CLARO DE LUCES
Izquierda Unida juega a lo más de lo mismo. El referente de honradez que debió ser, nunca fue. Salvo casos muy contados. Las andanzas de Llamazares han sido de lo más comentado. Lo que ha tragado ese hombre con la excusa, falsa como un real de madera, de la ideología. O los festines con que Torrijos ha agasajado su estómago agradecido con la coartada de Bruselas y otras visitas al Oriente medio y al cercano Occidente. Y qué decir de las fiestas públicas de ese político cavernario, nacido en Bollullos, que responde al nombre de don Diego. Valderas. Y en cuanto a Pedro, Jiménez, cómo nos tenía engañados. Seríamos ingenuos que hasta creímos que luchaba por el medio ambiente. En realidad, lo que buscaba era el ambiente adecuado para hacer del debate municipal un trampolín desde el que realizar el salto de la carpa.
Pez de agua dulce, la carpa habita también en aguas salobres, siempre poco profundas y con densa cubierta vegetal. Claro de luces. Allá donde ha sido introducida, amenaza al ecosistema. Tal es su predilección por el plancton. Ahora, que si se ponen a tiro no hace ascos ni a los peces muertos ni a los artrópodos. Todo es según se presente la ocasión. Va y me entero de que la alcaldesa de Manilva, qué más me da cómo se llame, que, ni corta ni perezosa, se deja caer con sendas colocaciones, vía corriente eléctrica pública, de una hermana de sangre y, por afinidad, de una hermana política. A ver, si lo hacen los socios del pacto de progreso, por qué no ellos. Los socios están para eso, para ser solidarios en la salud y en la enfermedad, para los enchufes y los privilegios, hasta que la muerte cainita los separe. Luces y claros.
La continuidad de doña Petronila Guerrero en la presidencia de la Diputación de Huelva es un magnífico ejemplo de cómo se las gasta la izquierdona señoritinga. IU de Huelva ha pasado de enemigo acérrimo de las golferías del palacete de la plaza de las Monjas a comprensivo abogado defensor del alquiler más caro del mundo local. Un cambio de parecer capaz de provocar la fractura de todas las neuronas de la coherencia. Claro como la luz del día. A cuánto se despacha un cuarto de kilo de poder. Según como se postule el mercado. Hoy cuesta un ojo de la cara y mañana a lo peor todo el rostro. Y qué me importa lo que me digan. Ande yo caliente y ríase la gente.
El líder de la independencia cubana, José Martí, afirmaba que ayudar al que lo necesita es parte de la felicidad, pero no del deber. La gente de Caio Lara ha seguido bien su prédica. En Manilva, la felicidad de la alcaldesa de IU pasa por ayudar a los más menesterosos. Da la puñetera casualidad que en su pueblo, los que precisan un amparo más urgente son los familiares de la primera edil. Qué tienen que objetar acerca de la objetividad y sentido de la equidad de tan insigne miembro -miembra para la señora Bibiana- del consistorio. Le da la gana y basta. Y si quieren justicia, voten a la derecha. Qué tropa, dios mío, qué cabila, qué tribu.
Estos días del inicio agosteño en que disfruto de mis vacaciones, no puedo dejar de acordarme de las palabras de los jefazos de IU. Miren que admiro a las bases por aquello de su fidelidad a sus ideas. Pero qué fatiga me producen los de la cúspide en virtud de su deslealtad a sus votantes y seguidores. Cada día más. Son capaces de vender ideología en Las Vegas de la corrupción. Aquí no vale el "do ut des". En IU, voto que les regalas, mariscada que se meten entre pecho y espalda. Cuestión de luces. Claro. Calvo. Atunes. Carpas.
La convocatoria de elecciones generales me anima a trasladar a los sugragistas este pensamiento. Si depositan sus votos en las unas, sepan a quiénes benefician. Si estiman que IU es distinto a PSOE, alguna vez acertarán. No digo lo contrario. Pero hilen muy fino porque la mayoría de las veces es más de lo mismo. El mismo perro de luces con distinto collar de claros.
Un saludo.
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