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Francisco Velasco. Abogado e historiador

BUENA PRAXIS

 La ministra de Igualdad, que le da igual que da lo mismo, Bibiana Aído, de Manuel Chaves correligionaria y pariente, ha afirmado hoy que el Gobierno estudiará "atentamente" todas las sugerencias y recomendaciones de los dos informes de conclusiones sobre la nueva Ley del Aborto emitidos por el Consejo Fiscal. Claro que no ha dicho qué entiende por atentamente. Quizás se refiera a con atención, acaso sea un mero tópico protocolario de saludo y/o despedida, o tal vez a lo atenta que tiene la mente para decir lo que quiere sin reparo moral alguno. No lo sé. Mis dudas son continuas, constantes, sistemáticas. Acrece mi inseguridad -política- con ella. Mala praxis. Muy mala.


 La vicepresidenta primera del Gobierno semifacha del caudillo ZP, María Teresa Fernández de la Vega, ha dicho -corrijo: ha asegurado- que el aborto (como le avergüenza denominarlo de esta manera, utiliza el lítote de "interrupción voluntaria del embarazo"), nos afecta a todos. Lo curioso es que no ha dicho a todos y a todas. La familia (o es secta) psoecialista que de la Vega sub-lidera, nos lanza una admonición en toda regla: "con nuestra actitud nos jugamos nuestra dignidad como sociedad". Ojo a la vice que no dice una verdad a medias. Las suyas son mentiras completas, absolutas, taimadas, pérfidas, brujilmente paridas, manzanas de mil blancanieves. De ahí que su insidiosa acusación sobre lo retrógrados que son -somos- quienes se oponen -nos oponemos- a la ley del aborto bibianesco no tenga más valor que la persona que las profiere. Pésima praxis. La peor.


 El presidente del partido casi único, a cuyo servicio se halla el Gobierno español, ha hablado al respecto del aborto. ¿Qué ha dicho? Cualquiera sabe. Si el padre de Paula Chaves confunde Andasulía con Andalucía y en veinte años de virreinato nadie conoce la dimensión de su excepcional "torpeléctica", a Zapatero se le entiende todo (en honor a Bibiana, toda) pero enterarnos, ni por asomo. Quien expresa lo insulso con aire de solemnidad filosofal, sin apercibirse de que la forma no puede esconder el mensaje, es incapaz de discernir la coherencia del discurso más pueril. Y su praxis, ¿cómo la califica? Por favor, qué praxis ni qué aporía. ZP es pura entelequia.


 A todo esto, que el Consejo Fiscal considera que esta ley del aborto puede ser anticonstitucional. Menos mal que, pese a Cándido Pumpido, el señor Conde, los fiscales distinguen lo tuitivo de lo intuitivo. El principio de la obediencia debida retendrá  su acción pero ya lanzaron su piedra al aire. Otra cosa es que caiga sobre la crisma de alguien y la pitera subsiguiente permita airear durante unos segundos el seso cuadriculado de éste. Me extraña. Pero de esperanzas se vive. No perdamos la esperanza... aguirre.


 Un saludo.

 

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