CARISMA
Fuerza irresistible. Atracción divina. Carisma. Adquirible. Difícil de preservar. Magnetismo siempre efímero. Ausencia de ego. Amor al pueblo. Se dice del líder que piensa más en los suyos que en él mismo. Búsqueda de la excelencia. Pasión en el entusiasmo y entusiasmo en la pasión. Emociones que mueven montañas. Carisma.
Imán del que sabe autodominarse y avanza con la seguridad de quien sabe alcanzar sus objetivos. Carisma del guía que rectifica y que procura el bien común al que se entrega sin límite de tiempo y de esfuerzo. Fuerza de atracción que nace de la humildad y que a todo sonríe con la voluntad profunda de afirmar su lealtad. Potencia seductora que insufla aliento al aire, luz a la flor y calor al mar. Hechizo que sirve y no es servido. Sugestión suprema que da sentido a la vida.
Lo busco y no lo encuentro. No está pero sí es. Es de un mundo no terreno que no encuentra acomodo, acaso reflejos, en el nuestro. Lo busco y no lo encuentro. Nadie está ungido por el crisma. Si acaso rociado por el óleo o perfumado por el bálsamo. Mas no por el crisma. Crisma de crismón. Carisma.
Hoy. Viernes de crucifixión. Los cristianos no celebran la muerte de Cristo. La conmemoran. El judío. Sólo en su vida se halla el carisma. Incluso en algunas hagiografías se rastrea la huella. Nada más que una leve estela. A veces quisiera revestirme del don negado de la fe para ver lo que mis ojos no iluminan. Sistema, poeta, sistema, que pedía León Felipe. Holla la tierra. Condena el ultraje. Patea el surco. Abre camino. En la tierra. Por ti. Por uno mismo. Por los demás. Sin protección divina. Cristo humano que todos los años muere. Muerto por la acción de unos pocos y la cobardía de los muchos.
Carisma. Cristo. Nadie más. En la tierra. En el cielo, no lo sé. No lo sé. No me lo creo.
Un saludo.
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