ésta caen de nuevo las hordas bárbaras del norte. Jesús.

 

Un saludo.

BINARIO

 

Los italianos llaman binario al andén. El andén sindical español es el binario CC.OO-UGT. De allí parten los mayores fraudes del empleo y a él arriban los trenes del paro. Es una vía muerta que se mantiene en funcionamiento gracias al compadreo de los gobiernos. Era un gran puerto de tierra que murió en las entrañas de las ambiciones de sus últimos gestores. Era la gran esperanza de libertad laboral en un mundo de negocios y de fraudes.

 

La afluencia de manifestantes en el primero de mayo de Huelva fue de grima. La cabecera, repleta, ocultaba la tala de árboles en el bosque desencantado. Mucho ruido y pocas esperanzas de cambio. Las espadas se afilan en el seno de los palacios sindicales pero el ruido de sables ahoga la guerra que viene.

 

Algunos lograron en el franquismo un prestigio que tiraron al sumidero durante la democracia. Las banderas republicanas distraen la atención de las soflamas de regeneración. Los cien años de honradez de la Unión de Trabajadores baila el vals de la desvergüenza con la riquísima herencia, hoy maltrecha, que legó don Marcelino Camacho. Quienes dieron su vida por un mundo más justo se remueven en sus tumbas contemplando, asqueados, las andanzas de sus sucesores.

 

El binario de la clase trabajadora se ha convertido en el binario de la casta empresarial. Tan patronal es la CEOE como el tándem Comisiones-UGT. En busca del dinero sangriento. A la caza del liberado dócil y vago. Su principio y su fin se dan la mano sucia de la rapiña de las subvenciones hediondas.

 

El binario de las libertades es la vía del desdoro de las libertades arrancadas a la dictadura. En democracia viven mejor para que los demás paseen sus pobrezas en la calle real de cada pueblo. Ahora ha llegado el turno del derecho a decidir catalán y a este fin se suman los amigos del filibusterismo. Les da igual el trabajo. Ansían perpetuarse en el puesto y seguir visitando con la asiduidad de los marquesitos terratenientes los hoteles de lujo, los restaurantes de postín, los prostíbulos selectos y las copeterías chics.

 

El binario es un sistema numérico con dos dígitos. El cero, Toxo, y el 1, Méndez. El 2 es el 10. Insisto: el 2 es el 10.

 

Un saludo.

EL CÓNYUGE

  

 Matrimonio que negocia unido, permanece unido. Tomando como base el artículo 32 de la Constitución, el Código Civil defiende la igualdad jurídica de los cónyuges, les reclama unos deberes y les impone un determinado comportamiento en su relación con el otro. Su último fundamento se halla en el vínculo de vida y afectos que tiene su origen en la institución matrimonial.

 

Los cónyuges se deben fidelidad y convivencia, ayuda y socorro mutuo, respeto y lealtad, actuación en interés de la familia. Qué bonito mensaje. Doña Susana Díaz y su augusto esposo constituyen, en este sentido, un matrimonio modelo.

 

Don José María Moriche, marido de la señora presidente de Andalucía, es un ejemplo a seguir. Adúlteros de España, tomen a este señor como referencia de vida y de amor por su mujer. Precisamente por eso, consintió en trabajar en cursos de formación para desempleados. Qué importa la anécdota de su presencia en el expediente que acumuló tantísimas facturas falsas si su dedicación a su media naranja fue de zumo.

 

Qué se puede reprochar a este cabeza de familia si por llevar unos ingresos a su hogar es capaz de contratar hasta con UGT y su fundación de IFES de una manera presuntamente irregular. Qué culpa tiene este beatífico varón si su señora se ha convertido en el santo y seña del nuevo movimiento de neodegeneración, digo de neorregeneración, de la Junta. Qué si el hombre se ha buscado la vida en sitios diversos con tal de arrimar algún condumio a su debilitado patrimonio conyugal.

 

Y eso de que el insigne marido de la excelentísima señora ha cobrado un dineral por su trabajo en los cursillitos de la señorita Pepis, habrá que probarlo. Envidia es lo que sobra en la tierra de María Santísima. Envidia hacia los dechados de virtudes del socialismo andaluz. Envidia por carecer de las virtudes del esposo intachable. Envidia por no formar parte del entorno de los corazones ricos.

 

Brindo por este matrimonio feliz. Por siempre jamás. Bien comunicados y bienamados. Acaso bien forrados. Pero qué importa el dinero si derrochan felicidad en su pobreza material. Conectados. Lindos.

 

Un saludo.

SORAYAZO

 

 La polémica en el hemiciclo del Congreso fue de pena. La intervención de Soraya Rodríguez, terrible. Acusar a Sáenz de Santamaría y a Arias Cañete de cobrar sobresueldos del partido, entra en el terreno de la injuria y de la calumnia. O la portavoz del Psoe prueba su acusación o los afectados por la misma tendrán que querellarse, sí o también, contra la susodicha. No valen excusas ni allanamientos ni disculpas. El aceite derramado no podrá devolverse jamás a su recipiente de origen.

 

Soraya Rodríguez debe hacer valer su exceptio veritatis a fin de no esconderse tras el burladero de su inmunidad parlamentaria. La otra Soraya y Cañete no pueden llegar a conciliación distinta que la provista y prevista por la ley y la justicia. Si dejan socavar su prestigio personal y, lo que es peor, su categoría de miembros del Gobierno legítimo de España, habremos de pensar peor.

 

Los rifirrafes entre hombres y mujeres forman parte del caudal social de cualquier país. Los enfrentamientos políticos entre dos cualificadas representantes del pueblo son inobjetables. A lo que sí hay que poner coto es a convertir el Parlamento en un plató de sálvame.

 

No es la primera vez que estas dos damas se ven envueltas en despropósitos verbales de este tipo. Remítanse al affaire de los institutos de bachillerato de una y otra o a la diatriba feroz sobre el aborto. No se puede confundir las palabras con los palabros ni las voces con los gritos ni el parlar con el parlotear.


Las dos sorayas deben moderar su lenguaje. La del Psoe a ralizar su función de oposición al gobierno con argumentos. La del Pp, a responder las interpelaciones en el mismo sentido. En ningún caso, a admitir sin pestañear acusaciones falsas. So pena de que se aplique aquello de que quien calla otorga. La posible injuria no se dirige contra la ciudadana Sáenz de Santamaría. Se lanza contra la Vicepresidente del Gobierno de España, votado por millones y millones de ciudadanos.

 

Respetemos al pueblo. Por favor.

 

Un saludo.