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Francisco Velasco. Abogado e historiador

DELINCUIR

 

Oiga, que por más que he consultado el DRAE, no aparece. Cómo es posible. El término, acuñado por el gran Manuel Chaves, expresidente andaluz y vicetodo de Zapatero, no puede perderse en el catálogo de errores léxicos de tan ilustre personaje. Me resisto.

 

Una cosa es delinquir, que es acción en infinitivo que realizan los facinerosos de poco o de mucha monta, de la clase política o de la casta quinqui, y otra delincuir. Acaso delincuir sea el término rebajado del delinquir. Algo delicuescente, inconsistente, decadente, sin vigor. Es posible. El concepto retrata al autor.

 

Que a un psoecialista de la excelencia de Chaves le hablen de delincuencia, es casi un insulto. El político más honorable del panorama social de la democracia andaluza ni siquiera puede ensuciar su lengua con palabros tan propios de siervos y lacayos. Además, los del Psoe andaluz no delinquen. Por definición. Lo más que se permiten estos santos de la patria es delincuir, esto es, admitir que las bajas pasiones de algunos les hayan hecho incurrir en tropelías de chiquillos, vanas infracciones administrativas que ni siquiera merecen el reproche de un apercibimiento o de una dulce amonestación.

 

Lo mismo que a  Magdalena Álvarez le quema el que la califiquen de imputada. A ella, tan reputada miembro (miembra ,según Bibiana, la ministra de no sé qué)de la alta jerarquía bancaria europea, no se la puede tachar con ese desagradable léxico con el que también se califica a los chorizos de toda laya que pululan por la geografía peninsular, insular y del territorio norteafricano español, que aquí no se baja nadie del autobús carcelario.

 

Y lo que ya resulta intolerable es que a Chaves y Griñán los preimputen. Habráse visto tamaña expresión deslenguada. El Psoe es una asociación de angelitos que se unen, como mucho, para delincuir. Pero lo de delinquir, no. No y no.

 

Pues no son listos y beatíficos estos chicos y estas chicas de la aristocracia política nacional. En Extremadura son más españoles que nadie. En Cataluña o en el País Vasco, hablan las vernáculas en la intimidad de su acongojamiento y se sienten más nacionalistas que Ochotorena o que Cambó.

 

Dita sea los delincuentes que ellos irán al infierno.

 

Un saludo.

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