BLANQUEAR EMPLEOS
Por centenares al principio. Por miles, después. No se trata de blanquear dinero. Es peor. Se pretende blanquear empleo. Funcionarizar a través del atajo a un hatajo de amigotes. El trabajotraficante es la propia Administración Pública. Los cómplices, los sindicatos que pisan el nombre de Marcelino y de Redondo. Funcionarios de carnet.
Las redes mafiosas se tejen en los áticos y a oscuras. Los pescadores traban las nasas a pie de orilla y a la luz del alba. Los enjuagues de la Administración son posibles cuando los dizque defensores de la clase trabajadora se preocupan de los intereses de ésta y se muestran especialmente vigilantes en la defensa de los derechos constitucionales. Si en vez de supervisores de la legalidad, estos sindicatos de subvenciones millonarias cooperan en la farsa gubernamental, entonces la coyunda ilegítima se convierte en banda de malhechores.
Los funcionarios públicos alcanzan esta categoría a través de los procedimientos que predetermina la normativa. Miles de hora arrebatadas al sueño, al ocio o al descanso para sacar una plaza ansiada dentro del Estado. Sueldos mileuristas al portador de un estigma de cansancio inconfundible. Trabajo honrado y mal pagado que se compensa en estabilidad laboral. Atravesaron las horcas caudinas de una dura Oposición y muestran orgullosos las cicatrices de su lucha. Ahora, quieren colar, los del PSOE, en sus espacios vitales,a una multitud de estómagos agradecidos que accedieron a ámbitos públicos sin más méritos que su adhesión al régimen.
Las fundaciones y las empresas públicas son los coladeros de esta aduana vendida. Son los sin papeles que se adquieren ilegalmente a cambio de una lealtad inquebrantable y eterna. Quitarán su puesto a los que ingresaron con papeles debidos. Se mezclarán con ellos formando un totum revolutum del que será imposible separar la mena de la ganga. Confunde y revuelve. Al cabo, ganancia de pescadores procaces.
Empresas públicas y fundaciones. El PSOE sabe lo que hace y hace lo que sabe. Habla de justicia y comete atropellos. Predica igualdad y discrimina a troche y moche. Reclama libertad y construye cárceles. El PSOE blanquea empleo a través de la Junta. La Junta otorga empleos a instancias del PSOE. Públicos. Privados, también. Comienzan por estos últimos. Terminan por los primeros. La desembocadura es un delta con anagrama de rosa y puño. Una vez todos en el redil, se procederá a filtrarlos por el crisol de la conveniencia. Y verán: los que entraron por el atajo se adueñarán de la zona y quienes cumplieron la norma, tendrán que vagar más allá de la curva del triple. O chuparán banquillo. O serán traspasados.
El PSOE se las gasta así. Con la ayuda inestimable de algunos sindicalistas. A este paso, el país no lo va a conocer ni Alfonso Guerra. Con tanto cambio, ni los que aquí vivimos distinguiremos la cara de este país. Que es el nuestro. No lo están sometiendo a operaciones de estética. No. Lo deforman a puñetazos. Ellos. Los del PSOE. Y sus amigos.
Vamos que vamos.
Un saludo.
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