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Francisco Velasco. Abogado e historiador

DEL PRIMERO DE MAYO AL DOS DE MAYO

 París, 1989. La IIª Internacional resuelve en 1889 recordar el ejemplo de los obreros ejecutados en Chicago, tres años antes, por reivindicar la jornada laboral de ocho horas.
 España, 2009. Ningún sindicato reivindica la muerte anímica, moral, de más de cuatro millones de trabajadores que han perdido su empleo. Silencio cómplice ante un Gobierno inepto.
 "De la crisis se saldrá por la vía social". Qué vía social, Zapatero, ni qué bobada. La vía social es la defensa del empleo. La vía social es el rechazo de la injusticia. La vía social es la reactivación de la economía. La vía social es la erradicación de la pandemia de expedientes de regulación de empleo. La vía social es la ayuda financiera a las empresas. La vía social es la financiación sin contrapesos de los bancos. La vía social es la información veraz a la sociedad del fondo de la crisis. La vía social es reconocer la eficacia de las medidas gubernamentales. La vía social es el mantenimiento de la garantía de las pensiones. La vía social es el desarrollo sostenible y la inversión en programas de infraestructuras. La vía social es que los ricos paguen más impuestos que los trabajadores. La vía social es que los desempleados no pierdan la vivienda por no poder pagar una hipoteca para cuya concesión empeñaron media vida.

 La vía social, Zapatero, es que los jóvenes y las mujeres no sean los más perjudicados por la espiral imparable de la destrucción de empleo. La vía social es eliminar el creciente umbral de pobreza. La  vía social es acabar con los paraísos fiscales. La vía social es la más justa distribución de la riqueza. La vía social es gobernar con el propósito de beneficiar a todos los ciudadanos y no a los sicarios pancistas que aplauden con las orejas los mayores desatinos del caudillo.
 La vía social, Zapatero, aunque tú no la quieras, es la de la Iglesia, cuya política de auxilio y de abnegación debiera avergonzarte. Te recuerdo, Presidente, que fue el Papa Pío XII quien en 1954 apoyó la festividad de los trabajadores bajo la advocación de San José Obrero.
 ¡Ojalá reine la sensatez y la paz social! Que nunca el uno de mayo pueda convertirse en un dos de mayo.
 Amables lectores, este articulista se va a tomar dos días de descanso. Confío en reanudar mis escritos al cabo de las mismas.
 Un saludo.

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