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Francisco Velasco. Abogado e historiador

ACTUALIDAD POLÍTICA NACIONAL Y REGIONAL

DIGRESIÓN COMO AGRESIÓN

 

Si existe un virus letal en los partidos políticos, es el de la digresión. La digresión es un efecto rompedor. Y lo es porque cercena el hilo de los discursos al referirse en ellos a asuntos no conexos con lo que se está tratando. Los congresos políticos son conferencias periódicas que se celebran con el fin de debatir cuestiones y programas que habrán de servir de guía a las distintas formaciones. Tal es la fuerza vinculante de los congresos, que de ellos salen elegidas las juntas directivas que, durante el período intermedio al siguiente, se convierten en los máximos órganos de dirección. 



El congreso expresa el poder soberano de las bases militantes a través de los delegados electos para acudir al mismo. El pensamiento único es la base esencial sobre la que reposa la unidad del partido. Y esa unidad de pensamiento se recoge, entre otros aspectos, en la unidad de acción de sus militantes cara a la sociedad. Unidad. De pensamiento y de acción. Preocupante. La pluralidad no encaja. El signo distintivo de las democracias frente a las dictaduras se combate desde los Estatutos y se impulsa desde los congresos. Esclarecedor. Lo del mandato imperativo proscrito por la Constitución tiene aquí su nido. Pues muy bien.

 

Los nuevos sacerdotes de la pureza fundamentalista hallan su alter ego en la impureza de sus prédicas. Los pastores del rebaño son los lobos del miedo de los corderos. La codicia encuentra su contrapunto sagrado en los préstamos usureros de algunos bancos. La lujuria suele residir en los popes de la castidad a machamartillo. Menos caperucitas, lobo. Pujol pasó de ser látigo fustigador de la corrupción a confesor obligado de la maldad de su fusta. Lo de presumir y carecer van de la mano.


El pensamiento único del Psoe o del Pp o de UpyD o de Iu se concreta en el despótico “o lo tomas o lo dejas” pero se deposita en el incunable de la democracia de los partidos. Los congresos muestran un mar de calma que trata de ocultar la tempestad previa. Antes de la cita congresual, van a la gresca si bien endulzan sus diferencias en la leche condensada de sus abrazos públicos. La digresión es total. De sexo, de gestión, de política, de administración, de ideología. Uno tiende al sur de  Libia y la otra al norte de Egipto.

 

Los fontaneros de las delegaciones provinciales se apresuran a reparar las cañerías de la organización. Por los desagües, los votos se pierden a chorros y, por las cloacas, el dinero de la corrupción se dirige a bolsillos de directivos. Do ut des. Cui prodest. Esta gente no atiende a más razones que las del interés material. Se juegan mucho en la apuesta.


Hay jugadores que no buscan ganar. Persiguen el equilibrio aunque sea inestable. Ignacio Aldecoa nos dejó una magistral muestra de la digresión. Se resume así: alguien preguntó a una señora el nombre de la estación de tren en que se había detenido. En su lugar, contestó un señor sentado junto a ella: pero no hay cantina y, además, si la hay, el vino no es bueno y no quita la sed. 

El pensamiento único no es tal. Lo que es singular -ay de quien se mueva- es la imagen. La sonrisa etrusca. La mano no se apoya en el hombro de la mujer. La mirada no se pierde en el infinito. Se contiene para no llegar al cuello. El hilo del discurso es que la diferencia dialéctica no es fruto de la lucha por el poder sino resultado feliz de un partido democrático. 



 

Menos decir la verdad, cualquier cosa. Nadie espere lo contrario. No sería del grupo de Mariano, San Chez, Rosa magenta o Lara. Mucha suerte a los inminentes comicios electorales. Los nombrados son y están. Se está a la guarda del explosivo adviento de una nueva fuerza, cuyo objeto es loable mas cuyos sujetos nos darán argumentos para llorar. Ríos de lágrimas. Ellos son la digresión elevada a la potencia mil.

FALTA DE CONTROL

 

 El que no corre, vuela. El deporte nacional español es echar la culpa a los demás. UGT es uno de los plusmarquistas mundiales de la especialidad.

 

En el asunto de los cursitos de (de)formación, se les ha visto tanto el plumero que hasta la fábrica de plumas de oca y tiro porque me toca, les está reclamando devolución del pastizal. Los de UGT dicen que les registren, que lo que se da no se quita. Y de devolver, se apresuran a replicar, nada de nada. Que si la Junta es un hato de ineptos que no controlan más allá de los vuelos de las moscas, que no vengan ahora a sacar al santo de su peana.

 

Carmen Castilla y Sánchez Maldonado forman el dúo metepunta. Meten el dinero en su bolsa y la punta en la desvergüenza. Entre la primera y el segundo, la casa sin barrer. Sin embargo, pillo el segundo, pícara la primera. La sucesora de Pastrana y Fernández, más lista que el hambre, reprocha a su Junta del alma su falta de claridad, transparencia y rigor y que van a demandar a sus amigos ante los tribunales para que éstos depuren responsabilidades acerca del seguimiento de los fondos. Toma ya.

 

La señora Castilla tiene su partecilla de razón. Cuantos más pecados de la Administración suministradora, menos rosarios de la Administración suministrada. UGT se queda con la millonada y el PSOE apechuga con el marrón. Al final, después de tirarse trastos de juguete a la cabeza, se ponen de acuerdo, firman la paz y el paripé se consuma. Eso sí, de devolver el dinero, tararí que te vi.

 

Pues así estamos y así seguimos. Falta de control. Y de vigilancia y de inspección y de revisión. Falta de un Gobierno serio. Falta de todo. Ya lo decía el gran Albert Einstein: “No pretendas que las cosas cambien si siempre haces lo mismo”.

 

Un saludo.

EL DÍA DE SAN CHEZ

 

 No se encuentra en el santoral. Por más que miren, este santo no está reconocido. Es imposible otorgar esa cualidad a nadie en vida. En este caso, confiemos en que su muerte esté muy distante.


El nuevo secretario general del Psoe, distinguido pupilo de Dª Susana, no consigue sus alas y, con ellas, remontar el vuelo. El efecto-rémora Rubalcaba pesa toneladas. Las corruptelas del partido se miden por unidades de millar. No se puede exigir al futuro San Chez milagros imposibles. No obstante, un poco de fe en su persona.


Su reunión con Artur Mas en Barcelona nos proporciona una dimensión aproximada de su evangelio terrenal. En un intento desesperado, don Pedro quiere convencer al todavía presidente de la Generalitat sobre la renovación del pacto constitucional y su rechazo a la consultita de las narices del derecho a que una minoría decida lo que legalmente corresponde a la mayoría. No hay beato ni santo capaz de bajar del burro a don Artur. Sobre todo, después del caso Pujol y de la presión intensa de Ezquerra.


A falta de este pan semi eucarístico, San Chez ofrecerá al sucesor de Pufol, digo de Pujol, y de Montilla el aguado vino del estado federal. Antes de decir pío, el líder, ejem, del Psoe ya se ha mostrado contrario al artículo 155 de la Constitución. Resta por conocer si respetará el 161 cuando el Constitucional suspenda la convocatoria de la consulta catalanista una vez Rajoy ordene impugnarla.


Hay gente que se lía la manta a la cabeza y arremete contra cualquier bulto sospechoso. La ley es, hoy por hoy, un bulto muy sospechoso. Lo mismo conviene que alguien se dé un testarazo morrocotudo para que los que vengan detrás comprendan lo doloroso del chichón. La teoría del aprendizaje por ensayo y error me disgusta. Pero qué vamos a hacer si no se puede encerrar en un manicomio o en una cárcel a los que no quieren aprender.


Nadie espere un milagro de San Chez. Ni siquiera curar un leve resfriado. El hombre no está para esos techos.

 

Un saludo.

MIRA POR DONDE...

 

                 El periodista Jesús Cintora tiene alma de tribulete ventajista. El presentador de la casa Telecinco suele tomar partido por la nueva nomenclatura de moda pero a efectos de audiencia, no vayan a creer que el mozo participa de las austeridades institucionales de sus “amigüitos” de conveniencia. Muy afecto a las prédicas de la anticorrupción, el ilustre trencilla televisivo silencia como sea cualquier alusión a las desventuras del gran jefe Berlusconi. Hombre, con el pan no se juega. Al patrón, ni mentarlo, que viene la parca del despido y a ver cómo sigo dando la traca.

 

                Hoy tocaba el turno de invitado a Alfonso Guerra. Y mira por dónde, el pepito grillo de Felipe González expuso una tesis que servidor comparte. Le faltó, eso sí, la seriedad de la exposición. Comparto con Guerra la tesis de que la política económica que aplican las instituciones europeas y los Estados miembros de la UE ha provocado que los "neofascismos" y los "neocomunismos" hayan "renacido de sus cenizas". Es una tesis más antigua que el papel de fumar pero no por ello actualísima.

 

            No obstante, al exvicepresidente le ha faltado añadir otros factores desencadenantes del advenimiento de los neoextremismos. Es la clase política que, por activa o por pasiva, por acción o por cobardía, ha provocado una sensación de asco generalizado entre la ciudadanía española. Él mismo no ha sido ajeno, ni muchísimo menos, a esta práctica del nepotismo y del enchufismo. A los más jóvenes les invito a consultar las andanzas de su hermanísimo Juan, el de los caballos famélicos, también conocido como “mienmano”.

 

            Sin embargo, con todo lo listo que Alfonso es y con los kilómetros histriónicos que lleva a cuestas, el otro invitado de Cintora ha conseguido, a su costa, la propaganda que necesitaba para seguir postulándose como candidato a la alcaldía de la capital de España. Y Guerra ha entrado a su muleta, de falso natural, como un morlaco embebido por el olor de la franela. El trotski de pacotilla de Pablo se propuso torear y a fe que lo logró, con la inestimable cooperación del defensor del berlusconato.

 

                Mira por dónde, el trasquilador de ovejas salió trasquilado por el cordero con alma de lobo feroz.  Mira por donde, las encuestas avisan del sorpasso al Psoe por las huestes -hoy ciclistas y mañana ferrarísticas- del gran pastor de los descamisados que antes fueron de don Alfonso. Mira por dónde, el sevillano ha recibido la corná allá donde la espalda pierde su casto nombre. Si es que los años no perdonan.

 

Mira por dónde, si el partido que fuera de González cae en manos de San Chez y la Iglesia de Pablo se construye un templo sobre las ruinas de la casa que nunca fue del pueblo. Cosas veredes.

 

Un saludo.

LA VERDAD QUE LA PAZ

O la injusticia al desorden. De Unamuno a Goethe. Cuestión de prioridades, que no decisiones sin fundamento. No cabe esperar sinrazones, exceptuadas las expresas en momentos de incontinencias verbales pasajeras, de ambos genios del pensamiento.

 

Las vacaciones prolongan el ánimo de relax allá donde los sentidos nos llevan. He pasado dos semanas en la castellana y cosmopolita Salamanca. Pasear por sus calles, participar del mensaje de sus piedras, advertir la fuerza de la fachada pese al vacío existencial interior de la edificación antigua, pisar el suelo que hollaron ilustres antepasados, entre otras actividades del común, vienen a enriquecer las rutinarias actuaciones de quienes nos atrevemos a mirar con ojos críticos la realidad que nos rodea.

 

Mi comentario se somete al tantán de la historia que celebraron los grandes y se abriga en la tupida malla de los que no cayeron en el hechizo de la seducción gracias a la férrea voluntad de su ánimo. Antes la injusticia que el desorden, manifestó el alemán, mientras el español de Bilbao reivindicaba el poder de la verdad sobre la entelequia de la paz presunta.

 

El orden establecido como fuente de injusticias constituye una descalificación reaccionaria que encuentra su acoplamiento en la innecesaria sed de venganza de las turbas. La revolución francesa se cobró millares de vidas en su insaciable ánimo de poner fin al régimen político que presenció y padeció. Sin embargo, ni es válido cualquier orden al precio de cualquier injusticia ni la injusticia avala el orden preestablecido. El desorden, entendido como caos, se convierte, así, en madre de todas las injusticias. Goethe no era un animal ávido de maldades. Sencillamente, un hombre capaz de distinguir la machadiana voz del rimbombante eco.

 

Y Unamuno. No saquen su expresión de su contexto lógico. Antes la verdad que la paz es un alegato demoledor contra los prudentes travestidos de cobardes y contra los embaucadores políticos. Millán Astray venció y trajo la paz pero se apartó de la verdad. La paz de los cementerios y la paz de los sans culottes de la libertad no pueden imponerse a la verdad de una España mutilada por el odio. Mala cosa es trasladar al pueblo las bajezas del  líder. Cuando la duda no fustiga nuestro espíritu, el resultado es el error de la soberbia. La verdad se encuentra si se la busca desde la humildad. La paz adviene cuando la verdad prevalece. Una verdad que no reside únicamente en la razón, también en la fe o en la esperanza, pero sobre todo en la libertad. En la libertad que nace de la igualdad. 

 

Ellos pueden pero nosotros podemos. Dónde el desorden y la injusticia, dónde la verdad y la paz. Dónde el establishment, dónde la subversión jurídica. Dónde la guerra, dónde la pasividad del conforme. Dónde estamos y a dónde nos dirigimos.

 

Un saludo.

A LA ESPAÑA RICA EN LENGUAS

 

 Algunos dirán que a una nación, una lengua. Yo digo que no. A una nación plural, lenguas diversas. La riqueza se presenta bajo formas distintas. Una de las más floridas y espectaculares es, sin duda, la lengua.

 

El plurilingüismo está consagrado en nuestra Constitución. Sin embargo, ese reconocimiento es un acto jurídico que cumplimenta una realidad natural de siglos de convivencia. Cualquier movimiento tendente a ultrajar esta naturaleza debe ser repudiado. Es propio de quienes postulan por la fuerza la existencia de un pensamiento único y, por añadidura, de quienes defienden una dictadura.

 

Admitir el castellano como español es una solución aceptable e incluso plausible dada su extensión por todo el territorio del Estado. En la España de las Autonomías, de los reinos, de las federaciones, de los cantones  o de las unidades administrativas más pequeñas que queramos imaginar, lo plural  es soberano. El patrimonio lingüístico nos muestra esa soberanía. Una lengua no hace Estado. Una sola lengua sí puede derribar la estructura democrática de ese Estado.

 

La defensa institucional del castellano, del catalán o del gallego, forma parte de los factores de cohesión del país y no de su disgregación. El error de algunos, acaso de forma consciente a fin de buscar la discordia, estriba en identificar al español con el castellano. No es así ni debe serlo. Tan español son el gallego y el valenciano como el castellano. Sin embargo, sí es el castellano la lengua de casi cuatrocientos millones de habitantes que pueblan naciones diferentes.

 

En nuestro país, sus diversas lenguas deben convivir en armonía. Ninguna debe tratar de imponerse a las otras ni, mucho menos, arrinconarlas. De hacerlo,  los pacientes de la barbarie son los propios ciudadanos y su derecho a la riqueza material y, por supuesto, inmaterial. Más de una vez he mostrado mi deseo de que el propio sistema educativo asuma como obligación el aprendizaje de las lenguas españolas, al menos en igual medida que se fomenta el estudio de las extranjeras. Si la lengua comporta diálogo y comunicación, contribuirá, asimismo, al entendimiento de todos los españoles en cualquiera de los territorios que integran el Estado. Igualdad de oportunidades para expresarnos donde a nuestro interés convenga. Por encima del oficialismo legal y de las casposas imposiciones tardofranquistas.

 

No dejo de alegrarme cuando en París o en Londres practico mi francés y mi inglés. Igual que me lamento cuando en Santiago o en Tarragona no puedo hablar el gallego o el catalán, con independencia de que todos nos entendamos en castellano. Es una triste sensación. La misma que me produce cuando en Villarreal de Santo Antonio, frente a la Ayamonte española, los comerciantes portugueses dominan el castellano y los españoles no sabemos ni chapurrear el portugués.

 

Cosa de discriminación, oigan. De prepotencia. Y eso no vale. Que no.

 

Un saludo.

LOS NEGOCIOS DEL CIVILIZADOR

 

 

         Otro de los que se convierten en rehenes de sus palabras y de su demagogia, de su talante falso y de su talento enclenque. No me refiero a  Iglesias, que igual entra en la lista pasado mañana. Hablo de Zapatero.

 

                Un Confidencial recoge la noticia de la visita de ZP, junto a “beatino”  Bono y “desatino” Moratinos, a Guinea, la antigua colonia española en África. Unos dicen que su presencia en el país de Obiang se debió a la defensa de los derechos humanos en aquella dictadura. Otros, en cambio, contrarían esa tesis aduciendo que si han ido a ver a Teodoro, es por negocios puros y duros. A saber.

 

            Según una ministra del gobierno del aborrecido Obiang, la razón es la segunda. Y manifiesta, indignada, su vergüenza por la doble cara del expresidente español. Antes, ni por asomo viajaría al país. Ahora, sí y por razones nada altruistas. Lo que hay que cuestionarse es la verdad del asunto. Si ZP es un comisionista al uso, si un renegado de sus pamplinas aliancísticas o si un adelantado contra la feroz dictadura del país. Para mí, que la tercera vía, no.  

 

         Sería interesante que Zapatero disipara dudas. No es por nada. Simplemente para rechazar los ataques al simplismo ideológico que tantas controversias provocó y demostrar que, pese a sus carencias intelectuales, posee el patrimonial de la honorabilidad. Algo de lo que se ha desprendido, abruptamente, Jordi.

 

        Vivir para ver.

 

       Un saludo.

QUÉ JUNTA LA UGT

 

A Emilio de Llera, el nada melifluo consejero de justicia de la Junta de Andalucía, le importa bien poco el cachondeo de las facturas falsas de UGT. Le importa un bledo. Al señor De llera, la gestión de la justicia le viene grande.

 

Hasta la propia Susana ha desautorizado al señor fiscal en excedencia o en servicios especiales. La Junta, más temerosa de lo que ha de venir, ha decidido personarse de inmediato en la causa del posible fraude de las subvenciones de UGT. Hombre, que se cuenta por millones el desfalco a la hacienda andaluza. Cómo es que no le importa un tema de este calado y sí se preocupa por pamplinas de partido. A no ser, claro, que nos maliciemos que el interés en conocer la verdad dejará al descubierto las maldades de algunos.

 

La corrupción de la Junta de Andalucía no tiene techo. Por acción o por omisión, la Junta es sujeto agente de la misma. Sus dirigentes saben que, a pesar de todo, pueden seguir encaramados en lo alto de la taza del váter. Es cuestión de equilibrio, de filigranas posturales y de resiliencia. Son muchos años de ejercicio continuado y, como saben, el aprendizaje descansa en la ley de la repetición.

 

He ahí que De Llera sea un representante público de esos ejercicios tan poco glamurosos y tan desmedidamente propios de quinquis.

 

Un saludo.

CARROÑA

 

 Lo de Pujol estaba más claro que el agua. No hay más mentiroso que el que se cree sus propias mentiras y las difunde con el suave tintineo del llamador de ángeles. Cuando El Mundo abrió las compuertas de la noticia, raholas por doquier acusaron a Pedro Jota de un infundio maquinado para atacar a Cataluña. Ahora se deberían comer sus excrementos dialécticos. Sin embargo, saldarán su deuda con el perdón formalista que no dignifica si no se acompaña de la contrición manifiesta.

 

La carroña evidenciada por Pujol no es un elemento puntual de cómo la guadaña hace su trabajo. Vendrán nuevos pujoles. Nadie piense que con el señalamiento del rey catalán en la sombra, acabaron los problemas de los grandes popes de la política española del último medio siglo. Los drones de la información reactivan sus vuelos. La destitución de Pedro J. ha aquietado momentáneamente el estado de la cuestión. Altísimas cabezas de la reciente democracia tendrán que exponerse al juicio sumarísimo de los medios. Algunas de ellas rodarán para regocijo de las muchedumbres ávidas de sangre.

 

Es mucha la penuria que padecemos y muy desvergonzada la mayoría de la media y alta clase política como para resistirse al abucheo generalizado. Las raholas que en el mundo son han hecho de su periodismo, manipulación y de su ética, una inmundicia. Si vergonzante es la corrupción, no menos lo es el conjunto de ovacionadores profesionales del corrupto. Esto no se arregla con un “yo no podía desconfiar de Jordi”. De Jordi y de las raholas.

 

Los bocados a la limpieza democrática están afectando a su arquitectura ósea. Urge una cirugía reparadora del organismo. Pero antes, deben salir a la luz las golferías de otros sujetos que con Pujol compartieron mesa, mantel, privilegios y complicidades.

 

Nadie crea que Pujol es la coronación del sistema. A poco que la policía termine su trabajo y los superiores pulsen el verde del semáforo de la publicación, podremos llorar de pena y de angustia por la no sorpresa.

 

Un saludo.

EN BOCA CERRADA

 

 No entran buitres. En este caso, dada la apertura de la cavidad bucal, no vale lo de moscas. Son poca cosa. Eso de la propiedad de los silencios y de la esclavitud de las palabras suele ser, en general, signo de prudencia pero al tiempo manifestación de cobardía. Lo ideal es hablar cuando se debe y callar cuando procede.

 

Jesús Ferrera, todavía secretario de (des)organización del Psoe de Huelva, no se ha labrado los ascensos dentro del partido siguiendo esta máxima universal. El hombre se ha proclamado campeón en su especialidad de descontrol y de mal manejo de su formación política, merced a sus indudables cualidades para lanzar mensajes esperpénticos que dañan el oído de los ciudadanos más sensibles a las explosiones imprevistas. Decir, como recoge la prensa, que la Junta realiza un trabajo incesante para combatir el paro, son ganas de fastidiar al personal, de pinchar las ruedas de la verdad y considerarnos a todos los andaluces reos de lesa estupidez.

 

 Son ganas de mentir a conciencia de que la mentira es insoportable. Por otra parte, en su papel de caja de resonancia de las hazañas de Susana Díaz, -en Román paladino, de pelotillero oficial de la presidente-, el señor Ferrera refiere no sé qué lamentables estulticias acerca del programa de inclusión social, de ayuda a la contratación y otras extraordinarias medidas inútiles que convoca este inepto gobierno andaluz.

 

Pero hombre, Ferrera, preocúpese de que nuestra Comunidad deje de besar el polvo de la Autonomía con más desempleo de España, con mayor índice de corrupción institucional, con mayor desamparo social y, después, cuando se haga con fundamentos, diríjase a la ciudadanía y cuéntele los avances reales y no las fantasías indecentes que nos traslada.

 

Deje de hacer promesas que va a incumplir sí y también. Abdique de las mamarrachadas al uso, sobre todo en esta época de proliferación de  monosabios y de mamporreros del poder.  Por una vez, actúe con sensatez. Cierre la boca. Porfa. O hable como es debido a ciudadanos libres.

 

Un saludo.

SIMPLE MALA LECHE

 

Si en vez de llamarse Carmen, se llamara Carmelo y si en lugar de ser secretaria General de UGT, lo fuera de USO, el sindicalista Carmelo de Unión Sindical Obrera estaría lapidado a estas alturas de la historia. Sin embargo, como los vientos del feminismo y del antimachismo proceden de la madre que parió al poniente y de la que engendró al levante, el subjetivismo clava sus uñas afiladas según la carne que corresponda. Es decir, que si se busca un mínimo de coherencia en los discursos de los políticos, mejor que griten en el desierto.

 

La actual jefaza del sindicato hermano del Psoe es una mujer de enorme personalidad cuyo ego nada tiene que envidiar a su poder.  Ya se refería ella a su aspecto físico cuando aludía, así como de modestia pasada, a su apariencia de jovencita treintañera.  Ahora, al cabo de unos meses de su coronación como reina de los trabajadores, que ya hay que tener jeta, la señora Castilla se destapa como una gran crítica de la estética femenina. Por encima de ella, Carmen Castilla. Y punto. Desde luego, Susana Díaz, no.

 

Toda la sustancia del mensaje de la ugetista de tronío es la incomparable fealdad de la presidente de la Junta. Nada que decir sobre su gestión gubernamental ni acerca de sus méritos políticos o profesionales. Con lo fea que es, dice. Igualico que ella, mucho mejor en todo que su conmilitona, subraya su predecesor en el cargo, el imputado Fernández.

 

En Hispanoamérica, sociólogos denuncian las ofensivas machistas contra las mujeres procedentes de las propias señoras.  Entre los elementos de ataque inter féminas, los expertos en esta materia se detienen en tres. Uno de ellos se refiere a los éxitos de ellas. Así, en lugar de alegrarse del éxito ajeno, el lamento y la envidia fructifican hasta procurar el tropiezo de la triunfadora. El síndrome es universal por más que en determinados lugares, la enfermedad alcance estadísticas alarmantes. 

 

A poco que la conversación telefónica entre la señora Castilla y el señor Fernández hubiera dispuesto de tiempo e intimidad para las confidencias, lo mismo se deja caer la de los treintaytantos con que es más fea aún si no se depila o se maquilla, o que es por su posición social que sea una robanovios y un largo etcétera de lindezas.

 

En suma, en vez de preconizar el respeto a los derechos femeninos y demostrar que se lucha por dignificar el rol de la mujer, al paredón con ellas. Sobre todo con quienes, de izquierda feminista, pueden hacer sombra a las feministas de izquierda. Con lo cual, ni de izquierdas ni feministas. Machistas redomadas disfrazadas de luchadoras por la mujer.

 

Un saludo.

CURA DE SOCIALISMO

 

Que dice Pedro Sánchez, el nuevo secretario general de Susana Díaz, que los males de España tienen cura si se aplica la dosis de socialismo adecuada. Por ejemplo: los dirigentes del Psoe de Andalucía podían haber reventado la caja de caudales de Empleo. Si en lugar de dejarla vacía, le hubieran puesto un misil, nadie se habría dado cuenta de quién se ha llevado el dinero. Un accidente. Socialismo made in Ferraz. Lo mismo con las mordidas de UGT, el sindicato hermano. Ni reforma laboral ni leches. Si Pastrana, Fernández y amigos mártires se hubieran dejado del veinte por ciento y se comen desde los pies a la cabeza, la dimensión del festín se quedaría en especulaciones sin  pruebas. Pero claro, son tan morigerados estos médicos de la sociedad civil, que por no gastar en recetas, no aplican los remedios más eficaces.

 

Que, respecto a Cataluña, que todo es culpa de los reproches mutuos entre Mas y Rajoy. Que basta con que los dos se pongan de acuerdo en modificar la ley de leyes para que las aguas vuelvan a su cauce. Uno sabía que Sánchez había estudiado la carrera de Económicas, pero lo que servidor ignoraba es que una de las asignaturas de la licenciatura fuera la de que la Constitución se puede reformar con menos de dos tercios de las Cámaras. Me deja atónito el nuevo guaperas oficial del grupo. A poco que siga la precuela de ZP, lo adelanta en un plis plas.

 

En cuanto al modelo territorial federal de España, es maravilloso el discurso de don Pedro. O no sabe qué es el federalismo o no escucha a los separatistas. O le faltan luces o solo tiene una neurona. O es un majadero solemne o le importa un higo España. O quiere hacer méritos para parecerse a Pablo o el carisma de Iglesias le ahoga las entendederas. O le falta gallardía o le sobran humillaciones.

 

Entre este Gobierno de tecnócratas de segunda línea política y la Oposición de mediocres de tercera división, los augurios apuntan condiciones atmosféricas desfavorables. Tornados y huracanes se ciernen sobre los ciudadanos. Siendo grave la que está cayendo, prepárense para la precipitación que se cierne.

 

Un saludo.

MOLT HONORABLE, SÍ, SÍ

 

 

Quién le puso petenera. A don Jordi. Digno de ser honrado, respetado, enaltecido, premiado por sus méritos o celebrado. Menos mal que era honorable. Que si no.

 

El expresident de la Generalitat de Cataluña ha quedado en evidencia. Las vergüenzas, al aire. Su currículum político tenía más agujeros que un queso gruyere pero al fin y al cabo no dejaba de ser un queso. Nos maliciábamos barbaridades a cuenta de su fortuna pero las pruebas convierten las sospechas en certezas. Sobre todo, cuando el sujeto acaba confesando.

 

Don Jordi Pujol, el catalanista que se jacta de decir que España roba a Cataluña, resulta que puede ser un delincuente fiscal. Por lo menos. Vivir para ver. Durante años, el capitán del nacionalismo alto burgués no ha tenido tiempo para declarar su culpa y para devolver a los españoles el dinero que a los españoles nos debió dar. Hacienda, por otra parte, a verlas venir. Si se tratase de un currito mindundi, le embarga hasta el alma. Pero bueno, esa es otra historia del mismo género de terror.

 

El ejemplo del político es la marca de calidad de la autoridad y de la honorabilidad. Las hazañas financieras del nuevo/viejo adalid del independentismo indican todo lo contrario. Mala suerte que sus ansias de separación no hubieran culminado un par de años antes. Ni por asomo se iba a enterar la Cataluña independiente de la masa de dinero acumulada por el prócer.

 

Por su parte, el antiguo delfín, el señor Mas, hoy sucesor de la triste corona de la corrupción, dice que qué bonito el cielo, que viva la sardana y que arriba el Barça. Que allá Pujol con sus problemas personales. Que del tres por ciento al que se refería Maragall, él no tiene ni pajolera idea. A la hora de mentir, esta gentecilla bate récords. Abren un cortafuegos en segundos. Como se tire del top manta de Cataluña, veremos correr a más de dos y no precisamente africanos inmigrantes ilegales. Lo de don Jordi no es singular ni nada que se le parezca.

 

Eso sí, tras la obligada repulsa oficial impuesta por la pillada, los amigos del “yordi” saldrán pronto con sus cantinelas de que todo ha sido una trampa del españolismo cavernícola para frenar en seco la carrera hacia la independencia. Convertirán a Pujol en una víctima de la xenofobia española. Mecaschis. Como si lo viera.

 

Cuando los pillos se juntan, el parto está asegurado. El neonato porta los genes de sus padres. Estamos listos con los toros aguardiolados que en esa parte de España son y están. El problema catalán se reduce a la fábrica de defraudar de los miserables que se escudan en la bandera regional autonómica. Esa fábrica es un puerto franco en el territorio español. De jurisdicción muy relajada, eso sí. Tan relajada como la moral de Pujo y familia.

 

No salimos de una vergüenza que entramos en otra. Hasta cuándo.

 

 

Un saludo.

QUIÉN MANEJA MI BARCA

 

Los más pijos del lugar suelen comentar allá donde alguien les escucha, que saldrán a navegar al alba. Unos pasean a pie, otros pedalean, los hay que corren a paso lento y los hay que navegan. En general, suele ser gente de derecha rancia y casposa la que se permite este tipo de chaladuras verbales que denotan la personalidad del muerto de hambre venido a más a cuenta de deudas impagadas e impagables.

 

Los hay venidos a más y venidos a menos. Estos últimos han retrocedido en la escala de la credibilidad social no por merma de su patrimonio familiar ni de sus nóminas ni de sus beneficios empresariales. Su descenso a los infiernos de la incoherencia se debe, en realidad, a sus ideologías de quitipón. Cuanto más de izquierda se han postulado, antes caen en la tentación del barquito, de la lancha motora, del potente fuera borda y, si cae, del yate con el que mostrar los flotadores abdominales que algunos días de gimnasio intensivo no han podido eliminar.

 

Pues miren por dónde me entero de que Valderas, hijo, comunista recalcitrante, político de la nueva ola surgido a la sombra del poderoso papá y savonarola de los ricos del mundo, disfruta del título de manejo de embarcaciones de recreo. Bueno, bueno. Si el dinero no falta y los euros tienen procedencia legítima, qué más da. Todo el mundo tiene derecho a cambiar el rumbo de su vida y a mentir de la manera más aleve.

 

Una cosa es mentir y otra, engañar. Las noticias corren a velocidad de misil prorruso. Resulta que el señor Javier Valderas, honrado caballero que ejerce de portavoz de IU en el consistorio de Lepe, látigo de la derechona popular en la población costera, tiene un título para gobernar navíos pequeños y nunca superó los exámenes o las pruebas pertinentes para obtenerlo. Milagros de la burocracia. Fue un regalo de una amiga, adujo el ínclito sucesor de los revolucionarios decimonónicos, cuando la policía judicial le pidió explicaciones. Un regalo, dijo. Él sí es un regalo. La imputación de falsedad documental, que le ha arreado el juzgado de Ayamonte, la recompensa merecida.

 

Lo más chocante de todo este tinglado es no tanto el haber sido pillado con las manos en la masa ni el poseer algún barquito ni jactarse de lo bueno y valeroso que es ni de cómo defiende los intereses de la clase obrera que ni siquiera tiene para montarse en la canoa de Punta Umbría, no. Lo más indecente de todo es la cobardía de sujetos como el presente. Miren, sí, me he buscado la vida para tener el título y como es mentira, pues confieso que he defraudado. Al no aceptar su responsabilidad, uno piensa que a saber cuántos fraudes más jalonan la existencia vital de este señor y, sobre todo, cuántos fraudes vendrán en lo sucesivo para ganarse a pulso el campeonato de gran manijero de votos, de subvenciones, de títulos de patrón y de leches agrias.

 

Mientras tanto, sigue de asesor en la Diputación. La barca.

 

Un saludo.

 

 

 

 

LA RENTA BÁSICA

Ya le he dicho en alguna ocasión. Poquito me gusta el político Moreno Bonilla. Poquito. Por mucho que se perfore la tierra, hay pozos secos. Moreno podrá decir misa en hebreo pero alcance, el justo.

 

El líder, con perdón, del PP en Andalucía ha tocado fondo desde que su currículum saltó hecho pedazos. Pues nada, el hombre, lejos de enmendarse la plana, se coloca en el punto de mira de la decrepitud de fe y propone una ley de inclusión social que pasa por regalar una renta básica a todo ciudadano andaluz. Al lado de Iglesias, Moreno es Vaticano.

 

La lucha por la poltrona lleva a algunos a la esquizofrenia. Si los controladores de los programas del PP no perciben estos dislates ideológicos, pronto veremos a Rajoy lucir unas largas guedejas negras y a Javier Arenas con la camisa de poliéster del híper más popular.

 

Lo de Bonilla es la recopilación de los síndromes de la incapacidad. Ni siquiera el Chaves más fantasmón y el Griñán más descafeinado se atrevieron a tanto por más que prometieran puentes de oro a ninguna parte. Moreno se pone a la altura de Pablo y el PP imita a Podemos.

 

Algunos no venden a su madre porque no tienen. “Peazo” líderes.

 

Un saludo.

LA CUARTA VÍA

No puede ser de otra manera. Que Merkel, Hollande o Renzi compartan las posiciones del Gobierno de Rajoy acerca de las presiones soberanistas  de los ayatollahs catalanistas, entra dentro de las tesis de coherencia que se han de esperar de políticos estadistas. En caso contrario, hablaríamos de zapadores del estado de derecho con carnet de gobernantes infiltrados.

 

La integridad territorial de los estados es incuestionable, ha declarado la Merkel. Cómo no. Si es canciller de una Alemania que se unificó hace poco más de un sigo, al modo y manera de Italia. Cómo no, con lo que costó a los Bismarck y a los Cavour poner fin  a la desmembración ilógica de esos territorios. Cómo no con el problema separatista que también afecta a los galos. Cómo no.

 

Cómo no con el grado de autonomías que disfrutan las Comunidades del Estado español, muy superior a la de los länders alemanes. Cómo no si España conforma una Nación y un Estado mucho más históricos que sus vecinos.

 

No hay tercera vía en Cataluña o en el País Vasco. Existe una España rica y plural que, en lugar de potenciar los elementos de unión, se debilita escarbando en los cimientos de la desvinculación.

 

La cuarta vía es la legalidad. La legalidad que hace residir la soberanía de España en el conjunto de la ciudadanía. Legalidad que permite el cambio constitucional con requisitos de asequibilidad. Legalidad que no puede romper ni el presidente del Gobierno ni el sursum corda. Legalidad que se aloja en la sede de la soberanía nacional. Legalidad que está en las Cortes. Cortes que pueden cambiarse por el simple mecanismo del voto del pueblo. Pueblo que decide lo que del pueblo es: su fuerza democrática y su estructura territorial.

 

Lo demás, gaitas.

 

Un saludo.

CANGREJOS TÓXICOS

Pero qué habremos hecho los trabajadores de malo para que el Gobierno de Rajoy nos arre con el látigo de esta manera. Pero si no hacemos más que pagar el pato de los delincuentes de cuello blanco y alma negra. Si ya no nos queda que entrar en el patio de la sumisión y de la esclavitud plenas. Si no paran de perfilarnos las costillas con la fusta de los castigos más inmisericordes. Pero qué hemos hecho los trabajadores para un trato tan infame.

 

El Consejo de Ministros acaba de darnos con el verduguillo entre los omóplatos como preaviso a la parte inferior de la cabeza. A las mutuas se les concede el privilegio de la salud y de la enfermedad. Por encima de los médicos. Con la excusa del absentismo laboral, supuestamente injustificado, los inspectores de las mutuas se arrogan un poder que desacredita el diagnóstico de los galenos. Toma ya.

 

Cómo se atreve el gobierno a cuestionar la autoridad científica de los facultativos poniendo en solfa sus prescripciones. Hasta dónde llega su osadía.

 

Uno entiende la reforma laboral. Uno se muestra condescendiente con medidas que, a simple vista, pueden ser legales y constitucionales pero injustas. Uno trata de explicarse las razones del Gobierno en virtud de las maldades heredadas del Ejecutivo anterior. Uno, sin embargo, deplora que la espada del poder hiera las espaldas de los más débiles.

 

Vamos para atrás, como los cangrejos. No me valen las excusas. Bastante hemos padecido los ciudadanos para que nos vuelvan a afrentar con el cachondeo de las mutuas por encima de la calidad de los médicos.

 

Cangrejos no comibles por su toxicidad. Habrá que remar hacia adelante.

 

Un saludo.

LISTOS DEL BOTE

Nunca. Cándido fue ingenuo. Siempre. Se cumple lo de quién te puso petenera. Lo de Cándido Méndez es una de las fechorías políticas más perniciosas que uno contempló. Ni se enteró ni se quiere enterar.

 

Resulta, merced a la Guardia Civil y a la Juez Alaya, que UGT de Andalucía se ha forrado durante lustros a costa de los pobrecitos que contribuimos con nuestros impuestos. Cada parado que necesitaba un curso de (de)formación, abonaba un porcentaje de su cuota para el mantenimiento de la trama síndico-empresarial. Al menos, así lo ha confesado un exdirigente de esa organización que, además, ha involucrado a toda la cúpula ugetista.

 

Si Maragall acusó a Convergencia, en cierta ocasión, de la mordida del tres por ciento, en la España meridional, los bocados tiene pinta de beso suarecista uruguayo: un veinte por ciento. Un dineral con el que pagar desde comidas a viajes, desde coches oficiales a casa de lujo. Todo un ejemplo de moralidad y de respeto a los millones de parados de esta santa España.

 

Los tontos del bote en manos de los listos del bote. De los subsidios de una mayoría de infelices a los sobresueldos de una minoría de golfos. De una cartilla de ahorros a cero patatero a una visa oro a disposición del señorito.

 

Qué pena de sindicatos. Qué lastima de españoles. Qué silencio el de Susana. Qué cara más dura.

 

Un saludo.

PERSONAS NO GRATAS

 

Lo mismo no me he enterado. Igual existen por miles. Sea como fuere, reflexiono sobre el hecho por más que esté muy trillado.

 

La situación vascocatalana presenta, entre otros problemas de ruptura territorial, un componente especialmente perverso. Algunos secuaces del goebbelsianismo irredento gustan de las sinécdoques políticas a fin de confundir el todo con la parte. La literatura emplea las figuras retóricas para hacer de la palabra arte plural. La política las utiliza con la intención de convertir la pluralidad en singularidad mayestática, soberanista y con tendencia al pensamiento único. Es el tránsito subrepticio de la banal, entendido como insustancial, a lo bananero, interpretado como tercermundista.

 

Pues vuelvo al principio de mi intervención escrita. Que no sé si los concejales de algún municipio minúsculo de la organización administrativa española han solicitado la convocatoria de un Pleno para debatir sobre la decisión de unos centenares de miles de paisanos del país Vasco y de Cataluña de independizarse del resto. Que no lo sé. Si tal no hubiera ocurrido, me alarmaría. La división del territorio nacional no es asunto que se circunscriba al gobierno del Estado. Ni mucho menos. Si determinados sujetos portan el arma de las libertades democráticas para rasgar el alma de esa democracia, habrá que reclamar orden constitucional allí donde la barbarie del “porquesí” perpetre estas fechorías.

 

Reclamar no es el infinitivo que recoge las llamadas entre aves, que también, singularmente si algunas de ellas son carroñeras. Reclamar es oponerse a algo de palabra o por escrito. Esta oposición no se ha de materializar a través de mensajes de guerra ni amenazas de intervencionismo militar. Las reclamaciones se dirigen hacia la búsqueda del equilibrio perdido. Ignoro, repito, si algún alcalde pedáneo o el regidor de un pueblecito de pocos habitantes o el edil de una ciudad provinciana o el presidente de un consistorio de una gran urbe española han propiciado un debate sobre el tema. Si no ha sido así, invoco la necesidad de hacerlo. Millones de españoles que viven en Cataluña podrían verse envueltos por las cenizas de la balcanización o de la “re-rusificación de Crimea”. Y a esa multitud de compatriotas no se la puede dejar al albur de las presiones fundamentalistas de algunos iluminados.

 

El error de las conclusiones sería atacar a Cataluña o al País Vasco o insultar a los pobladores de esos territorios de España. Un error cantado, que sería celebrado entusiásticamente por los dueños de los misiles de la insolidaridad y de la desigualdad. El éxito de estos debates municipales estriba en separar el grano de la paja. En ese sentido, señalar con nombres y apellidos a los autores de la espada untada de odio del secesionismo que apunta a nuestro cuello como pueblo. Declarar no gratos a quienes hacen de España una entidad filofranquista a sabiendas de que las garantías de igualdad y de libertad que hoy disfrutamos son diamantes de muchísimos quilates.

 

Personae non gratae. Inaceptables. Por imposibilitar la concordia y la comprensión entre los españoles todos.

 

Un saludo.

LA FIEL NEBRERA

 

 Qué vida más perra. Me entero que Montserrat Nebrera, fichaje estrella del PP años atrás, ha optado por ganarse la vida en el lado oscuro nacionalista de la derecha. Si ayer fue españolista de Rajoy, hoy es independentista de Artur Mas. Ya se sabe que la ideología dura mientras el fuego del poder alimenta el globo de la corrupción.

 

Pues nada, doña Nebrera se acaba de alinear con el equipo de los Pujol y de la izquierda más ultramontana de Cataluña. Algunos no quieren buenos principios. La volubilidad es rasgo que define a éstos. Ser fiel es tan difícil como ser leal. Nebrera no predicó la lealtad hacia los de Génova y, en consecuencia, no se puede esperar que la practique con los de Oriol. En lo que respecta a su sentido de la fidelidad, recuerdo una frase de uno de los grandes escritores de la Roma clásica. Venía a decir: sospecha de quien compra fidelidades porque caducan al poco tiempo.

 

Lo de Montserrat es un síntoma de estos tiempos convulsos. La inconstancia y la levedad son pájaros de mal agüero. A poco que el peligro nos remueva, apuesten conmigo a que la religión volverá a pasear bajo palio de los laicos más recalcitrantes. Aunque la religión sea falsa. Saben que la naturaleza humana encuentra en ella el templo del misterio y del miedo, por más que la fe parezca imperar.

 

Un saludo.