FIESTAS PATRONALES
De la patronal. De los empresarios. De la CEOE y de sus filiales de provincia. Fiestas diversas animadas por subvenciones públicas. Un gustazo.
Nadie crea que los grandes y exclusivos beneficiarios de las ayuditas estatales, autonómicas o locales son los partidos políticos y los sindicatos. No olviden a las patronales. Se llevan un buen pellizco del buey, se lo guisan y se lo comen. Ellos solitos. Hasta ahora han conseguido situarse al margen de las embestidas de la prensa. Veremos cuánto tiempo permanece el silencio.
El presidente de los empresarios andaluces, jefe máximo de la CEA, ha anunciado su voluntad de dejar el cargo. Cuanto antes. Las renuncias de este tipo no suelen ser espontáneas. Arrastran un contingente de problemas susceptibles de complicarse a medida que asoma la patita de las informaciones. El señor Herrero tiene que dar explicaciones sobre la presunta estafa cometida por la Fundación para el Desarrollo del Sur de Europa. De igual manera que debe rendir testimonio de la crisis económica de la institución que preside así como del descalabro de la denominada, jaja, Concertación social. Entre otros temas de similar calibre.
El declive del imperio andaluz sindicalista afecta, y mucho, a la patronal. Sujetos a la filosofía y a la ética del Psoe, la corrupción destilada por la Junta ha podido mojar la ropa interior del colectivo de empresarios. Recuerden hasta dónde salpicaron a Ferrán, el mandamás de la Confederación Española, hoy en prisión. Los cursos de formación están a la orden del día.
Pocas noticias han salido a la luz sobre el destino de las subvenciones concedidas y acerca de la supervisión exigible. Muy pocas. Aquello de las barbas del vecino que se rasuran, se reencarna en la relación con UGT y CC.OO. La desconfianza hacia los llamados agentes sociales crece sin pausa pero con prisa. Muchos cientos, incluso miles, de millones sobrevuelan los cielos nublados de su política.
Por cierto, nadie ha desmentido las razones de protesta de los adjudicatarios de la promoción de viviendas de Régimen Especial junto al Polígono Aeropuerto de Sevilla. En las pancartas exhibidas por los manifestantes ante la vivienda particular del presidente de los empresarios, se podía leer: “Herrero, ¿dónde está el dinero?” ¿Cuánto dinero? Una insignificancia: alrededor de diez milloncejos de euros.
Es que la gente se queja por capricho. Total.
Un saludo.
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