QUE SI QUIERES CRISTAL, AHUMADO.
Se lee en los evangelios. Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el reino de los cielos. Proyectado a nuestros días. Antes ladrones que pobres. Es preferible un buen cristal tintado a una imagen sucia. Un político transparente es un imposible metafísico. Los gobernantes no condenan sus vicios. Se limitan a censurar los ajenos. Las personas apegadas al dinero sólo se satisfacen apropiándose de las riquezas del pueblo.
El Parlamento de Andalucía se está convirtiendo en un antro. Qué digo. Es un antro. De cinco antifaces. La confabulación de Psoe e Iu constituye un estigma para la ideología de izquierdas. Si acordaron por su cuenta subir las dietas del presidente y de algunos parlam(i)entarios, dónde está el documento escrito en que se soporta el pacto. No está. O no es. No aparece. Se oculta. Toneladas de cemento taparán para siempre la codicia de los dizque defensores del pueblo más desvalido.
Dónde está, señor Gracia, el acta. Para qué se llena la boca de transparencia si su lengua expele suciedades. Dónde su sentido de la democracia si oscurece las libertades. Dónde el acceso a la información pública.
El Parlamento andaluz es un genuino ejemplo de que se parla y se miente. Se miente más que se parla. En cualquier caso, se ahúma. Nos ahúman. Sucios. Tóxicos.
Un saludo.
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