Blogia
Francisco Velasco. Abogado e historiador

DEJAD QUE SE MANIFIESTEN

 

 Ya lo decía Jesucristo: Dejad que los niños se acerquen a mí. Aplíquese el Gobierno del PP la predicación del Maestro. Dejad que los descontentos tomen la calle. Con orden y concierto. Con calma y serenidad. Con civismo. Sin violencias. Que sí, que eso de prohibir es un error salvo que las leyes disientan o los hechos inviten a precaver. Que se manifiesten.

 

Si el 11-M los sindicatos de Toxo y Méndez deciden apoderarse de las calles para protestar contra la reforma laboral, que lo hagan. Conforme a la legalidad vigente. Que su manifestación coincide con la de apoyo a las víctimas de los atentados de Atocha, pues muy bien, no pasa nada. Madrid es muy grande y los circuitos urbanos de la capital dan para dos y muchas más expresiones del sentir democrático del pueblo. Que salgan a la calle juntas y en armonía. Y que se vea un aspecto importante que descalifica a unos y encumbra a otros. A saber.

 

Los opositores a la reforma laboral muestran su cólera cuando la empresa partidista que tenía la contrata del empleo ha llevado al país a la bancarrota y a casi seis millones de españoles al paro más angustioso. Esos que se manifiestan el 11-M afrentan a las víctimas de Atocha porque, habiendo tenido oportunidades durante el zapaterismo de conquistar las calles y justificarse, aprovechan que el PP lleva un par de meses en el Gobierno para pasarle factura por los desmanes perpetrados por los del Psoe. Si CC.OO y UGT decidieran aplazar su factura ideológica un par de días, podrían unirse a los ciudadanos que honran a las víctimas del terrorismo y, sin renunciar a sus libertades constitucionales, mostrarían su rostro democrático. En cambio, la manifestación en apoyo a las víctimas podría, si quisieran, adherirse a la muchedumbre que persigue derogar la reforma laboral. Se da opción a unos y a otros. Por qué muchos manifestantes no pueden alinearse, y participar, en uno y otro posicionamientos.

 

El sino de los sindicatos-empresas es el de convertirse en lobbys embozados en pasamontañas de obreros y en boinas “cheguevaristas”. Gusta a sus dirigentes de fardar de izquierdas cuando se colocan bajo el foco de la publicidad y de disfrutar como la derecha de los vinos y platos de los restaurantes de cinco tenedores. Son la coronación del lerrouxismo/guerrismo/felipismo más demagógico.

 

Los sindicatos de clase pero sin distinción se mueven a los mismos acordes de los sindicatos burgueses. Ahí tienen al SEPLA. El sindicato de los pilotos de Iberia ha convocado un taco de huelgas para los días claves del turismo primaveral. Culpan a la empresa de la negociación. Pues muy bien. Si, además de la huelga, se deciden por la manifestación, que se sumen el día 11 a la de los ugetistas y comisionistas. Total, reclaman asuntos idénticos.

 

A los de clase y a los de la clase les importa un rábano la situación de España. La Seguridad Social entró en déficit el año 2011. Los ingresos del Estado disminuyen. El paro escala al Everest de los desempleos históricos. Pues duro. Que los sindicatitos se manifiesten cuando les salga de allí. Pero no les demos más pábulo. Cuando los majaderos se reúnen en un foro, las diatribas se miden en magnitudes de jilipoyeces. Es preferible seguirles la corriente. Si se les prohíbe, se engolfan más en sus ridículos lamentos.

 

Que se manifiesten los sindicatos. Cuando quieran y donde corresponda. Con arreglo a la ley. Faltara más. En cuanto a las víctimas, el 11-M. Estaría bueno.

 

Un saludo.

0 comentarios