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Francisco Velasco. Abogado e historiador

ACTUALIDAD PROVINCIAL

CORTES, QUE NO RECORTES

 

 

                El inicio del curso escolar nos ha permitido ver a la presidente de Andalucía, Dª Susana Díaz, en Moguer con ocasión del acto de inauguración de un centro público de educación infantil y primaria. Hasta ahí, genial.

 

                La corte de la mandamás soberana, integrada por los de casi siempre, se distribuían a su alrededor a fin de ser inmortalizados por los fotógrafos del evento. Rodeada de los jefecillos del Psoe y de algunos vecinos de la localidad, Díaz dejó muestras de su pericia dialéctica regalándonos frases para una posteridad de un par de días.

 

                 Así: que si “el gobierno andaluz sigue invirtiendo en una educación pública y de calidad”, como si la conjunción copulativa fuera necesaria; que si “la educación pública es el ascensor social…”, olvidando que el trampolín  es la militancia sumisa en el partido; que si “no puede haber un solo recorte en educación pública”, burlándose de las matemáticas en el corazón de la enseñanza de la materia.

 

                Menuda cara. La Junta de Susana, de Ojeda, de Ávila, de Fernández, de Viera y demás compañeros formadores es maestra en el arte de recortar. Qué digo de recortar. De cercenar, de tajar, de tronchar, de guillotinar, de extirpar y de sangrar los presupuestos. Eso sí, previa atribución de la maldad al partido popular.

 

                Mientras las loas a su gobierno se sucedían y se rendía culto a la divina líder de la Junta de las corrupciones aláyicas, fuera del recinto, la realidad se hacía un  hueco entre tanto palmero. Un grupo de agentes locales de promoción de empleo, despedidos dos años antes, se manifestaba ante la gran diva de la política psoecialista. Le pedían que acatase la sentencia judicial de readmisión de los trabajadores. Pero ni caso. Cómo se atrevían, pudo pensar, esos desharrapados a incomodar a la insigne visitante, epígono del movimiento conocido como “podemos cambiar a Pablo antes que a la iglesia”.

 

                Antes muerta que sencilla. La verdad tiene su techo; si se traspasa, aparece el trauma de la estupidez.

 

                Un saludo.

JEFE DE GABINETE

La tela de araña del PSOE se ha mostrado especialmente coriácea en las comarcas interiores de la provincia onubense. Los avances populares han sido evidentes pero la fortaleza del aparato izquierdoso se mantiene casi intacta. La dirigencia psoecialista se enroca en su lema de izquierditas al tiempo que se apoya en el tonto útil de los mandamases de IU. Sin embargo, de nada serviría el pacto partidista de no disponerse del poder municipal y, sobre todo, del mando en la Diputación. Es la Administración la que, en definitiva, pulsa las teclas electorales hasta conseguir la reedición de sus victorias.

 

La Diputación de Huelva está cubierta, hasta las cejas, de escándalos ignominiosos protagonizados por altos cargos políticos del Partido Socialista. Sin remontarnos mucho, baste recordar el negociete del Hotel París, de la mano de la impar Doña Petronila. La lista, extensa, se completa hoy con un nuevo nombre, el del señor Fernández, jefe de Gabinete de Presidencia –léase Caraballo- del ente supramunicipal, antiguo concejal de la no menos singular Manuela Parralo y empresario coyuntural cuando la excandidata a la alcaldía de Huelva fracasó estrepitosamente en su asalto al primer edilato del consistorio que le ganó Pedro Rodríguez.

 

Pues sí, el señor Fernández, psoecialista de pro, ha entrado de lleno en la agenda negra del periodismo de investigación. Relata El Mundo que don José Fernández se benefició directamente de las subvenciones por cursos de formación otorgadas por la Junta de Andalucía. Poco tiempo después del descalabro electoral de Parralo, este destacado miembro del Psoe andaluz, secretario de Agricultura de su Ejecutiva regional, se metió en labores empresariales y pasó a administrar una sociedad limitada -Multiservicios y Limpiezas Doñana- que, oh casualidad/causalidad, obtuvo contratos para limpiar las sedes de las delegaciones provinciales de las consejerías de Obras Públicas y Vivienda y de Salud de la Junta, que sí de la Junta del Psoe,  en Huelva.

 

Hasta ahí, casi se entra de lleno en la normalidad formal de los concursos y contrataciones. Lo que pasa es que la mentira tiene las patas muy largas, insisto en lo de muy largas, y de cuando en cuando, algún ávido reportero de la prensa logra pisar las pezuñas de barro del embuste. El pisotón provocó ayes de dolor y el grito avivó el conducto de procedencia. La empresita de don Fernández, queda demostrado, se aprovechó de algún criterio “sui generis” para ser exonerada de justificaciones y controles. Lo cierto es que el ínclito personaje optó por vender la sociedad y volverse a las tranquilas, acaso turbias, aguas de la política institucional.

 

Y si Antonia Ruiz, parlamentaria andaluza del PP por Málaga, también figura en el listado de las polémicas exoneraciones opacas -no se llegaron a publicar nunca en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía- aprobadas por el ex consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Antonio Ávila, en diciembre de 2012, pues hala, a dar explicaciones como debe.

 

El carajal psoecialista en las instituciones no viene por lo de caos organizativo. Viene de que la avaricia rompe el saco. Viene de que los jefazos de la inmundicia son maestros en la ciencia de la apariencia de escaparate y catedráticos en el arte de hacer desaparecer el fondo de armario de la trastienda/cueva. Ellos, carita al sol, con la barriga llena. Jefe Gabinete pelotari.

 

Y mientras, el PP, a verlas venir.

 

Un saludo.

MALAS COSTUMBRES

 

La costumbre como método bucea en la ilegalidad. Se comienza habituando a repetir algunos actos y se termina instruyendo y, lo que es peor, adoctrinando. Lo que se inicia por hábito se culmina en precepto. Ya saben que las costumbres se hacen leyes. El carácter o la propensión o el miedo o la violencia pueden conducirnos a hacer común lo que debe ser excepcional. El lavado de cerebro de las personas se genera a partir de pequeñas repeticiones más o menos sutiles y la ejercitación constante de las mismas hasta que adquieren categoría de necesidad.

Acostumbrarse a fumar o a no fumar forma parte de este rito de la creación artificial e impuesta de disciplinas externas rayanas en la imposición más dictatorial. La Ley contra el tabaco que ha redoblado sus esfuerzos represores es un claro ejemplo de convertir el behaviorismo animal en conducta humana. No vale la autoconvicción para repeler el ataque del tabaco. Tampoco se desecha la abolición legal de la venta de cigarros no sea que la industria del ramo ponga de patitas en la calle a miles de trabajadores que viven de ella. Por supuesto, que no se prohíbe la venta de cajetillas pues, en su caso, se privaría al Estado de una importante fuente de recursos tributarios.

La ley antihumo es, en realidad, una nueva fórmula de la ley seca que sacudió la América del primer tercio del siglo XX. Entonces, la prohibición del alcohol causó problemas mayores a los que se quería evitar. La ausencia de libertades y el fomento de vetos provocan efecto boomerang. El surgimiento de bandas de traficantes y la aparición de nuevos alcapones es uno de ellos. Condenen las religiones y nacerán apóstoles de la confesionalidad del Estado. Ejecuten a los líderes revolucionarios y nuevos mártires llenarán las hornacinas de la memoria del pueblo. Defiendan la salud por encima de la intención de cada persona y ella misma se rebelará contra los misioneros de la sanidad.

La Ley antihumos es, por otra parte, muestra universal, que no española, de la infinita hipocresía de nuestros gobernantes mundiales. Cinismo desmedido que, acaso, encuentre en nuestro país rasgos de especial perturbación social. En la sociedad española, el número de establecimientos hosteleros per capita es formidable. En la misma callejuela nos topamos con dos o tres bares que sacian las necesidades sociales y de frecuentabilidad de nuestros compatriotas. Desde el amanecer hasta casi el alba, las cafeterías, tabernas y demás tiendas de venta de alcohol y de consumo de tabaco lanzan al “azur” el brillo de los neones. Hay clientela y la oferta no sucumbe a la crisis.

Fumar es un placer, cantaba Sarita Montiel a la expectativa de Carlos Gardel. Como lo es dejar de fumar. La libertad de cada uno colisiona con la libertad de cada otro. He ahí el principio de actuación de las leyes. Y de comprensión de las mismas. Y de justificación de los parlamentos. Cuando se legisla a medias, una parte queda a merced de otra. Es la marca de los demagogos.

Miro a mi alrededor a través de la planta ático del edificio que me cobija. Veo a apenas medio kilómetro de mi casa una inmensa superficie blanca. No es una plataforma de sal, pese a la proximidad de la ría. Ni una meseta nívea porque las precipitaciones blancas son muy improbables en el sur del meridión. Ni un descomunal cauce fluvial cercano a la ciudad porque su caudal no se compadece con la raquítica aportación de lluvias. Nada de eso. Se trata de una superficie gigantesca formada por una colosal balsa de fosfoyesos. De fosfoyesos.

En Huelva, se prohíbe fumar mientras se permite que elementos nocivos para la salud se almacenen junto al núcleo urbano. En Huelva se rechaza el humo del cigarrillo en tanto las chimeneas de las fábricas inundan la atmósfera con vapores nauseabundos. En Huelva, el Psoe y el Pp defienden la ley antitabaco y reprimen a los ecologistas que se oponen a la polución del aire. En Huelva rige la ley del más fuerte. Del que utiliza la ley según el viento sople hacia la playa, hacia la montaña o hacia el propio bolsillo. En Huelva nos han acostumbrado.

No debemos acostumbrarnos. La salud moral está por encima de la salud física. Si nuestra moral enferma, lo sufre nuestra psique y, a partir de ella, el “somas” resulta afectado. Libertad para fumar. Libertad para no fumar. Busquemos espacios no conflictivos. He ahí la cuestión.

Servidor, lo digo por si acaso, no ha fumado en su vida. Si muero, que sea por el tabaco de los fumadores, que no por las radiaciones de los fosfoyesos.

 

Un saludo.

CON TRATOS DE DIPUTACIÓN

En otro tiempo, con las monarquías autoritarias y absolutas, los contratos celebrados por la Corona con particulares se regían por la necesidad ineludible de garantizar la seguridad jurídica. En este sentido hay que situar las Capitulaciones de Santa Fe suscritas por los Reyes Católicos con Cristóbal Colón antes de su primer viaje a América. En el siglo XIX, las ideas liberales introdujeron algunos cambios en materia de contrato, como por ejemplo el que firmaba el Estado con alguna compañía ferroviaria. Ese contrato servía para realizar la política de nacionalización y privatización posterior de los bienes nacionales que se devuelven al mercado a través de ventas públicas masivas.

 

 En la actualidad se debiera seguir la vía liberal de adelgazamiento de las Administraciones Públicas en tanto éstas rechazan prestar determinados servicios que pueden ser desempeñados por personas privadas. Este adelgazamiento ha debido ir acompañado de una disminución proporcional del funcionariado afecto a tales funciones. Y sin embargo no ha sido así.


 La promulgación en 1995 de la Ley de Contratos pretendió un objetivo cercano que salpicaba de corrupciones a más de un político de la hégira socialista. Se trataba de frenar la contratación directa y abortar la proliferación de mangoneos. Pero la propia ley elaboraba su propia trampa. ¿Y por qué? Porque lejos de coger el toro por los cuernos (erradicar la corrupción y procurar un marco de transparencia), la Ley abrió una serie de grietas entre las que se escapaban los manejos de tantos pícaros que en el mundo son. Por ejemplo, la Ley es de aplicación plena, pero también parcial, mínima e incluso simulada y diferida.

 

Con tratos de Diputación y contratos de Diputación. No es lo mismo pero así, así. Servidor, que ha defendido, y defiende, la permanencia de las Diputaciones en el marco político de Autonomías, al nivel del Parlamento, se sobrecoge al pensar que del mismo modo que el palacio de las cinco mil llagas se está convirtiendo en un fortín de la izquierda de caviar, la Diputación viene representando, en los últimos 20 años, la institución que, lejos de representar a los onubenses, despierta el recelo fundamentado de la ciudadanía al completo. Desde Petronila, el organismo no había caído tan bajo. Y aunque es cierto que se ha producido un cambio de cara, el tufillo mafioso sigue castigando las narices –en el amplio sentido del término- de la gente de Huelva.

 

La arbitrariedad reina en repúblicas bananeras como la chavista/inmadura, o en apaños de los sindicatos corruptos y de las empresas sin escrúpulos, e incluso en algunos ayuntamientos regidos por el interés desvergonzado de unos cuantos rocas, julianes o pachecos. Sin embargo, allá donde impere el derecho y las leyes democráticas tengan valor, la arbitrariedad debe estar desterrada.

 

Pues bien: en la Diputación de Huelva, algunos no se enteran. Ni se quieren enterar. Luego, vendrá el aparato judicial a poner cierto orden, aunque tarde, en la orgía desenfrenada de políticos y funcionarios que juegan con el dinero público y los sentimientos privados.

 

Hasta cuándo. A saber.

 

Un saludo.

LOS GIVSALISTOS

 

 2007. La crisis era un hecho. Para cualquier entendido en la materia. Para ZP, claro es, no. Los tres psoecialistas de Huelva que viajaron a Madrid, tres eran tres, para una feria de calzado, tampoco. Faltara más que fueran a desmentir al caudillo de La Moncloa.

 

Si atendemos a las facturas, el gasto de 1.286 euros (más de doscientas mil pesetas) realizado por los señores Domínguez (Miguel Ángel y Pedro) y Buzón en un viajecito a los Madriles en concepto de AVE, Hotel y Restaurante, es un apunte informativo. Nada opinable. Está documentado, acreditado y no controvertido. Igualmente contrastado que el abono corrió a cargo de GIVSA, la empresa municipal de vivienda de Valverde. Un tercer dato incontestable es que entonces, y de ahí para mucho tiempo después, la empresa estaba besándose con la ruina. Por último, los encartados reconocen que la causa del desplazamiento era acudir a la feria Modacalzado. Como todos sabemos, la relación entre vivienda y calzado es bien estrecha. La construcción de viviendas en Valverde no hubiera sido posible sin el necesario caudal del zapato o del boto. Qué cosa.

 

Los eximios políticos no viajaron en clase turista ni se alojaron en hotel de tres estrellas ni pidieron el menú del día en bar castizo. Nada de eso. Con el dinero público, lujo privado. Ya me dirán lo que hicieron los dueños del cortijo para fundirse casi un cuarto de millón de pelas en un par de días.

 

No pasa nada. Cuando la titularidad es pública y pública la gestión, ocurre lo de siempre. Que algunos pájaros se comen lo suyo y se cuelan en el nido ajeno para dejarlo seco. A continuación, repiten el consabido “yo no he sido” y “el a mí que me registren”. A quienes les piden explicaciones por esa mala praxis, los tachan de hipócritas y antipatriotas.

 

Lo cierto es que GIVSA está en liquidación, que sus gestores no están en la cárcel, que Valverde tiene deudas de aquellos funestos años y que la corrupción se erradicará el año que viene, como se dice en Hermano Lobo: el año que viene. Los tres viajeros siguen en sus puestos. Tan listos y tan contentos.

 

Bobos. Somos bobos en un mundo de listos y de lobos.

 

Un saludo.

LA MEJOR TIENDA DE LA CALLE

 

 El Partido Popular de Punta Umbría es el mejor del pueblo. Mucho mejor que el PP de Huelva, que el PP de Andalucía y que el PP de España. Si, dialécticamente, queremos reducir a superficie territorial la bondad de una oferta de cualquier tipo, siempre triunfará la de ámbito menor porque es la que afecta e incumbe directamente a los ciudadanos. Qué importa a los calañeses que el primer Madrid disponga de un patrimonio histórico sensacional si su pueblo dista casi setecientos kilómetros de la capital. Para ellos, el templo parroquial resume arte y su Coronada rezuma devoción.

 

La guerra interna entre políticos del PP onubense no es nueva. La declaración de hostilidades se proclamó años atrás. José Carlos, que ha sido un formidable alcalde y un excelente valedor de las tesis políticas populares, nunca fue santo de oración dentro de su grupo. Demasiado brillante para tanto cenutrio que se congrega en derredor del astro. Las envidias fueron siempre malas acompañantes de cualquier oficio y las puñaladas traperas echan chispas cuando en la oscuridad de la noche los aceros miden su resistencia. A José Carlos se la tenían jurada desde hace tiempo. El reciente congreso puntaumbrieño ha puesto punto y seguido a la confabulación contra Hernández Cansino. Punto y seguido, ojo, que el discurso y la contienda no acabaron entonces.

 

La señora Sacramento, electa presidente del PP en la localidad costera, es, desde un punto de vista organizativo,  la jefa directa de Hernández Cansino. Se podrá criticar el procedimiento electoral, pero la realidad es tozuda. Sin embargo, a veces los partidos se conducen como entidades mafiosas y el cerebro de la trama no deja de ser un órgano secundario en la esfera institucional. O viceversa. Se puede ser presidente del Gobierno y, al tiempo, simple masón distante del puesto de gran maestre de la logia.

 

Resta por ver quién gana el pulso. Si el grupo municipal del PP, constituido merced a los votos de los vecinos, o el partido popular, resultado de unos comicios internos. En cualquier grupo que se precie, el presidente institucional reclama para sí la más alta jerarquía del partido. Las bicefalias son carísimas. Observen el repeluco que provoca el águila de dos cabezas en las enseñas nacionales.

 

El partido Popular está dando muestras de torpeza en Huelva. De escasa inteligencia emocional y de mayor memez de gestión. Hacer sangre en el propio cuerpo es propio de gente que no merece ocupar lugares de responsabilidad. Si se quiere prescindir de José Carlos, hágase por la vía rápida y por derecho. Sin embargo, las actitudes florentinas y borgianas no son aconsejables según con qué pretendientes. Suele ocurrir que el perseguido se embosque y, desde la trinchera, dé lecciones de esgrima con el florete y revele sus aptitudes de cortacuellos con la espada de matar.

 

No pocas veces el pez grande se come al chico y en innumerables ocasiones, la victoria de Goliat es de tal modo pírrica que para ese final, mejor un mal principio. Estoy convencido de que José Carlos perderá esta batalla. Sin embargo, estoy seguro de que la guerra la tiene perdida el aparato institucional de la Organización del PP en Huelva. Cómo que por qué. Porque no se puede criticar al Psoe y seguir conductas de signo similar, pero con menos gracia, peor ingenio y, sobre todo, sin habilidad de merchandising. Fíjense en la difusión del caso Bárcenas y en la sordina de los EREs del fondo de reptiles y en las comilonas de UGT.

 

Cuestión de talento político. Los diamantes no se cortan en el yunque del platero. Cuanto menos en la máquina de fabricar cacerolas. Con lo fácil que es dialogar.

 

Un saludo.

PRENSA Y REPTILES

 

Asistí, hace años, en la Casa Colón a un acto patrocinado por el grupo empresarial del periódico Huelva Información que presidió y coordinó el que entonces era presidente de la Junta de Andalucía, don Manuel Chaves. No pude disimular mi sorpresa. La relación entre la máxima autoridad de nuestra Comunidad y el primer responsable de la empresa editora era, cuanto menos, sospechosa. En mi opinión, trascendía lo institucional.

 

He leído que el señor Guerrero, que fuera director general de los fondos de reptiles de la Consejería de Empleo, y altos representantes del grupo Joly llegaron a un acuerdo por el que la Junta subvencionaría con varios millones de euros la prejubilación de empleados de esta empresa privada.

 

Ignoro en qué condiciones se gestó el pacto. Lo que me queda de manifiesto es que mis sospechas de entonces se han materializado hoy en realidades. Huelva Información es, a día de la fecha, el único periódico escrito de la ciudad. El único.

 

Hace tiempo que dejé de leer El País. Poco después, hice lo mismo con el medio reseñado. Uno tiende a creer la veracidad de los titulares y editoriales periodísticos. Hasta que descubre las tripas del negocio.

 

Sería interesante una declaración escrita sobre la verdad del entuerto. Lo mismo es una patraña y lo que he leído carece de fundamento. En cualquier caso, mucho habrá que fundamentar el comunicado para diluir mis dudas. Mucho. Mucho. Mucho.

 

El Periódico de Huelva y el Mundo Huelva Noticias desaparecieron de la oferta informativa de nuestra provincia. Falta de dinero. Dónde queda la libre competencia y dónde la igualdad de oportunidades y dónde la credibilidad de los medios.

 

Un saludo.

UN FOSFOAEROPUERTO PARA HUELVA

 

 Mala cosa. Cuando alguien autocalificado de capirote se pone a pelar la vara, sigue con la navajita hasta quedarse sin ella. Sin vara, claro, porque el arma blanca sigue blandida por el neurasténico persistente.

 

Desde que ciertos políticos de la legua, por lo de cómico su interés, han reabierto la puerta blindada de la construcción de un aeropuerto para Huelva, algunos faranduleros amigos siguen machacando al personal con  la cantinela de una infraestructura imposible en una tierra carente de comunicaciones elementales por carretera, de instalaciones ferroviarias mínimas y de emprendedores privados a la usanza burguesa industrial o mercantil. En Huelva, la teta de las instituciones está más sobada que la pipa de un comanche. Todos los empresarios aproximan el señuelo a ellas por ver si una subvención –finalista o no- de las que no se supervisan, cae en la red de los pícaros.

 

Es llegado el turno del aeropuerto. En una ciudad que no tiene para comer, los oportunistas de siempre pretenden instalar un restaurante de varios tenedores dentro de un hotel estilo Dubai. Venga ya. Y, encima, nos quieren vender la burra a través de los partidos de siempre, de los intelectualoides de cabecera, de los sindicatos EnREdados y de los partidos de coimas miles.

 

Sin embargo, el acabóse del invento es la idea de construir la terminal en  tierras donde los fosfoyesos convierten a nuestra ciudad en el culo del mundo civilizado y por civilizar. A escasos doscientos metros del núcleo urbano y en plenas marismas de Mendaña.  Con tal de tapar la porquería, en  vez de sanearla, hay santurrones que se prestan a servir copas en un lupanar o a repartir caramelos de cocaína en las puertas de una guardería.

 

Detrás de esta reprogramación de los medios, se encuentra el PSOE y, al frente del tinglado, la Diputación de Caraballo. El PSOE que promete excelencias y que las incumple al segundo siguiente de la exposición. El PSOE que desgobierna Andalucía con el mismo entusiasmo con que facilita la legalización de los amigos de ETA. El PSOE que aconseja sobre la calidad de lo público mientras sus capitostes disfrutan los medios de la privada.

 

El fosfoaeropuerto de Huelva es una categoría de infraestructura que sustantiva y adjetiva a la clase política de esta provincia. Su capacidad de convicción es tal que el electorado sigue votando masivamente a los gestores de esta calamidad económica y social. Pues que siga así la fiesta. Por muchos años. Por tantos muertos.

 

Un saludo.

AEROPUERTO

 

 Mal asunto. La resurrección de las iniciativas por el aeropuerto de Huelva tiene mucho que ver con las ganas de engañar al personal. Que el PSOE, a través de Caraballo, y la FOE, Ponce mediante, retomen la coña aeroportuaria en estos momentos de la crisis, nos indica que la sed de dinero no se sacia y que la voluntad de vendernos burras moribundas sigue en la mente de los trileros.

 

Los dos personajes susodichos se han propiciado una rueda de prensa para aventar las cenizas de la idea del aeropuerto al más genuino estilo castellonense. Si está muy bien que estos personajes políticamente desvencijados quieran sacudirse el alcanfor del olvido y de la dejación. Lo que está rematadamente mal es que pretendan salir del armario de la inanidad con las polillas encima. Se necesita tener una irrelevancia intelectual del tamaño del cañón del Colorado para poner de manifiesto que Huelva adolece de infraestructuras. Anda. De eso y de burguesía histórica. Y de empresarios locales. Y de inversores potentes. Y de políticos honrados. Y de dirigentes capaces…

 

Por una vez, voy a celebrar en público las reacciones de la izquierda y de la derecha provinciales. En cuanto al PP, me alegro de que reclame el estado de cuentas de la Sociedad Cristóbal Colón. Si se fía sin más, recaiga sobre ellos el rigor de las subvenciones peridas y despilfarradas. Respecto a IU, ha utilizado con acierto la expresión del teatrillo. No se puede decir más con menos gasto dialéctico.

 

Aeropuerto a estas alturas de la película de terror, no. Aeropuerto reclamado por estos agentes del miedo, no. Aeropuerto resucitado por los bretones de algunos gobernantes, no. Aeropuerto “made in Fabra”, no.

 

Antes que el aeropuertito societario, nos expliquen la parálisis del AVE, el desdoble nonato de la carretera a Badajoz, el parto imposible de los puentes a Punta. Y así.

 

Aeropuerto.

 

Un saludo.

BRIGADAS DE LO SOCIAL

 

 

He olvidado tantas cosas de mi infancia e incluso de mi primera juventud... Algunas, no. Imposible. Entre mis recuerdos negativos, están la imagen y el sonido que los niños de los cincuenta y de los sesenta poseíamos del cuartel de la policía en el Paseo Santa Fe. El imaginario popular difundía, sotto voce, que en sus calabozos se hallaban encerrados peligrosos delincuentes cuyo delito era subvertir el orden público. Del mismo modo, corría el rumor de las palizas que recibían los reclusos y cómo sus gritos de dolor reverberaban por las calles aledañas. Entre nosotros, “la secreta” aportaba un halo de terror y, al mismo tiempo, de admiración. “La secreta” era la brigada de lo social de la Policía Nacional, división de élite de la represión franquista, cuya cabeza más visible fue el tristemente recordado comisario Conesa. Eran tiempos de postguerra especialmente duros. Ya durante mi adolescencia, las andanzas de la brigadita de las narices seguía acompañando gestos, olores y sabores de sangre y de muerte.

 

Cincuenta años después de aquellos infelices días de miedo y de necesidades, alguien ha venido a mentar a la bicha. Alguien con muy mala leche y peores intenciones. Me refiero a Toxo, el líder de Comisiones Obreras. El sindicalista ha comparado la actuación de la policía judicial democrática con aquella otra de infausta memoria. En un alarde de demagogia, soberbia, prepotencia y maldad, don Toxo ha criticado la detención de algunos compañeros de CC.OO. en el marco de la operación Heracles por los EREs fraudulentos. Se necesita desvergüenza política. Qué sabrá él lo que era la brigada de lo social de Huelva o de Madrid, de Sevilla o de Bilbao. Quienes nos opusimos al franquismo, sí conocimos cómo se las gastaban algunos de aquellos individuos.

 

El compañero de aventuras financieras de Méndez debiera hablar menos y hacer más. Partiendo de su propio ejemplo que, al cabo, es la base de su autoridad moral, Toxo tendría que poner patas arriba su propia situación económica y patrimonial. En una palabra, mostrar sus ingresos. Todos. Desde los salariales a las dietas. De los recibidos en metálico a los percibidos en especie. Que descubra el valor de sus pertenencias inmobiliarias y muebles. Las propias y las familiares. A continuación, que revele a la clase obrera, a la que desprecia con sus silencios egolátricos pero de la que chupa, la cuantía de las subvenciones que recibe del erario, las cantidades aportadas por las empresas levantadas bajo la falda de su organización, las indemnizaciones ofrecidas a los trabajadores externos despedidos a causa de los recortes, las cifras de liberados que trabajan en su circuito laboral. Y así hasta escudriñar el último nido donde el pájaro esconde sus huevos.

 

El delfín andaluz de Toxo, Carbonero, se ha dado prisa en subrayar las declaraciones del jefe de Madrid. Miren. La policía judicial democrática tiene de brigada social lo que Toxo y Carbonero tienen de Marcelino Camacho. Nada. Qué más quisieran estos dos vividores del obrerismo de “güisqui” de veinticuatro años que asemejarse en el forro del chaleco a aquel defensor de la clase trabajadora. El pueblo ya ha dictado sentencia al respecto en forma de desafiliación masiva y de rechazo a las prácticas mafioso-capitalistas de este grupo de sujetos que levanta polvaredas de confusión y siembra campos de cocaína de la indefensión ciudadana.

 

Más le valdría levantar las alfombras de lo que en sus comienzos fue un sindicato limpio e íntegro. Más le valdría disolver sus órganos de gobierno y convocar elecciones internas a fin de regenerar una organización imprescindible en la vida española. Más le valdría devolver al obrero la dignidad que él ha contribuido a incendiar con las golferías de numerosos de sus dirigentes. Más le valdría largarse con viento fresco. Más le valdría.

 

La brigada social del franquismo, señor Toxo, no se la deseo a nadie. Ni a usted ni a quienes como usted quieren destapar la memoria histórica para mutilar la corteza prefrontal del cerebro de los españolitos. No riegue con  más detritus el jardín de la libertad y de la igualdad.

 

Váyase, señor Toxo. Váyase.

 

Un saludo.

DE LA BOLA A LA NULIDAD

 

 El Palacete de la onubense Plaza de las Monjas sigue dando que hablar. El sueño faraónico de doña Petronila se está convirtiendo en una pesadilla interminable para el Psoe. Lo que mal comenzó, peor puede acabar. El destierro dorado de la expresidente de la Diputación de Huelva en un recóndito escaño del Senado, no frena la inercia de los acontecimientos. Resulta que la conocida como Casa de la Bola está haciendo honor a su apelativo. No como bola que corona el edificio. Como bola o burbuja. Como bola o canica. Como mentira urdida en las cloacas del poder. Como encarnación de la persona inepta o incapaz. O, como dicen en Cuba, como cambio de una disposición que modifica el orden previo.

 

El palacete de Petri sigue coleando. A la sede imperial hay que darle bola. La bola de la atención porque en el interior de ese inmueble de apodo esférico los arqueólogos del Derecho pueden encontrar las huellas de una vergüenza perdida.

 

El Consejo Consultivo de Andalucía ha evacuado un dictamen por el que declara nulo el acuerdo de aprobación del contrato de opción de arrendamiento del Hotel París. Arrendamiento que costó una pasta a los onubenses. Arrendamiento que se mantuvo durante años para desdoro de la clase política psoecialista de Huelva. Arrendamiento falaz en su forma y mendaz en algunos de sus contenidos. Arrendamiento que se realizó prescindiendo del procedimiento. Arrendamiento, en suma, que se vincula a las mil atrocidades perpetradas políticamente por el Partido que fuera de Zapatero y que ahora gallea con Rubalcaba en su penúltimo canto del cisne. Arrendamiento que pone de manifiesto que por cada gürtel o Bárcenas, los de Griñán, Susana o Chaves aportan cientos de concavidades donde se refugian fondos de reptiles, aún  por extraer de las simas de la tierra.

 

Las dictaduras nunca son democráticas por más que los intrusos calcen las sandalias del pueblo llano o vistan la humilde saya de los menesterosos. Las dictaduras actuales disfrazan sus carnes fascistas con las túnicas de cristales que impiden que el interior sea apreciado desde fuera. Cuando al cabo sobreviene el desenmascaramiento, nadie pedirá perdón por sus fechorías. Nadie devolverá lo despilfarrado. Nadie restituirá al pueblo la honra mancillada. Nadie presentará su dimisión irrevocable. Todos se ampararán en el primo zumosol del partido. Todos correrán a esconderse bajo la falda de la mesa de camilla del chalecito.

 

Millones de euros. La Casa de la Bola ha costado al erario público millones de euros. Lo mismito que las subvenciones a la prensa afín al partido de Mario Jiménez. Si alguien cree que a esta gente le importa la legión de ciudadanos amargados y deprimidos por la crisis maldita, pierda la fe. Porque con este tipo de sujetos, el coche de lujo que conducen vale lo que el combustible del vehículo o lo que la mansión que habitan o lo que las comilonas que se meten entre pecho y espalda.

 

La bola es el engaño. Es el acto. Detrás no hay procedimiento. En el fondo, no hay más ley que la del territorio de hienas y buitres. Así nos va.

 

Un saludo.

EL HOMBRE FUERTE

 

 El delfín de la que se avecina en la Junta no se llama Enrique, sino Mario, y no se apellida Pastor, sino Jiménez. Botones de la empresa psoecialista durante años, don Mario se supo granjear la amistad de Barrero y de los que partían el bacalao en Huelva. Y a fe que prosperó en su carrera desde ninguna parte.

 

Eliminado Griñán y desterrado Chaves, el señor Jiménez se va a erigir en el mariomán del partido de la corrupción y en el increíble Hulk de la fuerza neta de la política andaluza. Por un tiempo. El moguereño no se conforma con las mieles provincianas de una Andalucía empobrecida. Ni hablar. Si su paisano Juan Ramón alcanzó el Nobel de literatura, él no renuncia a subirse a la peana de sucesor de Rubalcaba. La pasta regional es muy golosa pero también delata los orígenes de quien la amasa. En Madrid, las desapariciones a lo Bárcenas son más difíciles de detectar y las cuentas empresariales indican números desorbitados.

 

Mario Jiménez está a la espera. Por el momento, su permanencia junto a la presidente Díaz es obligada. Las políticas de Izquierda Unida son una bomba de relojería que puede estallarles en la cara a poco que los pupilos de Diego Valderas sigan sacando los pies del plato. En San Telmo se tiene la certeza de que cada silencio cómplice de los de Lara suponen una consejería que se logra al ritmo de la canción del doctor Zhivago. Mario es un artista en la técnica de nadar y guardar la ropa. Sin embargo, se moja el trasero cuando el fuego amigo desgarra las trincheras y los fondos de reptiles tan necesarios para alimentar a la interminable cohorte clientelar. En este sentido, repartir prebendas entre los invitados a la fuerza, obliga a restar dividendos entre sus fieles. Y eso sí que no. Que a los de IU los conoció ayer y madre no hay más que una.

 

La suegra de Guerrero va a aportar luces a las sombras chinescas del escándalo institucional. La beneficiada de los eres puede convertirse en el hilo que desenrede el ovillo de la golfería de la Junta. Los delitos de insolvencia punible son rastreables por los agentes más novatos. Doña Victorina ha emprendido un desvío susceptible de poner en la recta de salida a don Mario. Los extrabajadores de Astilleros de Huelva andan interesados, asimismo, en señalar a Jiménez como el mentiroso que se cargó sus aspiraciones de proseguir en la empresa.

 

El hombre fuerte está en condiciones de recibir una gran galleta y no precisamente de cuétara. Más bien de maría o de gullón o de dhul, el de los ruizmateos. El ruido constante hace asomar los carajales. El primer discurso político del siglo XXI, que diría la señora Valenciano, salpicará de lleno a don Mario. Al tiempo.

 

Un saludo.

HUÉSPEDES

 El tándem Pepe Martín-Sánchez Rufo es temible. Constituyen la mejor referencia de la política más desastrosa. Ejemplo a desterrar. Para agujero negro galáctico, el que estos señores dejaron en Aljaraque. Destituidos por el pueblo, se colaron en otra institución a la que acabarán desangrando. Pero ahí está la pareja. Vivita, coleando e impartiendo lecciones de ética bananera.

 

Las andanzas consistoriales del dúo cara de cemento se podrían desglosar en apartados miles. No obstante, constreñido por los límites del artículo, me detendré en la penúltima hazaña de estos señores. Según denuncia Yórquez, portavoz del actual gobierno del Ayuntamiento aljaraqueño, los dos jetas políticos pudieron perpetrar una irregularidad más en su larga lista de atrocidades al Derecho. Me refiero a la casa de huéspedes. El equipo I, de izquierda indecente, desvió, parece ser, algo así como veinticinco millones de pesetas del fatídico Plan E del presidente Zapatero. En vez de aplicarse a construir la pasarela para la que se había destinado la cantidad, los pupilos de Pepiño Blanco y de otros grandes imputados, decidieron que era preferible recuperar un edificio representativo de la arquitectura británica en Corrales. Y ya está. Porque sí. Una cosa es la ley y otra bien distinta, el retorcer con ella el arcón de los caprichos. Y de paso, se favorece a amigos del partido.

 

Huéspedes ellos. Gorrones, los dos. Comensales de una sociedad pública que se cae a pedazos. Qué cosas. A todo esto, la denuncia del Pp no debe quedarse en su difusión mediática. O se dirigen a la Fiscalía con todos los documentos a su alcance, o pueden meterse la información donde les quepa. Una cosa es la voluntad de restablecer la legalidad y de poner a buen recaudo a los presuntos delincuentes y otra es utilizar a la prensa como altavoz de las maldades del adversario. En este segundo caso, mejor harían en callar. La gente no quiere a jueces que encarcelen de forma arbitraria a los Blesas de esta España de mis culpas. La gente reclama justicia. Que la paguen, conforme a código y sentencia, el ladronzuelo que arranca un móvil de la mano de una señora mayor, y el sinvergüenza político que utiliza los dineros públicos para su provecho y el de sus banda.

 

Unos y otros deben ser huéspedes del centro que corresponda. Penitenciario, por supuesto. Y antes, con un juicio garante. Ya lo decía Confucio: Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.

 

Un saludo.

TRECE AÑOS DE VAGUADA

 

                A Valderas no lo ponen en la calle. Se va. Abandona la coordinación de Izquierda Unida. Pocas veces una crisis había reportado tanto dividendo a un comunista con capital. Ha chupado de la teta del Psoe y ha aprovechado las malas inversiones del Pp. Gracias a esa habilidad, se ha subido al carro del Gobierno andaluz. A la postre, los grandes dictadores saben que su futuro echa sus raíces en el poder. Cuanto más corrupto, mejor.

 

                Valderas se va. Pero no al destierro de la política como lo hiciera el bueno de Anguita. Nadie lo piense. La comparación entre don Julio y don Diego resulta especialmente odiosa. El cordobés destila coherencia. El de Huelva, mezquindad. Aquel perseguía justicia. Éste siluetea el perfil de la arbitrariedad. Valderas reina en el palacio del sultán de San Telmo. Su vicepresidencia de la Junta es el regalo más espléndido que jamás pudiera soñar.

 

                Izquierda Unida se ha empapado de la política de este señor. La izquierda de verdad se ha untado con las maneras de la izquierda de mentira. La alianza con Griñán, el capo de los EREs, ha supuesto el fin de un partido necesario para la sociedad. Las prédicas de honradez se tiñen de negro fascista. Los sucesores ya visten la saya de Evo, calzan las sandalias de Fidel y atruenan los medios con la voz simulada del fallecido Chávez. Una ola de presagios funestos se abate sobre la España adormecida.

 

                Ni siquiera el valioso Pedro Jiménez posee facultades para devolver a IU el pedestal del que nunca debió apearse. Las ansias por el poder lastran sus intenciones. La democracia premiará sus esfuerzos con un puñado de votos. Pírrico triunfo para quien lucha por cambiar una sociedad. Al día siguiente, o se refuerza el pacto de hierro con los corruptos del Psoecialismo o se merendará los sufragios en la soledad de un desengaño previsto. No hay vuelta de hoja.

 

                Después de trece años de depresión de los valores de la izquierda, nadie aspire sino a escarbar. Ascender la montaña de la transparencia es tarea de atletas de la integridad moral. No conozco a ninguno entre los que se postulan como continuadores de la excavadora de Valderas. Después de tantos años de vacas enclenques, otros tantos de vacas muertas.

 

No hay otra. Ojalá que así fuera.

 

Un saludo.

CINISMO DE IZQUIERDA TOTALITARIA

 Todos somos griegos. La cultura clásica de los siglos IV y V anteriores al nacimiento de Cristo lo es por ser modelo no superado. En el marco de la riquísima filosofía helena, la escuela cínica consideraba que la felicidad radicaba en una vida conforme a la naturaleza y que la civilización no era sino un mal que embrutecía a las personas. De ahí, el desprecio a las riquezas y a lo material en cuanto gérmenes de corrupción de costumbres y de vicios.

 

Dos mil quinientos años  después, la tesis se mantiene. Sin embargo, el cinismo se ha cargado de tal lastre de falsedad que su definición pasa por el arco de la desvergüenza en el mentir o en la defensa de acciones y/o doctrinas vituperables. Los cínicos representan el culmen de la impudencia y de la más descarada obscenidad. Cínica es la izquierda política y cínicos los que manejan los títeres de la sociedad. Son hipócritas que fingen cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente tienen o experimentan.


Paco Díaz Ojeda, alcalde de Bollullos Par del Condado, fue destacado miembro de Izquierda Unida de su pueblo. Hasta que, harto de la suciedad interna de su partido, se levantó con la elegancia del noble de espíritu y se despidió con un adiós muy buenas. El Paulo de Tarso que cayó del caballo de los tejemanejes y asumió la travesía de un desierto temible. Díaz Ojeda ha lanzado una carga de profundidad contra los submarinos locales de Valderas. Ahora, los miembros de la secta de los niños de Diego exigen la dimisión de Carlos Sánchez, el todopoderoso regidor socialista al que encumbraron a la alcaldía y de cuyas hazañas fueron, de algún modo, cómplices. Ahora, los cínicos izquierdosos  se cubren la cabeza con el manto de la honradez y, sin hacer ruido, no sea que la bestia se enfurezca, dan la espalda a quien otrora fue su aliado.

 

Tarde pero a tiempo. Los tribunales de justicia han dado un pescozón público al Psoe y ha fotografiado, como un legendario Pierre Choinière, a la plana mayor de IU en Huelva. Dónde está mi admirado Pedro Jiménez que no lo veo. Cínicos redomados antes. Hipócritas indecentes hoy. Sin embargo, cuando la conciencia es frágil y el ansia de poder incontrolable, la semilla de la enfermedad prende y germina con rapidez inusitada.

 

Es cuestión de tiempo y de firmeza. Si la juez Alaya no desespera y resiste los cantos de sirena de los malvados, más de uno va a caer en las redes de la ley. De la ley, que no de la justicia. Si ésta existiera, todos los implicados en la golfería de los Eres o de Invercaria estarían, ya, en la trena, aunque fuera de forma provisional por temor a la destrucción de más pruebas o por riesgo de fuga. En la cárcel. Como el chavalito que roba seiscientos euros y no tiene padrinos para impedir la privación de libertad. Si esto ocurre, seremos testigos del nivel de cinismo y de hipocresía de esos filósofos de pacotilla que son los de Izquierda Hundida. Hundida, precisamente, por  la canallería de algunos de sus dirigentes.

 

Éstos han probado las mieles del capitalismo burgués y se dan unos lotes en privado que ni les cuento. Cómo será su instinto, que, a veces, no pueden reprimirlo y dejan captar sus imágenes en banquetes pantagruélicos pagados con dinero del pueblo. Faltaría más. Lo dicho: cínicos, hipócritas y, lo que es peor, totalitarios.

 

Un saludo.

EL CORREDOR MEDITERRÁNEO

 

 Ayer se desmarcaron. Hoy se apuntan al carro. Mañana se hará lo que aconseje el viento dominante. El año pasado, todas las instituciones onubenses aplaudieron  la inclusión de Huelva en el corredor ferroviario español. Todas, menos la Diputación del Psoe y la propia Autoridad portuaria que, todavía, está en manos de una correligionaria de poca basa, escaso fuste e irreconocible capitel.

 

Pero los maestros de los ditirambos y de las confrontaciones acaban de modificar su criterio anterior. Ahora se suben al tren. A poco que han visto que Rajoy señala a Huelva en el mapa de las inversiones positivas, saltan, como monos de Gibraltar, al vagón de preferente. Como si hubieran sido los promotores de la idea y de la obra.

 

Manuela de Paz y Javier Barrero han vuelto a ejercitar públicamente su carrera política como farsantes, impostores, santurrones y tartufos de la peor muestra. La claridad y la consecuencia les son adversas por naturaleza. Cuando Zapatero desgobernó España, no tuvieron reparo alguno en excluir a Huelva del pasillo de la prosperidad. Con la complicidad y silencio de sus “amigüitos” de nuestra provincia. Qué héroes.

 

Ahí están. Poniendo una velita a la verdad y un cirio negro a la mentira. Si uno revisara la prensa, podría escribir la antología de la corrupción psoecialista en veinticinco manuales. veinticinco por año.

 

Son los corredores de fondo que parten a pie, se suben al Ferrari oculto y, próxima la meta, se disponen a cubrir los últimos metros a fin de recibir los halagos del público inconsciente. Y lo malo es que casi nadie se da cuenta del engaño.El gran enemigo de los mentirosos es la concreción. A Barrero y De paz, una ración de hemeroteca con su no a cuestas.

 

Así nos va.

 

Un saludo.

ACHARADO VIENE DE CHARE

 

 La Junta administra tan mal, que lo que ingresa en el bolsillo derecho lo tira por el izquierdo. No se salva una Consejería. Ni una. Los dispendios de Empleo, de Educación, de Hacienda y de Sanidad son antológicos.

 

La consejera de Salud, señora Montero, nos achara a todos los ciudadanos. Y no sólo por el Centro Hospitalario de Alta Resolución de Especialidades de Aracena, sino por el cinismo que desarrolla. Casi tres años llevan paralizadas las obras. Y lo que te rondaré. Es que no disponen de un euro para reanudarlas y deben millones a proveedores. La gente de Aracena que haya de ingresar en un hospital, carretera y manta. A Sevilla, más cerca, o a Huelva. Griñán ni se le ve ni se le espera. Así, así, no se puede, Montero, vivir.

 

Seguimos con el Servicio Andaluz de Salud. Los achares del Chare se vuelven penas, quemazón que se dice en caló, cuando de gestión sanitaria se trata. En diversas ocasiones he criticado cómo es posible que el Juan Ramón Jiménez de Huelva tenga profesionales tan excelentes y gestores tan  negados. La quemazón llega al tormento si de buscar explicaciones se trata. Tantos casos y tantas cosas. Un paciente que se interna durante meses en una habitación con dos camas para él solo. Un accidentado con el brazo destrozado a la espera de un hueco para ser operado. Y ahora, una señora a la que se debe intervenir de vesícula y la mandan para casa porque, total, el dolor es soportable y los vómitos se podían paliar con algún medicamento. El protocolo no sería el mismo, desde luego, si algún jefezuelo del partido o cualquier dirigente del sindicato amigo o sus queridas esposas o amigas o afines próximas se aquejaran de semejantres males. La prisas que se darían y las prestaciones que se dispensarían.

 

Estas desigualdades incrementan los achares. Achares que no se quedan en lo descrito. A las omisiones apuntadas, las acciones por relatar. La falsificación de recetas médicas es un negocio. Como lo es el fraude sanitario. O la estafa de los médicos que visitan a muertos para engrosar sus pluses de productividad.

 

La sanidad pública andaluza es todo un ejemplo de un sistema de corrupción de libro. Al frente no se colocan a los mejores. Están los amigos, parientes y demás nepotes del viaje político. Pelotilleros y obedientes que camuflan su mediocridad en su disfraz de tontos/listos contemporáneos de mediocridad malsana. Con estos andamiajes, qué esperan. El edificio se derrumbará más pronto que tarde. Confiemos en la providencia para que no nos pille dentro.

 

La sanidad andaluza no tiene la cualidad de saludable. Hay demasiada suciedad en su seno. Y lo que es peor, muchos sucios.

 

Un saludo.

COTO DE CACERÍA

 

En derecho mercantil se utiliza con frecuencia el término de levantamiento del velo. Como si la ligera prenda ocultara algo más de lo que se presume bajo ella. En el caso de la tenencia de tierras de UGT, hay que referirse, con mayor propiedad, al descorrimiento de telones o a la retirada de mantas.

 

El sindicato de Pastrana no sólo es promotor inmobiliario sino avispado latifundista. Cosa distinta es que sea capaz de construir viviendas y de aprovechar la posible explotación agrícola y ganadera. En lo referente a los pisos de Jerez, consta que están paralizados. En cuanto al terreno de trescientas hectáreas, tres millones de metros cuadrados, disponen del mismo para coto de cacería. No de caza, que es distinto. De cacería.

 

Estos mozuelos, y mozuelas, de la liberación sindical ugetista son un paradigma de la Andalucía rica que permite que unos vivan a cuerpo de cacique mientras el pueblo permanece sumido en la pobreza y, para más jodienda, con perdón, van de progres de flauta y socialistas de pito. Si hay una zona deprimida en  la provincia onubense es el Andévalo, incluso más que la cuenca minera. Los disparates llevados a cabo en este territorio por las distintas administraciones municipales del Psoe son de juzgado de guardia. En La Torerera, término de Calañas, el impar Zarrías vendió la realización de un formidable complejo turístico rural en ese antiguo campo minero. En el cénit de su demagogia barata, el alter ego de Chaves anunció que cedía al sindicato amigo la explotación a fin de crear empleo.

 

Catorce años después de la falsedad, la gente sigue a la espera del milagro. Ni un puesto de trabajo, oigan. Eso sí, como coto de cacería queda de lo más chic. Lo que podía haber sido un motor de desarrollo económico, se convirtió en lugar de culto cinegético para los amigotes de la escopeta sindical.

 

Cuando uno lee a la exconsejera Cinta Castillo, al vicepresidente Valderas o al innombrable Méndez hablar de la titularidad y de la gestión públicas por encima de la privada, se me suben los rinocerontes a la cabeza y la bilis se revuelve hasta el vómito. Andalucía no es como está ni está como es. Andalucía es la consecuencia de décadas de gobernanza infame. Con una tasa de desempleo en la región que supera el treinta por ciento, los oligarcas de la miseria dejan la tierra muerta. Como los politicastros aborrecidos del siglo XIX. Con una diferencia: que no hay bemoles para expropiar las tierras a los nuevos señoritos de la Junta y aledaños.

 

Mientras tanto, Sánchez Gordillo y su troupe del circo de la sombra se dedican  a okupar fincas mal gestionadas. Criaturas. Váyanse a La Torerera y enfréntense al espejo de su fealdad moral. Partía de cazadores al acecho.

 

Un saludo.

CACIQUISMO DE PUEBLO ANTIGUO

Creo que es verdad por más que me falten todos los resortes del relato. Lo creo pero no dispongo de la prueba. Por tanto, mi comentario no se dirigirá al protagonista concreto sino a la figura en abstracto.

 

Parece ser que un alumno de una escuela municipal de tenis de una población costera onubense ha sido vetado para seguir asistiendo a las clases cuyas cuotas siempre pagó religiosamente. El veto se originó en el reproche verbal, no insultante ni ofensivo, que el alumno dirigió al concejal del ayuntamiento que también se beneficiaba de las instalaciones públicas si bien se desconoce si estaba al corriente del pago mensual o, como en Madrid, satisfacía su ego con el abono del gratis total.

 

Lo cierto es que el muchacho sugirió al concejal que, en vez de subir las cuotas de las escuelas deportivas, recortase de su sueldo como edil el porcentaje previsto. Una hidra, oigan. El político se enfureció hasta cambiar la palidez facial por el rojo ocular. La herida que un ciudadano de a pie infligía a un altísimo dignatario del consistorio era afrentosa. Cómo es posible semejante descortesía. En vez de plegarse a su paso, lo que hizo el miembro del populacho fue aportar iniciativas constructivas. Pues no.

 

El susodicho representante del pueblo ordenó al rebelde que abandonara las clases de la escuela de tenis. Y que no se le ocurriera volver porque la policía local tomaría las medidas de expulsión pertinentes. So pena de desacato y de resistencia a la autoridad. El incauto joven no se ha enterado de que los bienes municipales no están al servicio de los habitantes sino que son una concesión graciable de los concejales. Y cuidadito con salirse del cauce. Que los ricos siguen paseando por una parte de la plaza prohibida a los que carecen de medios. Como antier.

 

El caciquismo se mantiene en nuestras vidas. Cuanto menos cultivamos los valores democráticos, mayor lastre de dictadura arrastramos. Insisto en que no sé si es verdad o si las circunstancias distan mucho de las expuestas. Mas si el concejal actuó al modo como se describe, el alcalde debería ponerlo en su sitio. En la delegación de cultura y educación por ver si aprende que la falta de respeto no es una trompetita de juguete, sino un misil nuclear que apunta al alma de la población. Así que, alcalde, con toda mi consideración, investigue los hechos y reponga al ciudadano agraviado y excluido en esas clases de tenis que se han organizado para el bien de la comunidad y no para el lucimiento del caciquillo de turno.

 

Un saludo.

ALTERNATIUVA

Yo comprendo que Pedro Jiménez se debe a su partido. Gracias a la organización a la que pertenece, puede mostrar a la ciudadanía su talento político y su gran caudal de pedagogía. Hasta ahí.

 

A partir de esas cualidades, ni una más, salvada su categoría humana. Desde el momento en que IU gobierna en coalición con el PSOE en Andalucía, la izquierda honrada ha perdido su virtud a costa de encontrar la miseria del poder. Que se arrastren los de Griñán y Chaves, no constituye novedad. Que lo hagan los herederos de Anguita, me resulta vomitivo.

 

Pedro Jiménez y un correligionario del oficio, -que las confesiones laicas son más fundamentalistas que las otras-, el señor Mariscal, han celebrado una rueda de prensa para exponer su programa para cargarse al gobierno democrático de la nación. Hasta ahí de acuerdo. Que pidan la dimisión de Rajoy forma parte del capital de la oposición y de la moneda corriente de los ciudadanos libres que nos sentimos engañados por una forma de gobernar que poco tiene que ver con lo prometido antes de las elecciones. Por ahí, de acuerdo. Lo que resulta chocante es que, partiendo del mismo fundamento, no postule lo mismo de Griñán. Esta contradicción otorga categoría de dogma al chiste del comunista: se reparten las casas, los coches, los aviones y todo aquello que sea de los demás; pero la bicicleta, no, que es mía.

 

Sin embargo, cuando los dirigentes de Izquierda Unida dan el cante del olor a sucio y del sabor amargo es cuando se ofrecen como alternativa. En cuyo caso, debieran presentarse como alternatIUva.

 

Uno podrá disparatar sobre este gobierno del PP. Y servidor retoma la crítica con mayor acidez a medida que el esperpento crece. Ahora bien: entre este consejo de ministros y el que nos endosó Zapatero con su cohorte de aídos, pajines, pepiños, sebastianes y demás salgados, me quedo cien mil veces con el presente. Éstos son mentirosos. Aquéllos, una calamidad dañina hasta la catástrofe. Y si, por añadidura, he de esperar que se reedite la pinza de la izquierda de Torrijos, Valderas, Viera, Fernández, Aguayo y otros del montón, miren, en ese caso, que las elecciones aguarden su cita de cuatro años.

 

Tengo muy claro que la derecha gubernamental es más embustera que la gaceta que se editaba en la guerra civil. Más allá de esa claridad, está una luz que me ilumina respecto a las historias de la izquierda actual: si alguna vez llegan a gobernar, no será por el mandato ciudadano recogido en las urnas. A golpes. En el tendido del miedo elevado a terror. En la plaza de toros donde se estoquean a ciudadanos que piden libertad. En los gulags del estalinismo más furibundo.

 

Y por ahí, si que no. Puede haber alternativas al PP. Desde luego, pero no lo son IU ni PSOE. Al menos, los actuales. Es un grave problema que los pedrojimenez se mariojimenicen. Muy grave. Alternativas, sí. Esta alternatIUva, no.

 

Un saludo.