COBRA POR BERREAR
Que se mantenga la actividad de Astilleros. Que se garanticen los salarios. Así se expresaba, en 2009, Mario Jiménez. Cómo que quién es Mario Jiménez. Nadie con palabra. Alguien con una cara descomunal. Un señor que miente más que habla. Un sujeto agente que cobra por insultar. Lo del Secretario General de los psoecialistas onubenses se aproxima más al concepto berrido que al término expresión razonada. Ya les digo. Hace dos años, pedía el voto a los trabajadores para que la derecha no ganase en las elecciones europeas. Al Psoe, reclamaba, hay que votar a la izquierda de progreso. Para que uno se lleve las perras, debe haber otro dispuesto a dárselas, salvo que las birle directamente. En este caso, los trabajadores, confiados, que ya hay que tener moral, entregaron su tesoro democrático a tan impío individuo. Y claro, las consecuencias no se hicieron esperar. Cierre patronal, despidos, y hasta la próxima, Lucas.
En este verano de dos mil once, Mario Jiménez ha vuelto a dar muestras de su honda sapiencia para las manifestaciones más peregrinas. Si la estulticia tuviera rostro, se parecería a los que siguen creyendo en este político de poco calado y profunda mala leche. Pues no que, ahorita, en plena canícula estival, se deja caer el muchachito de Moguer asegurando que las soluciones para Astilleros de Huelva “han venido por parte de la Junta de Andalucía". Se necesita tener valor para proferir falsedades tan toscas sin descomponerse la boca en el acto de perpetración del infundio. O sea, que están los trabajadores pasándolas canutas y el asistente personal del Jefe de los EREs poniéndose las botas.
Si la grosera declaración quedare en esos tremendos disparates verbales, pues bueno, pues mira, pues forma parte del tinglado de “nometoquesrroque” que se han montado estos buitres. Lo peor es que les importa un “carallo” que se cierre una empresa con más de mil empleados. Y lo que ya toca las narices del más circunspecto de los ciudadanos, es que, encima de la que está cayendo, culpe al Partido Popular y a Pedro Rodríguez de la catástrofe laboral que ellos, los ineptos dirigentes de la incompetente Junta de Andalucía, han generado. Mira que si la responsable de todo es Merkel, derecha germana intratable. Este Mario sigue la carrera de sus mayores más experimentados. Te ahogan en la orilla del mar y luego se lanzan a salvarte para, al final, decir que lo intentaron con todas sus fuerzas pero que el bañista era ya cadáver.
Mis mensajes escritos de los últimos tiempos discurren por un plus de insistencia en un aspecto. A Pedro se lo comió el lobo. Por mentiroso. Mario se sigue manducando a las ovejas del rebaño social. El silencio de los corderos es la coartada de los zorros y de las fieras. En este sentido, desprestigiado por sus acciones el insólito líder de los psoecialistas de Huelva, habrá que atribuir a los crédulos su parte alícuota del culpa en el cultivo de tanto embuste. Del mismo modo que José Blanco justifica las vacaciones de ZP mientras la Bolsa va de batacazo en julepe y de desliz en descalabro. Qué ricos.
Ya se sabe que la fe es hermana de la esperanza y cuñada de la caridad, y que es más fácil creer que dudar. Sin embargo, como decía Mariano José de Larra, “el corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer”. El corazón, vale, pero el cerebro y el estómago repelen la porquería. Un berrido no deja de ser algo desaforado. Mario, a ver si aprende usted, alguna vez, a decir la verdad. Aunque no cobre por ello.
Un saludo.
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