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Francisco Velasco. Abogado e historiador

AVES QUE VUELAN BAJO

 Es posible, perdón, es seguro, que los psoecialistas sean expertos en propaganda manipulativa. Esa propaganda engaña más que la Gaceta.
 Aves de rapiña, aves de vuelo bajo, aves de presa, aves de carroña, aves de Garoña, aves de fosfoyesos, aves de alta velocidad, aves de corral, aves de granja, aves de pienso, aves. Cómo vuelan las aves.
 Ahora el PSOE nos quiere vender el TALGO como AVE, de la misma forma que el Palacete de la Plaza de las Monjas como Palacio de Cultura. ¡Andele!, que gritan los mexicanos. El tren ya no se llamará Altaria, sino Alvia 130. El viaje tardará casi cuatro horas -qué buenas son, que nos llevan de excursión-. Casi nada. El AVE, amigos dilectos del PSOE de Huelva, alta ralea del socialismo hispano, debe tardar desde Huelva, a tenor de lo que invierte entre Sevilla y Córdoba y entre Sevilla y Madrid, algo menos de tres horas. Cuatro horas, ni hablar.
 Es verdad que la velocidad ha aumentado y que el tiempo para acercarse a Madrid ha disminuido. Es verdad. Pero más verdad es que seguimos a la cola. Si los sevillanos sólo tardan dos horas y cuarto en alcanzar la capital del reino, ¿por qué los onubenses debemos esperar cuatro horas? ¡Ah, ya lo sé! Que los de Huelva somos último furgón del tren de la modernidad de Andalucía y, claro, se me había olvidado esta contingencia. Inocente. Como los jornaleros decimonónicos que besaban las manos de sus caciques porque, de tarde en tarde, les daban un mísero salario por una inacabable "peoná", los ciudadanos de segunda que habitamos esta Huelva de nuestros amores, debemos agradecer a la pandilla de don Javier y de don Mario la presencia del AVEcilla. ¡Qué buenos son y cómo se divierten jugando a la política de "esto para ti, esto para ti y eso para los negritos"! Los negritos, lectores, somos los del DOMUND. O sea, ustedes y este que les escribe. Esto, el parné, ni para ustedes ni para mí. Para salarios de categoría, los que perciben quienes sonríen (se cachondean) en el Alvia inaugural. ¡Qué vergüenza!
 Un saludo.

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