REFLEXIONES TARDOVACACIONALES
Último domigo de un agosto que dicen inhábil. Ay de la inhabilidad tan diestra de este mes. Todo parece dormitar pero la vida se revuelca en las aguas y en las arenas, en los asfaltos y en las graveras. Tiempo de infidelidades y de desleales. Agosto engañabobos.
Afirmaba Jaime Balmes que el argumento es la base en que descansa el sentido común. El sentido común requiere conciencia (que se piensa), evidencia (que no admite contradicción) e instinto intelectual (que relaciona idea y realidad). Los avisados de la política y de los negocios tienen un extraordinario sentido común. Ellos son conscientes de la posibilidad de salir adelante sin más honor que vivir a costa de quien sea. Agosto es tiempo de listos.
Los buscadores de empleo marchitan sus sopores en esta agosteña siesta de distraídos. Les da igual todo. Apuran sus penúltimos subsidios. Se quejan pero nada de nada. Para ellos, ni agua. Alguna fórmula habrá para salir de este laberinto de inutilidades. Desde luego. Lo que no hay es científico que las componga en el laboratorio de las ideas ni mecánico que las materialice en el taller de la política. En cualquier caso, si los hay, no están en el Gobierno. Y si están, se callan como muertos. De tener alguna magistral a mano, ¿de cuándo la reforma constitucional en plena canícula congresual?, ¿o es que el mandato del Banco Central Europeo ha puesto punto final al angustioso déficit acumulado, a la asfixiante deuda pública, a la morosidad aplastante, a la dosificación de créditos o al chorreo de cierre de empresas?
A ZP no le ha quedado sino copietear (como los males estudiantes) a Merkel. Como no ha visto los libros ni por el forro, va y fusila el examen de la germana. Tiene narices la cosa. Sin idea de nada, quiere saber de todo. Repite como loros pero ignora el significado.
Socialismo de puñalada y bajonazo, como critican los taurinos. Ni arte ni ciencia. Ni sentido de la empresa ni mínimo de respeto al sentido común. Estocada al toro viejo. Prefiere al enemigo inocente que al amigo del fuego propio. La izquierda de ZP se viste con playeras y se desnuda en casa ajena, la del PP. El otoño se acerca tan caliente que la torridez del estío nos va a parecer el fresquito primaveral.
Un saludo.
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