Blogia
Francisco Velasco. Abogado e historiador

EL "PETRIMONIO"

 

 O el mariomonio. Caraballomonio. Y así. Permítanme la licencia del juego de palabras, "demonios". Algunos sustantivan de chafardería, cotilleo, chisme o análogos la noticia de la publicación del patrimonio de nuestros políticos más conocidos. Que si Zapatero tiene una vivienda, que si Rajoy acumula tal capital, que si el comunista Llamazares invierte en fondos queridos por sus aborrecidos mercados. Toda una historia y mitad de un cuarto de verdad.

 

El patrimonio es el conjunto de los bienes propios adquiridos por cualquier título. Así lo recoge una de las acepciones que, acerca del término, contempla la Real Academia de la Lengua Española. Pues bien, este articulista asume la publicación de esa hacienda personal de estos padrastros de la patria y, sin embargo, no se cree la mayor. Que no y que no. Por ejemplo, ¿qué es eso de que Alfonso Guerra posee dos viviendas? Me explico: mi amigo Ruperto, mecánico de profesión, también tiene dos casas. Una, en Huelva, en la barriada de La Orden, de apenas 84 metros cuadrados; otra, en un campo de Gibraleón, donde el hombre cultiva algunas verduras los fines de semana. Ruperto posee, en consecuencia, el mismo patrimonio que el sempiterno congresista del Psoe sevillano. Y una leche. Cuando se dice vivienda, ha de referirse su ubicación, su superficie y otras cualidades exigibles al más ingenuo de los vendedores inmobiliarios.

 

Lo mismito es vivir en un pisito de una zona suburbial de cualquier ciudad que en un imponente chalet de Puerta de Hierro. Idéntico precio tiene una colmena en las sevillanas Tres Mil Viviendas que una mansión en la madrileña Puerta de Hierro. Venga ya, hombre. Cuando se publica una noticia, es preciso aquilatarla y ahormarla en un contexto que vehicule verdades y no medias mentiras. Para eso, mejor dejar paso a la imaginación. Dos kilos de oro pesan igual que dos mil gramos de arena. Sin embargo, el listillo dueño del oro se limitará a decir que su propiedad se reduce a dos kilos, sin mencionar al áureo metal.

 

En cuanto a la fortuna cuentacorrentista, otra de otra. Que de Madrid al cielo. Que podemos ser ingenuos, pero nada tontos. Desde que el mundo es mundo, en España se ha criado el dinero en nidos. Mi abuela, la pobre, distribuía sus escasos ahorros de viuda de funcionario del grupo C entre calcetines que, después, escondía bajo el colchón, en una esquina de algún armario, en los bolsillos de su abriguito de paño de invierno y cosas de ese estilo. ¿Quién se puede creer que Chaves sea dueño de tan escasa y congrua fortuna bancaria? Quien no lo conozca, que lo compre. O que lo vote, que para el caso es lo mismo. Unos aman el capital en privado y lanzan denuestos en público contra el mismo. Ah. Y qué decir contra la política del ladrillo que tanto atacan nuestros psoecialistas y amigos/aliados/compinches de Izquierda Unida. Hala, ahí los tienen. El que no deja sus euros en el Fondo tal, gasta en inmuebles enladrillados que no tienen narices de desenladrillar. Qué malo el capitalismo y qué bueno el socialismo comunista de otros.

 

Por último y para terminar, una reflexión postrera: ¿se ha cuantificado la diferencia patrimonial de la pléyade de diputados desde que accedieron al cargo hasta el día de la fecha? Pudiera ser que algunos entraran en política con una mano delante y otra detrás y salieran de la misma con ambas manos aguantando el peso de los bolsillos y tratando de llegar a la esquina de San Jerónimo, alejadas las cámaras y micrófonos, con la intención de soltar la carcajada que les aflora y que se esfuerzan en contener por el qué diran. Cuánto demagogo. Por cierto, me gustaría conocer el "petrimonio" de la defenestrada señora Guerrero y el del incansable trabajador de no sé qué oficio que es don Mario Jiménez. O el del señor Barrero, que dejó la toga, lustros atrás, para dedicarse al servicio de la humanidad. El hombre. ¿Qué bienes poseía entonces, cuando trabajaba en el bufete laboralista, y cuáles disfruta ahora, que vive del gabinete estatal?

 

De Petri, petrimonio. De padre, patrimonio. De padrastro, mentiras. Y dominación.

 

Un saludo.

0 comentarios