REYES MAGOS
Que digo yo que por qué. Que por qué el fraude se ha apoderado de la sociedad española. Que por qué la verdad ha huido de nuestra vida social. Que por qué algunos políticos se inmolan éticamente con tal de acceder, a dedo, a un alto cargo en la Administración. Que por qué estos advenedizos que venden su dignidad por un plato de lentejas no se responsabilizan después de limpiar la escudilla de barro. Que digo yo por qué admitimos como normal lo que no es sino una estafa a los valores de cualquier país civilizado y democrático. Que por qué consentimos que ciertos personajillos de tres al cuarto se hagan trajes institucionales a medida de su perfil y de su impudor. Que digo yo.
Que digo yo si es verdad que Javier Arenas, en el caso de que el PP arrebate la Junta de Andalucía al Prisoe, va a cerrar la tupida red de embajadas hueras y de cancilleres fútiles que Chaves ha ido tejiendo y ubicando por todo el mundo para dar salida a sus enchufados. Que digo yo si alguien podrá creerse que la tijera de la reforma va a segar la sede andaluza en Madrid que regenta/distrae don Julián Martínez, presunto novio/marido de la excelentísima Bibiana Aído. Que digo yo si no será un ardid preelectoral la intención de poner en la calle a cualquier miembro de las empresas públicas fantasmas levantadas por el maligno espíritu del Psoe a fin de situar estratégicamente a sus compinches. Que digo yo.
Que digo yo que si el PP gana las elecciones autonómicas de marzo y pone fin a treinta años -que parecen siglos- de dictadura psoecialista en Andalucía, los ciudadanos podremos pensar que, en adelante, la veda al enchufismo será una realidad y no un vano compromiso. Y que los secuaces de los fraudes en el empleo serán apeados de sus poltronas en las distintas delegaciones de las Consejerías y enviados, ipso facto, a los puestos de donde nunca debieron salir. Y si estaban en paro, al paro. Y si trabajaban en escalones ínfimos de los organismos públicos, que a ellos retornen. Y que si han cometido fechorías en nombre de su partido, contra ellos la acción de regreso. Y que si pretenden boicotear la oleada regeneracionista de los populares, expediente disciplinario que te crió. Lo que sea preciso, dentro de la legalidad más estricta -la que ellos se pasaron por el arco de sus golferías-, para que los derechos y libertades vuelvan a subirse a la posición constitucional que los psoecialistas desnaturalizaron. Que digo yo.
Que digo yo que a los nuevos inquilinos del palacio de San Telmo no les temblará el pulso a la hora de levantar las alfombras -si queda alguna- y revelar en toda su crudeza la dimensión del erial en que Griñán ha convertido el vergel andaluz. Que la lealtad presida las resoluciones de la Administración y la cooperación con la justicia alcance la carta de identidad de los nuevos dirigentes. Que la telebasura sea recogida y almacenada en contenedores herméticos a la vez que apartados de los programas los irresponsables que los produjeron y los infames que procedieron a su difusión. Que Canal Sur se convierta, al fin, en una empresa digna que emita calidad a precio de televisiones privadas y que si la deuda acrece, se ponga a los culpables en la puñetera calle. Que digo yo.
Y, en fin, que digo yo, que si el futuro nuevo Gobierno autonómico se toma en serio la lucha contra el fraude fiscal, comprobaremos hasta qué punto los curritos mileuristas están pagando la vajilla de La Cartuja a precio de Sèvres y que lo del trabajo de chinos no se refiere a los habitantes del país con capital en Pekín, sino a los pocos andaluces que a estas alturas del siglo XXI venimos soportando a los mandarines del desgobierno sociata. Que digo yo, Reyes Magos, que si no puede ser todo lo que se denuncia, al menos os llevéis con vosotros, bien lejos, a la camarilla chavesiana y griñanista. Que lo demás llegará por añadidura.
Un saludo.
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