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Francisco Velasco. Abogado e historiador

JUNTA DE BUEYES

 

 A dónde irás, buey, que no ares. Un amigo de antiguo, como los libros, tenía constantemente esa frase en su boca. Era un latiguillo irreprimible. Cabe extrapolar esa idea al psoecialismo patrio que nos ha tocado en desgracia. Dónde irá este grupo de descamisados que la corrupción no le persiga. Hic et nunc. Aquí y siempre. Es una epidemia que afecta la salud moral del cuerpo social. Muy peligrosa. Se recomienda la cuarentena pero hay que esperar que las elecciones prescriban ese tiempo de absentismo. No se pide un cordón sanitario para ellos. Ni mucho menos. Basta con que se les aleje unos años del poder, origen real de todos los males del alma.

 

Yunta de bueyes. El gobierno de Fidel y de Raúl, los Castro, ha lanzado un programa para adiestrar miles de yuntas de bueyes que suplieran en los campos del país la falta de tractores y gasolina. A falta de tractores, animales. Al campo. Yunta de bueyes en España. A falta de ley cumplida, orgía de abusos. No hay fronteras precisas. La geografía peninsular se alía con los territorios insulares para conformar un todo nacional en el que la golfería triunfa.

 

Al Norte, en el País Vasco, PNV hace su agosto, ETA cuela su marca blanca terrorista, Basagoiti se estrella en la muralla facial de Patxi López y el gobierno zapateril unta con enormes cantidades de pasta monetaria las aristas de los votos que permiten la continuidad.

 

Al Sur, Andalucía es la casa solariega del partido/secta. Desde Escuredo a Griñán, más de tres décadas de placer/autocomplacerse contemplan la degradación de la Junta. El paro galopa mientras en el resto de España avanza al trote. De cortijo a coto de caza. La nueva consejera de presidencia, Mar Moreno, niega y reniega de las prejubilaciones falsas. Con el mismo énfasis que Chaves tiraba pelotas fuera en el caso Paula/Matsa. Y de igual forma que Monteseirín dice ignorar el tema de Mercasevilla. Yunta.

 

Al Este, se entremezclan el Palau catalán, el Estatut de Montilla, la gindama independentista, el Gürtel valenciano, las agresiones al consejero de Murcia y el mare nostrum. Bueyes.

 

Al Oeste, Portugal...

 

En todas las salsas, el Psoe. Del Gal al Faisán, Rubalcaba. Mientras, la yunta de bueyes andaluza toma ventaja en la carrera contra el reloj. La avaricia rompe el saco y, con las elecciones a la vuelta de dos meses, se taponan agujeros a velocidad de vértigo. Demasiado grandes los hoyos. Apesta en exceso la pringue. Las prejubilaciones andaluzas salpican incluso a los dos sindicatos amigos que se llevan un extra por el gaje de los EREs y un plus por el apoyo comprado. CGT denunció los hechos de la presunta complicidad.

 

Delphi cerró la fábrica y las bocas se sellaron conforme la Junta aflojaba cientos y cientos de millones de euros. Silencio. La Junta canta la traviata. En Huelva construyen puentes de paja y carreteras de serrín. Griñán se escapa. La vida se va por los bolsillos agujereados de un generoso colectivo de gobernantes que, tiempo ha, perdieron la vergüenza política.

 

Pero, claro, dónde irás, buey, que no ares. A la Yunta. De Andalucía. Del Psoe.

 

Un saludo.

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