ABSTENERSE
Hoy, lunes, once de julio de dos mil once, se constituye la nueva Diputación de Huelva. Las elecciones municipales dictaron sentencia. Algo más de un millar de votos obtuvo el partido de Mario Jiménez y de Petronila sobre la formación popular. Trece diputados del Psoe frente a otros trece del PP. Paridad que ha de ser resuelta por el único diputado de Izquierda Unida. Todo apunta a que el señor Sánchez Rufo, o quien fuere designado por IU, se abstendrá. Es decir, no participará en una votación a la que tiene derecho. Se contendrá, se refrenará, se apartará. Es su facultad. Muy bien. Renuncia, se inhibe, se priva. Desde luego por desinterés, no. Con toda seguridad de que por conveniencia, sí. Por cobardía, desde luego. Por valentía, ni hablar. El señor ¿Sánchez Rufo? sacrificará su ideología, supuestamente de izquierda. El diputado de IU prescindirá de la justicia, en general propia de las organizaciones políticas obreras.
Que por qué todo este juego de figuras literarias. Muy sencillo. Porque donde las dan, las toman. Se es cobarde cuando se inventan argucias para no cumplir el deber moral. Se es valiente cuando no se ingenian tretas que simulen el arrastrarse ante la disciplina de los jerarcas de su partido. Se tiene ideología, cuando se respetan las libertades individuales. Se actúa por conveniencia cuando se somete al dictado del poderoso. El señor ¿Sánchez Rufo? compendiará en el acto constitutivo de la Diputación las cualidades que hacen de las personas dontancredos. Con su abstención, entregará a la señora Petronila Guerrero las llaves de la presidencia del máximo organismo supraprovincial. Hala, para que siga manejando los dineros públicos a su antojo y capricho. Para que pasee su cuerpo serrano en calesa oficial. Para que siga disfrutando las prebendas del palacio de invierno y del palacete entretiempo. Para que despilfarre los caudales públicos en su aeropuerto fantasma. Para que siga manteniendo la corte de asesores áulicos. Para seguir mostrando a sus camaradas del chalet del Conquero de qué manera se pueden vaciar las arcas de hacienda. Para contemplar, desde la balconada de las banderas, el paso de los miles de parados que pululan, desesperados, por las calles de nuestros pueblos y ciudades.
¿Sánchez Rufo? se abstiene y, desde su escondite de oro, permite que la emperaora de la plaza de las monjas mantenga su status de mujer fatal. Fatal en el sentido político de dirigente nefasta, fatídica, funesta, deplorable y desgraciada. Desdicha la de este pueblo onubense al que dan palos en el lomo y, a continuación, permite patadas en el culo hasta que ofrece las dos mejillas para que se las calienten a gusto. IU contempla el espectáculo y...se abstiene. Grandeza la de esta fuerza de izquierda que extrema su acercamiento a los fortines del vil metal. La abstención de IU estaría explicada si de esa forma dejara el camino abierto a la regeneración. Como no es así, sino todo lo contrario, IU llenará sus alforjas de basura radiactiva, la misma cuyo vertido rechaza a las empresas del Polo. La cúpula de los indignados no la corona Valderas. Qué va. El de Bollullos lo más que lidera es la clasificación de los partidos indignos por su demagogia. No se priven, señores, no callen. Griten: Viva Petronila. Viva la madre superiora que nos lleva de excursión y de farándula. Cuatro años con esta farsa es una penitencia desproporcionada para una ciudadanía exhausta.
De consumarse la traición de la omertá, los electores deberán aprender la lección y recitársela a los pasivos en las próximas generales y autonómicas. No se puede argüir lo llevado a cabo por IU en Extremadura. Los parlamentarios extremeños se abstuvieron para que no gobernase el partido de la corrupción. En Huelva, la abstención implica el apoyo al partido de la corrupción. La diferencia es evidente. Quien ampara a ladrones, ya se sabe. Quien recepta artículos robados, en delito incurre. El programa, programa, programa de Anguita es, en manos de sus sucesores, un folleto de sex shop. Absténganse curiosos.
Abstiénese IU en Huelva. A cambio de qué. De qué.
Un saludo.
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