BELÉN
La arquitectura megalítica balear nos ofrece, entre otras impresionantes muestras del sentido de la construcción, la naveta. Existía una naveta, que se erigía como casa de los muertos, y otro tipo de naveta con la función de casa de vivos. Eran las navetas de habitación, las cuales constituían viviendas de uso familiar en cuyo interior existía un hogar y un molino de piedra. En definitiva, se puede decir que se trataba de casas de pan. La asociación de ideas me ha conducido a Belén.
Entre los diversos significados de la palabra belén, me quedo con la de casa del pan. Hoy, día 25 de diciembre, se celebra la navidad, el nacimiento del Jesús, el hombre único, Dios para millones de creyentes, que cambió la historia de la humanidad. Desde un punto de vista terreno, Jesús fue el gran revolucionario. A partir de su doctrina, el mundo se miró a sí mismo de otra manera.
No quiero entrar más allá en este día de fiesta. Seamos, o no, creyentes, parece fuera de duda que el hambre hiere de muerte a poblaciones de todo el orbe. Nadie que tenga un mínimo de sentimiento puede asistir impasible a esta desgracia universal. No valen excusas. No hay determinismos que valgan. No hay ciegos suficientes para ocultar esta barbarie.
Por Jesús de Nazaret, en Belén nacido, pido pan para todos. Y, de cuando en cuando, un poco de proteína, porque en árabe Belén también significa casa de carne. Si se siente la esencia y existencia de dios, Belén es su casa. Aquí en la tierra, los que esta pasada nochebuena hemos disfrutado de manjares mil, no podemos abandonar a nuestros vecinos de no importa qué lugar ni de qué continente. Sólo así sabremos que la navidad del respeto y de la solidaridad ha llegado.
Lo demás, palabras y zarandajas.
Un saludo.
0 comentarios