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Francisco Velasco. Abogado e historiador

LA BATALLA DE ASTURIAS

 

 Las elecciones andaluzas acaparan la atención. Sin embargo, en Asturias se está librando una sorda batalla de resonancias contenidas. Pero muy importantes. La derecha se autofagocita en una lucha estúpida por mostrar quién la tiene más grande. Enfangados en esas lides, Cascos y Rajoy incurren en bizantinismos propios de majaderos. Aprovechando que se la ponen como a Fernando VII, el Psoe avanza terreno al compás del baile de vampiros. Serán mastuerzos.

 

Si no se pone coto a tamaño descontrol, la derecha asturiana pondrá el gobierno de la región en las manos manchadas de algún discípulo aventajado de Rubalcaba. Ya que son incapaces de llegar a un acuerdo previo, será necesario un convenio postrero. La ciudadanía no perdonará al PP su soberbia desmedida ni comprenderá el límite de la ambición del Álvarez Cascos. Es que no son más inmaduros porque no se entrenan.

 

Lo mismo que Pelayo pudo ser el origen de la reconquista cristiana, el principado puede proporcionar al Psoe el aire que necesita para remontar el vuelo. El problema no reside en cursar los aires, sino en bombardear desde las alturas. Cualquier intento de regeneración democrática en Asturias pasa por apartar del poder a los de Álvarez Areces. En caso contrario, nadie se queje del deterioro económico creciente de la Autonomía. En la Asturias de mis amores, el “arecismo” no se contentó con lanzar brotes verdes ficticios, sino que embaucó a toda España con el mensaje de la superación de la crisis. Mentirosa la ministra Salgado, Areces dirige tesis doctorales de embustes.

 

Como si nada. PP y Foro Asturias, impertérritos. Retrocede el producto interior bruto, se desploma la industria, se empantana la construcción, se triplica la deuda pública y el paro dobla campanas por los desempleados. La derecha asturiana, en tanto, se dedica a hablar del sexo de los ángeles. Cascos equivoca el enemigo. Rajoy yerra en el diagnóstico. Asturias padece y ellos se instalan en la refriega personal y en cuitas particulares. La zorra, al acecho. Alterado el corral, los gallos enzarzados, el Psoe busca huecos para el asalto.

 

Los focos se centran en Andalucía. Es mucho lo que se juega en el sur de España. En cambio, Asturias vive una involución perniciosa. Lo va a pagar muy caro el partido de Rajoy si no advierte la dimensión del escenario.

 

Ya les digo. El haré lo que pueda no se puede confundir con el "aré lo que pude". Algunos aran lo que pueden hacer otros.

 

Un saludo.

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