EL CORREDOR MEDITERRÁNEO
Ayer se desmarcaron. Hoy se apuntan al carro. Mañana se hará lo que aconseje el viento dominante. El año pasado, todas las instituciones onubenses aplaudieron la inclusión de Huelva en el corredor ferroviario español. Todas, menos la Diputación del Psoe y la propia Autoridad portuaria que, todavía, está en manos de una correligionaria de poca basa, escaso fuste e irreconocible capitel.
Pero los maestros de los ditirambos y de las confrontaciones acaban de modificar su criterio anterior. Ahora se suben al tren. A poco que han visto que Rajoy señala a Huelva en el mapa de las inversiones positivas, saltan, como monos de Gibraltar, al vagón de preferente. Como si hubieran sido los promotores de la idea y de la obra.
Manuela de Paz y Javier Barrero han vuelto a ejercitar públicamente su carrera política como farsantes, impostores, santurrones y tartufos de la peor muestra. La claridad y la consecuencia les son adversas por naturaleza. Cuando Zapatero desgobernó España, no tuvieron reparo alguno en excluir a Huelva del pasillo de la prosperidad. Con la complicidad y silencio de sus “amigüitos” de nuestra provincia. Qué héroes.
Ahí están. Poniendo una velita a la verdad y un cirio negro a la mentira. Si uno revisara la prensa, podría escribir la antología de la corrupción psoecialista en veinticinco manuales. veinticinco por año.
Son los corredores de fondo que parten a pie, se suben al Ferrari oculto y, próxima la meta, se disponen a cubrir los últimos metros a fin de recibir los halagos del público inconsciente. Y lo malo es que casi nadie se da cuenta del engaño.El gran enemigo de los mentirosos es la concreción. A Barrero y De paz, una ración de hemeroteca con su no a cuestas.
Así nos va.
Un saludo.
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