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Francisco Velasco. Abogado e historiador

MODA TONTIPOLITIC

Que dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española que moda es el "uso, modo o costumbre que está en boga durante algún tiempo, o en determinado país, con especialidad en los trajes, telas y adornos, principalmente los recién introducidos." Bueno, pues como lo de pulpo como animal de compañía. Si lo define el DRAE, pues adelante. Pero no. La moda es mucho más que el vestir y el adornar los cuerpos. La moda se extiende a los comportamientos, a las expresiones, a los gestos, a los tics e incluso a los discursos.

 

El fenómeno Iglesias, el de Pablo, es la versión cutre de la manifestación zapateril. Si el expresidente significaba el antiaznarismo más cursi y empalagoso, el otro representa la edición en libro de bolsillo del catecismo laico de la desnudez argumental. Con un muy similar aire de demagogia galopante y una más que clara afinidad de explotar la sensiblería a lo Corin Tellado en un mundo que se golpea con el drama de la necesidad económica y la tragedia de la corrupción más indecente. Zapatero murió víctima de su incapacidad y a Pablo “podemos” verle, a la de tres, en el entierro de su propio y ficticio personaje.

 

Mientras tanto, la moda tontipolitic acumula prosélitos. En la izquierda, las camisas de pana de Felipe se guardan ordenadamente en el armario de los ochenta. Hoy hace furor la ropa de los hiper más baratos. Luego vendrán los fastos indumentarios al más puro estilo lerrouxista. Uno de los afectados por este zafio movimiento ad lib es Pedro Sánchez, una de las incorporaciones recientes a la carrera despiadada por el poder en el Psoe. El político ya viste y calza al más genuino corte iglesista. Y en concordancia con el hábito del falso monje, su mensaje de captación de votos: avanzar hacia una gran alianza de generaciones. Las civilizaciones fenecen a manos de las generaciones.

 

La alianza de generaciones impone un cambio de cromos. Adiós a las viejas glorias y bienvenida a la cantera. La escuela psoecialista retorna a las prédicas del “novecento” con el fin de gobernar con el hambre del inicio del pasado siglo. La cultura de los ricos alumbra el talante formal de los pobres. La locura es un mal pasajero que termina con la enfermedad de los millones. Guardo en mi velasquinario un concepto dedicado a la moda por una creadora que me deja frio: “en teoría, la moda cambia cada 6 meses, y sin embargo, todo el mundo viste igual". (Agatha Ruiz de la Prada).

 

Pues eso. La moda de izquierdas presenta los mismos retales de siempre. Y si algún coco iglesias chanel quiere adelantarse a los ídolos de la haute couture de los escaños, prepárese a compartir calle en el sambódromo de la estupidez mental. La moda es como una jauría de lobos. En política, el más tonto es el primero en llegar a diputado. La tontipolitic no se enseña en las universidades. Tiene su asiento en las escuelitas de verano de los partidos.

 

Seis meses y, después, demodés. País de falaces.

 

Un saludo.

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