GRIÑÁN, EL ROJO
El presidente andaluz, Griñán, que es "más rojo que Aguilar" (menuda rojez la de ambos), ha pulsado el botón del pánico. Ahora. Cuando nos hemos dado un trompazo de mil pares de demonios, ahora pulsa el botón y alerta: "hay que forjar una alianza entre toda la sociedad para evitar que la Educación se nos vaya de las manos". Pero hombre, Griñán, sea honrado, sea veraz, sea justo, sea ecuánime: la Educación no se nos ha ido de las manos. Se les ha ido a ustedes, a los mandamases del Partido Socialista que, durante tres décadas, han hecho de la Consejería una caverna; un refugio de amiguetes; un templo pagano que ha pisoteado los principios de igualdad, mérito, capacidad y publicidad; una alcancía sin suelo; una nave a la deriva. No traspase "su" responsabilidad a los andalucitos de a pie.
¡Quién puede creerle si sus palabras son una fuente de contradicción: "El PSOE siempre parte de la libertad, pero no somos liberales"; "creemos en la igualdad, pero no en el igualitarismo"; "los socialistas son los únicos preparados para favorecer una salida a la crisis". Mire, sr. Griñán, que los andaluces somos buenos pero no tontos, acaso poco instruidos pero muy cultos, bastante ingenuos pero nada ignorantes. No quiera tomarnos el pelo más tiempo. Ya basta, hombre, ya basta. Y siguiendo su discurso a los socialistas, a los suyos, que los demás contamos poquito: "sólo tengan miedo al miedo". Eso sí, ahí sí, en eso estamos de acuerdo. Tengan miedo al miedo, no sea que mañana pierdan las elecciones y se acabe el dulce despertar del pingüe sueldo, del coche oficial, de la comilona gratis. Tengan miedo a ese miedo y apréstense a salir con dignidad y elegancia de la Junta, no sea que su actitud recuerde a la de Ibarretxe ante Patxi López.
Sr. Griñán, más rojo que Rosa Aguilar, miles de ciudadanos que no somos del PSOE, pero sí más socialistas que usted y Rosa Aguilar juntos, estaríamos dispuestos a firmar una alianza para sacar a nuestro sistema educativo de su postración. Muy dispuestos. Pero con las cartas boca arriba, sin naipes marcados, con interlocutores válidos.
Permítame que le pida un aval: mande a sus centros docentes a la legión de profesores militantes del PSOE que ocupan jefaturas de servicio, de sección o de negociado en las distintas delegaciones de Educación y, en su lugar, reponga a quienes siempre debieron estar: a los funcionarios de la Administración General. Del mismo modo, con esos "Einsteins" de pacotilla que están al frente (es un decir) de las Direcciones Generales de esa Consejería. En cuyo caso, podría creer una "mijita". ¿Sí o no? Va a ser que no. ¡Viva Andalucía libre de demagogos!
Un saludo.
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