AVISPAS SUICIDAS

 

 Echar al PP del gobierno navarro. Hacerse con el poder ejecutivo en Navarra. En la prelación de objetivos del Psoe, no se distingue cuál es el primero y cuál el segundo. Sin embargo, no hay más. Uno conduce al otro y el otro al uno.

 

Bildu, la formación de amores etarras, se ha dirigido a la franquicia navarra del Psoe de Rubalcaba para hincarle una moción de censura a la presidente Barcina. Digo hincar y digo bien. En un conato de mal disimulo, los socialistas navarros han dado un  ultimátum a la líder de UPN: o convocas elecciones o te echo encima a los bilduanos. Alianza que provoca asco pero que forma parte de la política bajuna del grupo.

 

Les da igual el atún que el betún. Nada importa que los etarras hayan asesinado a cientos de españoles y que no pocas de esas víctimas hayan sido militantes del partido socialista. La fiera salvaje despojada de los colmillos del desgarro se acuesta con quien sea con tal de morder. Aunque los que se sitúan en la misma cama no hayan condenado jamás las matanzas etarras. Si hay que esgrimir la excusa de la corrupción, pues muy bien. Que se enarbola la bandera del color del cabello de la presidente, pues al saco. Y si no se encuentra coartada disponible, siempre vale el porque sí.

 

No hay respeto. Y cuando falta éste, se ausentan la dignidad y la justicia. Es el momento en que la vileza se muestra en todo su desagradable esplendor. Qué cosa. El propio socialista formaría gobierno con Bildu si prosperase la moción de censura. Momentazo. Gobierno conjunto de Bildu y Psoe. Lo nunca visto. En Madrid, ya están buscando frases escapatorias del marronazo que se cierne.

 

Cuando la vergüenza política se colgó en la percha de la calle, al lado de la ética personal, la calle se convierte en prolongación de la sede social. Ojo, que no vale todo.

 

Un saludo.