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Francisco Velasco. Abogado e historiador

ILOCALIZABLE E INVISIBLE

 

 La mujer invisible. La Junta de Andalucía no encuentra en mundo dios a una empresaria afín al partido. Sin embargo, la presidente autonómica, qué lista ella y cuánto su marido, va y se topa con la señora ilocalizada en la feria abrileña de Sevilla. Qué arte.

 

Dónde buscará la Junta, madre, que no ve la luna delante de sus narices. Dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver. Las desapariciones del fondo de reptiles, se entiende, porque estaban tan abajo, que la vista no alcanza. Lo de Invercaria, porque de tan arriba, no hay rapaz que suba tanto. Pero lo de María Coraje ya es otro cantar. Pero si María Coraje se fotografiaba tan chula en la caseta del partido, cómo es posible que ningún funcionario le reclamara, in situ, el pago de los más de diez millones de pelas que ha de devolver.

 

Es que la notificación no ha sido posible, se excusan, tan serios, los de la Consejería de Empleo. Y Sevilla es tan grande, y con tantos guiris y muchos más choricetes, que, en fin, es como buscar una aguja en un pajar o una viga de hierro en una carpintería de madera. Así que de devolver, nada de nada. Doña Susana, a lo suyo, a la foto de portada y al silencio. No sea que si Madre Coraje se cabrea, salga a relucir el paño sucio del marido de la otra.

 

Si Madre Coraje fuera del PP, no se escapaba ni un milímetro del punto de mira de los cobradores del frac de la Junta. Eso de que los funcionarios son garantistas, es muy verdad. Pero si quieren hacer carrera, mejor que se sometan a las presiones de los políticos. Y si no se encuentra el dinero, qué se va a hacer. Más se perdió en Cuba. Más se llevó Magdalena. Más se va a perder.

 

Y encima, se llama madre coraje. Qué coraje de madre.

 

Un saludo.

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