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Francisco Velasco. Abogado e historiador

EL OPINAR ARBITRARIO

 

 

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Greenpeace se ha opuesto, por activa y por pasiva,  a la construcción del oleoducto Balboa. La defensa medioambiental constituye la alegación más importante del grupo ecologista que, además, considera una locura añadida la sostenibilidad económica del mismo. O sea, ni va a crear empleo ni va a generar riqueza. Destrucción de Doñana, sí.

 

Arias Cañete, ministro pepero de Medio Ambiente, participa de esa idea. Así, la Declaración de Impacto Medioambiental es negativa. Comunistas, derechistas y ecologistas coinciden en la barbaridad del oleoducto. Frente a esta amalgama de imposibles cómplices políticos, la izquierda mórbida de grasa dineraria que encarna el psoecialismo, se levanta en críticas y lanza mensajes de advertencia. La presidente del Puerto de Huelva no comprende cómo se prohíbe una obra de esta magnitud con lo que supondría de beneficio para la ciudad. Doña Manuela de Paz es máxima responsable de la Autoridad Portuaria en nombre del Psoe a cuyo dedo debe el cargo. En este mismo orden de cosas, altos dirigentes de los dos grandes sindicatos de la subvención, de la mamandurria y de la cooperación con el psoecialismo, se ponen del lado del Puerto. A ver, allá donde el poder sea fuente de pelas, comisionistas y ugetistas se apuntan a un bombardeo, incluido el del más protegido parque nacional de España.

 

Cómo será la problemática, que la propia UNESCO se ha pronunciado en contra. Es una obviedad que este gusano subterráneo de más de doscientos kilómetros amenaza con deteriorar el paisaje y el patrimonio cultural de la zona invadida, sin que, por cargar las tintas sobre sus posibles beneficios generales, garantice la eficiencia energética. Gallardo, empresario próximo al felipismo, al psoecialismo y a las vanguardias de la manipulación periodística del partido que dice liderar Rubalcaba, seguirá presionando.

 

Mi recuerdo a Mazagón. Esa playa onubense sigue revelando secretos de un pasado de vertidos incontrolados de carburantes. Bueno, si algunos quieren que Doñana se vista de negro para que algunos magnates/mangantes se forren de blanco, ánimo y al toro. Que el oleoducto arranque. Que Balboa descubra a Colón. Que a Colón  le cuelen los goles de siempre. Ya saben: la Huelva del abandonismo y de la conformidad.

 

Desde luego, no en mi nombre ni con mi silencio.

 

Un saludo.

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