MELCHOR, BALTASAR Y ZARRÍAS
Rey Mago. Don Gaspar es el mayor E-Regalador de Andalucía. El hombre es un conseguidor de bajos vuelos y altos presupuestos. El visir de Chaves es el ojo que todo lo ve. Nada se mueve en la Junta sin que pase por el tamiz de su visto bueno. Negar esta cuestión es no entender la importancia del sol en la fotosíntesis. Un imposible científico.
Los niños desobedientes no reciben reyes. Están castigados porque los magos de San Telmo premian a los malos dóciles y castigan a los buenos críticos. Los intrusos de los expedientes de regulación se han colado de rondón porque el pesquisidor Zarrías así lo ha querido. De otra manera, ni pensarlo. Si encuentran entre este ejército de despreciables estafadores una sola persona rebelde al Psoe, presento mi dimisión. El casting final es muy reservado y don Gaspar no permite que una mota de polvo manche su impoluta hoja de servicios como seleccionador nacional de golferas.
Eso sí. Zarrías seguirá a lo suyo. Mandando y organizando desde la sombra. Lo que daríamos algunos para que a este padrino le pusieran el agua bautismal de la justicia y de la ley. No le deseo la cárcel. A nadie. Salvo, claro está, que algún juez lance la caña al caladero apropiado y pesque al pez gordo de la corrupción general. Entonces, sí. Tras un juicio con todas las garantías, si tiene que ir a prisión, será el Estado de derecho el que ha puesto fin a las villanías de un servidor público que se ha hartado de servirse de lo público.
Un saludo.
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