HABLÓ GUERRA, DON ALFONSO
Escribía Karl Marx que "La última fase de una figura histórica mundial suele ser cómica. La Historia sigue este camino para que la humanidad pueda despedirse alegremente de su pasado". Valga la cita para aludir a Alfonso Guerra, que no es, ni fue, figura histórica ni mucho menos mundial, pero que pasará a la reciente historia de España más por su dialéctica bufonesca e inquisidora, demagógica y nepotista, que por su acción de gobierno.
Don Alfonso Guerra, el "enmano" de don Juan, el de los "cafetitos" y el de los "caballos famélicos", llevaba un tiempo sin decir esta boca es mía. Ya la abrió y subió el pan. El que fuera "number two" del primer gobierno psoecialista arremete -cómo no- contra el PP. Calla como un muerto sobre la crisis que sus conmilitones están agravando. No dice ni mú acerca de las ansias independentistas de sus socios catalanes. Silencia todo aquello que pueda restarle campo a su eterna ambición.
Don Alfonso es un especimen curioso. Otrora podría calificarse por su singularidad. Hoy ya no. Su ingenio palidece. No así su mala l... La gracieta de turno se la hace a los populares, que son el pim pam fuego de todas las razzias políticas de los del PSOE. En Rodiezmo, Guerra ha acusado de chorizos y de ladrones a miembros del partido de Rajoy.
Él, el "enmano" que fuere todopoderoso, se atreve a utilizar tamañas descalificaciones. Dicen que en casa del herrero, cuchillo de palo.
A don Alfonso le pasa lo que a los cómicos del montón. Una vez conocidos sus chistes, nadie ríe. Se repite el hombre. No sé si es problema de la sequía de su inspiración o si el problema lo tiene en que no sabe qué hacer. Causa grima ver a determinados personajes consumirse como una pavesa. "El día en que nos vayamos, a España no la va a conocer ni la madre que la parió“, soltó el señor en cierta ocasión. El problema es, señor, que no se van ustedes y a España ya no la conocemos ni sus hijos.
Un saludo.
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