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Francisco Velasco. Abogado e historiador

PAPELÓN

 

Algunos no tienen techo del ridículo. La atalaya de lo grotesco constituye su hábitat natural. Sus palabras causan risa. Sus gestos reeditan el más estrafalario de los esperpentos. Sus actos lamen la mezquindad. Sus ademanes se sumergen en lo tragicómico.

 

Zapatero tenía previsto, mecaschis, haber participado en una cumbre de líderes progresistas. A punto de largarse al viento fresco de Noruega, alguien le advirtió de las consecuencias adversas del viajecito. Hombre, Pepe Luis, que lo de progre está bien siempre que menciones al diablo en lugar sacro. Si no, es mejor abstenerse. Imagina el cachondeo global, la carcajada mundial, la hilaridad sin fronteras que provocaría tu presencia en esa cita. Tú y Papandreu, los dos juntitos, interviniendo en una mesa redonda sobre crecimiento y empleo. El ministro noruego forma parte de una conspiración judeomasónica que persigue tu ruina. Bastante tenemos con las caricaturas de mister Bean. En Pekín se iba a escuchar el jolgorio de nuestros vecinos alemanes y franceses.

 

Nada, nada, que me quedo. Pero qué digo. Tengo que buscar alguna excusa creíble. Hablando de trabajo, qué tal si reúno en Moncloa, que queda muy chic, y almuerzo, o ceno, total, con el pesebre social. Dar de comer al hambriento y de beber al sediento son obras de misericordia. Lo dicho. Valeriano, telefonea a Toxo, a Méndez y a Rosell, que tengo ganas de darle una patada, digo un imlpulso, a la reforma de la negociación colectiva. Eso sí, antigüedades, ni una. Advierte a Rosell que ni se le ocurra ligar el salario a la productividad. Semejante idea. De tenerla en cuenta, este Gobierno no cobra ni las dietas de desplazamiento.

 

Otra cosa. Avisa a Trini Jiménez que pare los pies, a lo Corcuera, a los mendas del FMI. Es que son bellacos y antipatriotas. Pues no y dicen que “será España, incluso por delante de Grecia y Portugal, la que más frene, con sus medidas de ajuste y su hoja de ruta para el recorte del gasto público, el crecimiento”. Que Alfreddo notifique la ofensa a alguno de los de Faisán y restauren el honor familiar. No consiento que a la España desgajada se la incluya en el grupo de los «periféricos», cuya tasa de paro se ha disparado. Cinco millones no son tantos. O me pone en el equipo de los del “norte” que han logrado mantener el empleo estable, o doy órdenes a Amedo.

 

Y para colmo, la madre naturaleza. Los seísmos en Asia, bueno está. Nos condolemos, enviamos tres bomberos sin fronteras, dos perritos, tres oenegés y a Leire, y asunto resuelto. Pero mira que en Lorca. La culpa es de Franco que dictó el asesinato del poeta y éste se toma venganza ahora. Lo asumo. Allí donde el pueblo llore, donde la gente sufra, donde los desvalidos sean víctimas, allí estará superzetapé. Con mis manos, salvo a los lorquinos y a los lorquianos. A ver, Salgado, pide prestado a Chaves un Manual de EREs y que incluya en ellos a los miles de afectados por el terremoto. Si está de gira con Iván o de cháchara con Paula, que venga inmediatamente Antonio Fernández, que el chaval sí que sabe de expedientes. La sangría del paro se corta de raíz.

 

Que Fernández está de vinos. De Sevilla se ha ido a Jerez y en su agenda prevé un cargadísimo calendario de romerías. Que no puede hacer nada. Que no se puede dividir. Entonces, joé, que se presenten Mario Jiménez y Petronila Guerrero. Con el “peazo” deuda de la Diputación de Huelva, me pueden asesorar sobre cómo mantener tan alto el pabellón de la ineficacia. Es que tengo que estar en todo. Antes, con Moratinos, me evitaba las galletas. Aído me lanzaba bengalas de ayuda. Hoy, estoy más solo que Bono en un entierro mormón.



Papelón el suyo, don Zapatero. Héroe. Más que patriota.



Un saludo.

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