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Francisco Velasco. Abogado e historiador

ENCHUFE

 

 El enchufe se ha convertido en el gran deporte nacional. Gracias al Psoe, beneficiar a un amigo, pariente o incondicional con un cargo, es la mejor manera de asegurar un suculento granero de votos. Lo que no es sino un delito, ha entrado a formar parte de la cultura andaluza de la democracia. Sin embargo, los registros de corrupción alcanzan límites intolerables. La Administración Pública es la gran panacea de los nepotes que carecen de méritos propios para acceder a ella de la forma que marca la Constitución y formulan las leyes.

 

El Decretazo que ha perpetrado Griñán para colocar a miles de enchufados en las filas de la Junta ha tenido una contestación social que, lejos de apagarse, se incendia por días, por más que la canícula estival adormezca los movimientos de protesta. La prensa se encarga de echar leña al fuego de la legalidad y de la transparencia en estos momentos en que los autores intelectuales de la golfería institucional se tuestan al sol de influencia particular.

 

La prensa sevillana, ABC en concreto, ha publicado que la Secretaria General Técnica de la Consejería de Empleo fue la encargada de realizar el informe que defendía el trasvase de casi dos mil trabajadores de FAFFE -una Fundación sin ánimo de lucro, jejeje- a la Agencia del Servicio Andaluz de Empleo. Claro que lo que no dice el Consejero Recio ni revela la propia Secretaria General es que esta trabajadora proviene de la Fundación Andaluza del Fondo de Formación y Empleo. De esta manera, todo queda en casa. La distinguida empleada es excedente voluntaria de FAFFE. Ella misma puede ser una de las grandes beneficiarias de esta administración paralela que ha engendrado la camarilla gobernante del partido psoecialista. Que por qué. Muy sencillo. Los directivos de la Fundación, que no están sometidos al Derecho Administrativo y han sido nombrados a dedazo, pueden dar un salto cualitativo y convertirse en los superiores jerárquicos de empleados públicos que han atravesado las horcas caudinas de una dura y sufrida oposición.

 

La mariquita de turno o el periquito de reparto, con o sin carrera universitaria, se instalan en la Administración con un status análogo al funcionarial merced a la desvergüenza política de un Gobierno corrupto, de unos sindicatos mayoritarios cómplices y de una Justicia que mira hacia parte distinta de donde el fuego quema los bosques. El mundo al revés. La vida. Jugarretas. El enchufe da calambres. O se cambia o alguno se puede quedar prendido a la corriente.

 

El enchufe presenta diversas formas, agujeros y tamaños. Los propios enchufes son incluso diferentes en muchos países. Si queremos evitar consecuencias desagradables, lo mejor es cortar el enchufe original. No sea que... No sea.

 

Un saludo.

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