DEMÓCRATAS NACIONALES
Odiel (Des)Información del día 26 de marzo de 2009. Calumnia, que algo queda. La capacidad de mentira del periódico (con perdón) precitado ha engrosado con una de las noticias que hoy evacua sin pudor y sin el más mínimo atisbo de vergüenza, por cuanto ensucia la inteligencia del público. Ese periódico (con perdón) no publica, expele suciedad y mancha. Se hace eco el rotativo que dirige el Sr. Siles de la relación cónnive entre los neofascistas de Democracia Nacional, la cadena Antena Huelva y la Iglesia católica, y de cómo ésta permite al ente radiotelevisivo servir de plataforma a un partido de extrema derecha. La propaganda nazi que caracteriza gran parte de la bazofia que, en forma escrita, vierte a la calle el periódico (con perdón) del señor Siles, es digna de estudio. Sería interesante descubrir qué crisis de personalidad es la que padece este dizque periodista que, con tanta contumacia, miente y engaña. No sé si se trata de una crisis de desarrollo o de accidente, si nace desde su más temprana infancia o ha sido producto de una coyuntura traumática afecta pocos años ha. En cualquier caso, el señor Siles muestra tener una fijación con el fascismo, en tanto son reiterados sus ataques a la cadena Antena Huelva y, en especial, a su conductor estrella Paco Morán.
El que suscribe, que tiene el placer de intervenir como tertuliano, de forma absolutamente desinteresada, en el programa semanal "Debate en Antena" que se emite en directo todos los jueves, entre las 22:00 y las 24:00, da fe de que el mensaje que vomita el periódico (con perdón) del grupo Gallardo (hasta anteayer, del grupo PRISA), es tan falso, tan tendencioso, tan manipulador, tan desvergonzado, tan falaz y tan miserable, que faltan adjetivos para situar al referido personaje en la peana inmoral en la que merece perpetuarse.
Se ha dicho, con razón, que una mentira mil veces repetida nunca será verdad, pero sí contener la apariencia de verosimilitud. Y ese aforismo lo tiene bien aprendido el aprendiz del periodista que no puede ser el señor Siles. Es cierto que el Sr. Canduela, líder del partido político Democracia Nacional, estuvo presente, como contertulio, en uno de los programas de debate político de los jueves. Igual de cierto que en el mismo intervinieron, para expresarse en libertad, representantes de diferentes partidos políticos, discrepando en algunos puntos y coincidiendo en otros, sin que en momento alguno, el Sr. Canduela propagase ideas de corte fascista o neonazi. Se limitó a exponer algunos puntos de su programa electoral y a confrontar las mismas con la de sus interlocutores e incluso con las de los televidentes que se comunicaron a través del teléfono. Batasuna, PCTV (Partido Comunista de las Tierras Vascas) o ANV (Acción Nacionalista Vasca), partidos ilegalizados en la actualidad por el Tribunal Supremo, han dispuesto de la Televisión Vasca (ETB) para exponer libremente sus ideas, sin que el señor Siles haya puesto en solfa la legitimidad democrática del PNV ni ha lanzado improperios ni descalificaciones contra el PSOE cuando el Sr. Eguiguren, presidente del PSE, ha negociado directamente con los representantes de ETA, o cuando el Presidente Zapatero autorizó reemprender las negociaciones con los etarras incluso después del atentado mortal contra la T-4 del aeropuerto de Barajas. Por consiguiente, la intención bastarda y manipuladora en la que se relame el señor Siles, utilizando como pretexto su aversión al Sr. Morán o a la propia Iglesia católica, queda acreditada. Tan zafia y torpe es su actuación que si la misma se corresponde a su caudal intelectual y/o humanístico, se comprende la deriva económica y social de su periódico (con perdón).
Por último, quiero referirme al artículo que ha firmado Igor G. Iglesias en EL PLURAL (el nombre de esta cabecera digital nada tiene que ver con la pluralidad ideológica que parece desprenderse del mismo) que dirige D. Enrique (Enric) Sopena, antaño antiguo miembro de una institución afín a la Iglesia (hogaño, acérrimo debelador de la Conferencia Episcopal). El señor Iglesias (quien te puso petenera...) se hace eco, distorsionado eco, de una información falsa y, desde esta base, da a luz un presunto artículo de opinión que desdice los principios de la ética periodística, pues toma el texto como pretexto para, al fin, parir una rata fétida, maloliente y susceptible de provocar epidemias. El parto de los montes de fosfoyeso. Pura filfa. Por cierto, el Sr. Igor G. Iglesias afirma ser periodista y lingüista. No lo pongo en duda. Pero yo añadiría otra identificatoria: partiperiodista y lenguaraz. Y, como Siles, mercenario de la mentira.
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