Blogia
Francisco Velasco. Abogado e historiador

APOLOGÍA DE LA INCONSCIENCIA

 

 Uno de mis hijos me decía, con apenas tres años, que a él no le gustaba el dinero. Sí, papá, es verdad, aseguraba cuando, incrédulo, le preguntaba que cómo podía afirmar semejante cosa. Porque no me gusta, me lo gasto, concluía tan orondo y satisfecho. La peregrina teoría se proyecta a mayores con muchos años a sus espaldas.

 

El diario prozapaterista “Público” ama a los trabajadores. Mucho. La empresa periodística va a despedir a un montón de empleados. Alegan los ejecutivos de Roures que todo el mundo tiene derecho al paro, al descanso, al ocio. Y aunque algunos de entre ellos no quieren cesar en su labor, se les obliga. Por su bien. El País, boletín parroquial de la muchachada felipista y rubalcabiana, idem de idem. En latín, que da más culto. A descansar, queridos, que la vida es corta y el pastel para todos no engorda. Cebrián es la madre coraje de los patronos. Entre el de la Sexta y el exjefazo de Cuatro hay feeling. Defienden a los trabajadores poniéndolos en la puta calle. Los beneficios son intocables. El discurso del método cartesiano reedita una nueva dimensión en el stajanovismo malsano de estos dos pobres de solemnidad.

 

Alfonso Guerra ha manifestado por activa y por pasiva su cariño hacia los descamisados. De ahí que su corbata anude su impoluta camisa. Ponerse esa prenda no es efecto de una tendencia indumentaria, pues su aliño sigue el canon del autorretrato de Antonio Machado. Por el contrario, se coloca la camisa como el penitente sufre el cilicio. Como signo de cercanía a los desheredados. Y si tiene un “peazo” de vivienda en Sevilla, la habita por respeto a quienes viven bajo los puentes, al aire libre, en contacto con la naturaleza, gozando de los mágicos efluvios del medio. Aunque le asquean los mercados, coloca su hucha en la alcancía de los bancos malignos, para que los pobres se liberen del peso de estas relaciones satánicas.

 

Zapatero dona el dinero de los españoles a la alianza de las incivilizaciones porque con el suyo tiene que construir el chamizo que cubra el pequeño solar que adquirió en León. Pero por rellenar ese suelo vacío. No por razón distinta. Pepe Blanco no estaba dormido en la cama turca de la rueda de prensa del zangolotino presidente del Gobierno, como mostraban las fotografías. Ni lo piensen. Oraba. Rezaba, los ojos cerrados, por la miseria que se avecina si Rajoy llega a La Moncloa. El Ministro de Fomento, jejeje, es maestro en la ciencia de las prospectiva. Dice que si el PP gana el 20-N, España tendrá cinco millones de desempleados. En horas. Qué agudeza intelectual y cuánta astucia adivinatoria.

 

En Andalucía, Griñán admite su placer por los EREs. A tal punto su dilección, que se los guarda todos para él y entrega a la juez Alaya unos poquitos para que se distraiga. Admira de tal modo a su portacoz parlamentario, Mario Jiménez, que lo eleva a edecán sin ser siquiera guardia de corps. Ni Godoy con María Luisa.

 

La Huelva del abandonismo histórico ha dado otra muestra de la gente que desgobierna su Diputación. Petronila odia la presidencia de la institución y, para que la echen, alquiló el palacete de la plaza de las monjas por tres mil euros mensuales. Se sacrificó la señora Guerrero. No es que quisiera malgastar los impuestos de los onubenses. Quería perder las elecciones en un alarde de buena voluntad política. Las urnas la descalabraron. No era bastante. Por eso, Barrero, Javier, la ha catapultado hacia el jubileo de los sexagenarios. Pero no porque sea mala gestora, que lo es con mala uva, sino por respeto hacia alguien que lleva tantos años dando el callo. No se sabe en qué oficio. Tampoco tiene las manos curtidas por el azadón. Mas si lo declara el amigo de Mohedano, seguro que es mentira.

 

No es que sean inconscientes. Es que son apologetas de la falta de conciencia.

 

Un saludo.

0 comentarios