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Francisco Velasco. Abogado e historiador

FONDO FASCISTA

 

 El espíritu del pueblo es el Estado. El cuerpo del Estado es el pueblo. Nada puede haber contra el Estado ni fuera del Estado. Nada. Así se resume la doctrina fascista. De derecha, como Mussolini. De izquierda, como Stalin. Del fascismo de entreguerras al neofascismo actual. La cuestión que se repite es la privación de la libertad. No en aras de la seguridad, no. Como coartada de la igualdad, tampoco. Como añagaza del uniformismo, sí. El Estado es todo y todo es el Estado. Totalitarismo en su acepción más fundamentalista.

 

El movimiento 15-M no ha sido espontáneo. No lo es. Detrás de la indignación, existe un motor político de alimentación ultraizquierdista. Ojo. No de ultraderecha. De la ultraizquierda más temible. El ala más radical de IU anima el cotarro. La facción más corrupta del PSOE se apunta a la juerga. Utilizan la fórmula italiana de los camisas negras con ingredientes formales de los del puño en alto. Mens del fascio in corpore de borregos. Por sus frutos, los conoceréis. Guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros vestidos de ovejas pero que por dentro son lobos rapaces. Así lo recoge Mateo en su Evangelio. El mensaje tiene la misma vigencia de entonces.

 

Los indignados no son tales. Indignantes sí son sus actuaciones. Defienden asambleas cuando en realidad son falsas iglesias. Pastores inútiles predican el mensaje zafio de una filosofía putrefacta. Se convierten en vendedores top manta de caudillos mafiosos. Son miembros de la secta que les acoge, les promete y les remunera. Pasan por peripatéticos y desconocen el método socrático. Su pathos no es la pobreza de la gente ni la miseria de los desvalidos. Quieren mostrar la “terribilitá” de Buonarotti e ignoran la grandeza del florentino. Se alzan contra los políticos de derecha cuando gobierna la élite corrupta de izquierda. Acosan a los representantes democráticos despreciando el sentir de sus votantes. Se ciscan en la voluntad de los ciudadanos porque éstos, dicen, no saben lo que quieren. Ellos son el Estado. Ellos quieren el poder. Se autoproclaman base social. Ellos, que no son sino instrumento de la violencia de otros.

 

En Madrid no se citan en Moncloa o en Ferraz. En Cataluña no se congregan ante el Montilla despilfarrador ni frente al Carod demagogo y faltón. En Huelva no se sitúan en los aledaños del Conquero ni en los soportales de la Diputación. Elocuente el encuentro y revelador el desencuentro. Se pilla al mentiroso antes que al cojo. Y si no, esperen. El buitre político que es Mario, confía en la derrotada señora Guerrero para repetir presidencia. La más perniciosa dirigente política de los últimos cuatro años se aferra al poder para compensar su derrota electoral. Una cosa es lo que Jiménez quiera. Otra lo que su homónimo permita. Lo que es objetivamente inapelable es que si se deja el gobierno de tan alta institución en manos de tan incompetente señora, se refrendará la continuidad de una gestión tan corrupta que no diferenciará al Jiménez rico del Jiménez pobre.

 

En ese extremo, de extrema izquierda fascista, los indignados no se atreverán a exigir la rescisión del contrato del palacete. Ni el cierre de la charanga empresarial del aeropuerto fantasma. Menos todavía el comienzo de la retirada de las balsas de fosfoyesos. Por supuesto que ni por asomo reclamarán la eliminación de asesores tan áulicos como innecesarios. En cuanto a los sueldos millonarios y a las dietas polisémicas, "rien de rien". La extrema izquierda que no rige la Diputación, sino los intereses de sus partidos, seguirá mamando de la teta pública que el sistema les permite. Mientras, el pueblo, harto de golfos, mantiene su fe en la democracia.

 

No olvidemos que la democracia es un alimento político de reyes. Sin embargo, los mejores manjares se corrompen si no se conservan como es debido. Justo lo que está ocurriendo en España. Donde los gusanos se han apoderado de la despensa. La despensa es el fondo fascista que han rapiñado los indignos sicarios de la izquierda que se aprovecha. El Fondo Fascista va a por Esperanza. Si logran sacarla de sus casillas a base de oleadas sucesivas de indignados indignos, y la policía actúa con violencia, ahí hallará la "agarraera" para que el Estado psoecialista se prolongue allende las elecciones generales. Acuérdense: Fondo Fascista. Fue fundamental el 11-M que permitió a Rubalcaba manipular las elecciones de 2004 y arrebatar la victoria al PP. Es esencial hoy para que de nuevo Rubalcaba manosee las urnas y evite, por las muy malas, el irremisible triunfo de Rajoy. En ese Fondo Fascista se mueve, como alfredito por su casa, el exportavoz del Gobierno del GAL y el portavoz del Gobierno de Bildu, del Faisán y de los indignados teledirigidos. Por él. Fondo Fascista.

 

 

Un saludo.

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