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Francisco Velasco. Abogado e historiador

DE ATOCHA VENGO

 

 Equivocarse y no rectificar. De sabios es enmendarla. Dícese que de humildes es corregir. Del valor de la ética y de la cualidad de la inteligencia, están ayunos los políticos. Su orfandad ética e intelectual halla uno de sus máximos exponentes en las leyes que ellos redactan y que, a la luz de sus defectos o de sus carencias, no revocan. Clama al cielo. La angustia del pasado se recrudece en el presente y su amenaza se abre hueco en el futuro.



El aliento independentista es demasiado fuerte para que el Gobierno, débil hasta la náusea, se enfrente con valentía a esta lacra que no busca sino la ruptura de la unidad de España. Por más que esté escrito en la Carta Magna que todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado, Bildu se ríe, se burla y se mofa de Zapatero. Ni éste ni Rubalcaba ni el mismísimo Rajoy, en su caso, van a tener narices de aplicar esa Constitución que juraron o prometieron cumplir. Ni País Vasco ni Cataluña van a ceder un centímetro de lo birlado a España. Al menos, por las buenas. Por más que se requiera a los presidentes de ambas Autonomías. La autodeterminación se encuentra tan cerca que casi la disfrutan. Se ve desde Atocha y desde Santa Justa.



La monarquía parlamentaria se apellida juancarlista. Es el culto a la personalidad. Enorme error el de la sinécdoque regia. Se minimiza, una vez más, al pueblo. Qué más dan Austrias que Borbones si los ciudadanos quedamos relegados a la condición de aquel Sebastián de Morra que inmortalizara Velázquez. Monárquicos o republicanos, pero con la vitola egregia de demócratas. Una cosa es que la sociedad esté en crisis y otra, la crisis de la sociedad.



Penden carteles por todo Madrid anunciando la visita del Papa. La prensa capitalina que cobra del Gobierno ya calienta las críticas. Los indignados sin dignidad se suman al abucheo planificado. La libertad religiosa queda para los papeles. Aunque algunos no disimulan su afección al republicanismo, muchos se la tienen jurada al suegro de doña Letizia. Jáuregui, ministro de la NO presidencia de ZP amenaza al Santo Padre católico. Ojo con atacar la ley del aborto.


Las romerías del 15-M de primeros de agosto de dos mil once nos parecerán inocentadas dentro de muy poco. Se va a armar un cisco de mil pares de demonios. El grupito de un par de miles que el pasado viernes volvió a tomar la Puerta del Sol salpimenta un plato gigantesco. Interesa al Ejecutivo cualquier cosa con tal de distraernos del aburrimiento del paro, de la deuda y de los despidos laborales. Hasta que empiece la liga de fútbol, la gran adormidera.



Desde Atocha, las cosas se ven distintas. Lo de Sol es algo más que un lema o una consigna. Sol quema. De cerca, mucho más. Vamos a ponernos crema. Cuanto antes.



Un saludo.

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