PACTAR CON PETRONILA
Que sí, que el diablo sabe más por viejo que por diablo. Se pacta entre caballeros y entre damas y entre unos y otras. Se trata de contratantes que se comprometen a cumplir lo estipulado. A fuer de responsables, antes de rubricar, se conviene, se transige, se ajusta y se avienen al texto y al espíritu de lo apalabrado. Uno, que ya lleva tiros dados en este campo de batalla de los incumplimientos, se rebeló siempre contra los corruptos. Quién se atreve a poner su patrimonio particular bajo la gestión personal de Mario Jiménez. Servidor, ni loco. ¿Y de Petronila o de Barrero? Ni se me ocurre. A los hechos de su pésima praxis política me remito. Bueno, pues vienen los del grupo popular en la Diputación de Huelva y celebran un acuerdo con la susodicha señora para rescindir el negociazo del palacete parisino de la plaza de las monjas. Los hay...
Y claro, a otro perro con ese hueso. Uno tira de hemeroteca y se encuentra con un comunicado del Partido Popular, fechado en febrero del pasado año. El comunicado toma como base una fotografía en la que aparecen, en derredor de una mesa de camilla, una serie de personajes públicos. Preside la imagen el impar José Blanco, todavía Ministro de Fomento, cuando se desconocía todo sobre las acusaciones del emprendedor/empresario, Dorribo. Junto al gallego de oro, Javier Barrero y Mario Jiménez. En lugar destacado entre estos “chevaliers de la table ronde”, un señor que me distingue con sus sentimientos y emociones más viscerales. Me refiero a D. Francisco Urbano, empresario/emprendedor conocido en la ciudad, merced a sus manifestaciones de fervor semanasantero, a sus buenas artes como constructor, y a su cercanía financiera y mediática, léase Odiel Información y Canal Huelva Noticias, con algunos prebostes del Psoe de Huelva. Un elenco de actores. Entre las actrices, al aparecer de espaldas, no reconozco a ninguna. Lástima. Todo ello, ad maiorem gloriam politicorum del Psoe.
A sabiendas de con quiénes se juegan los cuartos y los créditos, el PP de Huelva vende como un éxito su participación, junto a Petronila y Sánchez Rufo, en la rescisión del contrato del Hotel capricho de la emperaora. Como un éxito que cuesta al contribuyente la nada despreciable suma de más de trescientos millones de pesetas y al electorado dudas crecientes acerca de la esperanza en el partido que se postula como modelo del cambio. Es que se las ponen a las huestes de Rubalcaba como a Fernando VII. Serán ingenuos. David Toscano, al que tengo como un alcalde eficiente y limpio, ha caído en la enésima trampa que le han tendido Pepe Martín y Sánchez Rufo. Pero hombre, David, lo de la caducidad en 2013 es un decir. De aquí a entonces, a saber qué nos depara el destino. No obstante, ya nos podemos hacer una composición de lugar y de tiempo.
La prensa onubense -HuelvaYa y Huelva Información- recoge en titulares de portada que Petronila ha ordenado acometer nuevas obras en su preciado retiro monjil por valor de ochenta mil eurazos. O sea, que de aquí a dos años, todos calvos. David, no vale hoy quejarse de lo que ayer admitiste. Se veía venir. Austeros los del Psoe, dené, que decíamos los de Huelva cuando niños. Cumplidores los del Partido de Petri, pregunten, entre otros afectados, a los trabajadores despedidos de Astilleros. Imparciales los del chalet del Conquero, pidan datos a los directores de El Mundo Huelva Noticias, de Canal Luz, de Antena Huelva, y otras emisoras discriminadas por la mano justiciera de la presidente de la Diputación.
Pactar con Petronila no es pactar. Es perder el tiempo y el crédito. Con lo fácil que hubiese sido desmarcarse del complot urdido por psoecialistas e izquierdaunidos. La firmeza es una virtud difícil. Si el PP no combina esa cualidad con el respeto e impulsa una política de compromiso con el pueblo, decepcionará profundamente a quienes, como quien firma, han confiado en los de Rajoy y Aznar la prosperidad de nuestro país y de nuestra provincia. Una cosa es pactar y otra, pastar, o sea, pacer.
Un saludo.
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