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Francisco Velasco. Abogado e historiador

RIENTES, SONRIENTES, ¿HIRIENTES?

 Les recomiendo un ejercicio de percepción visual psicológico-artística. Observen la fotografía central de la portada de El Mundo de hoy, martes, 12. Fíjense en los rostros de dos de las ministras (¿de cuota?) de Zapatero. Presentan una de las estrategias de distracción de la gravísima crisis económica que padece el país. Anuncian la píldora postcoital. ¿Sonríen estas señoras de manera beatífica en virtud de la importancia de su decisión? ¿Se ríen de la gracia de entretenimiento que despliegan? ¿Están pretendiendo herir con esa muestra de dentadura a lo Pantoja a quienes ellas saben?. Este articulista estima que la pretensión de las ministras abarca las tres opciones pero se resumen en una pose: la del cachondeo, con perdón de la expresión.
 Les aseguro que no entro en los aspectos moral e ideológico de la medida de Trinidad y Bibiana. La concepción moral es interior, íntima, personal, relativa. La componente ideológica implica adecuación coherente de los actos a las ideas políticas, religiosas y éticas. No quiero tomar parte en discusiones sobre estos temas porque en ellos suelen colisionar los derechos de las personas. La libertad de cada uno halla su límite en el respeto a la libertad del otro. Mi respeto hacia el sexo pasa por el respeto a la consideración que del mismo tiene cada persona, siempre que no medie violencia ni intimidación ni chantaje entre sus protagonistas.  Respeto absoluto al hecho y comprensión máxima hacia las personas.
 Les traslado mi sentir hacia la dimensión médica de la resolución de las señoras Aído y Jiménez. Según la ginecóloga Isabel Serrano, "el producto es seguro, tiene un riesgo muy bajo, similar al de otros medicamentos que dispensan sin receta las farmacias", y añade que, en base a la Organización Mundial de la Salud, es prácticamente inocuo. Sin embargo, dado que esta píldora posee un carácter anticonceptivo y no abortista, parece ser que la inocuidad no es tal. Así, la propia señora Serrano,que es Presidenta de la Federación de Planificación Familiar, ya advierte de sus contraindicaciones: que se tome una vez que el embarazo ya se haya producido, que las mujeres sean hipersensibles al principio activo, que padezcan una insuficiencia hepática grave, que se consuma de manera abusiva. Hay otras. No es, pues, un fármaco inocuo. No es una pastilla Juanola.
 Les manifiesto, en consecuencia, mi preocupación por dos razones que se derivan de la "jugada" política de tan graciosas ministras. La noticia, en sí, carecería de repercusión social. Y, como ya he repetido en diversas ocasiones, el "no dejes que la verdad te estropee una buena noticia" se está convirtiendo en moneda de uso corriente no sólo entre los periodistas, sino entre quienes usan el periodismo como un vehículo de difusión de intereses espurios. Así, el intríngulis de la información no se halla en la píldora, sino en sus aspectos humanos, subjetivos, humanísticos, jurídicos, sociales, familiares y un largo etcétera. El nudo gordiano radica en que esta píldora se expenderá en las farmacias sin receta médica y sin límite de edad. Ahí está el quid de la cuestión. Ahí tenemos el detonante de la polémica. Ahí surge la maniobra distractiva.  Ahí encontramos la causa de sonrisa/risa hiriente de las responsables (es un decir) socialistas de Sanidad y de Igualdad.
 Les pido reflexión en este punto. Sensatez y sentido constructivista. ¿Puede una niña de 13 años adquirir este medicamento? La respuesta es sí, pues no se ha establecido límite de edad para comprarlo. ¿Es posible que este fármaco se expenda sin prescripción de la correspondiente receta médica? La respuesta es sí, pues así se ha declarado oficialmente.
Mi respuesta es no. Es no porque la defensa de los menores es la defensa de los débiles. Y es no porque no hay medicinas inocuas. Si lo fueran, se venderían en kioscos o en el Corte Inglés. No es el caso.
 Les solicito, en fin, que vuelvan a mirar la faz, por separado, de una y otra ministras. Para mí que Trinidad contiene más el gesto y congela su risa en el tránsito a la sonrisa. Hiere menos en su contención/continencia. El de Bibiana me resulta hiriente. Si la cara es espejo del alma, ... Mientras Vd. goce de esos privilegios, ministra, a los demás que les den...paro.
 Un saludo.

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