RÉPROBOS
El rico castellano de América del Sur emplea el término reprobar como no aprobar, suspender, mostrar insuficiencia, dar por malo. El réprobo es un sujeto malvado. La iniciativa parlamentaria de reprobar políticamente a Chaves descansaba en su “contribución al deterioro del Gobierno y a la clase política en general" ya que su actuación política destaca por su "incapacidad para gestionar", su "ausencia completa de trabajo", su "inactividad legislativa" e incluso su desprecio a las demás administraciones".
El Congreso ha rechazado la moción de los populares. Los grupos políticos que beben de la mano del Psoe han rechazado la pretensión. No por falsa. Por decisión táctica. El PP sabe que, frente a sus voluntades de cambio, se opone el enorme muro defensivo de los matrimonios de conveniencia. No importa qué haya sido capaz de degenerar el papá de Paula e Iván. La conducta de los políticos se pesa en la balanza de las corrupciones. La del PSOE, evidente. La de IU, notoria. La de CiU, de alcance “puyolístico”. La del PNV, se mide en unidades de concesiones independentistas. Podemos seguir y desvelaremos el grado de iniquidad de algunos papaítos de la patria.
La noria gira al compás del baile de los malditos. Y de los réprobos. Se reúnen éstos para eludir el reproche oficial. Sin embargo, lo son. Por mucho que se alíen y confabulen contra quienes han aprobado el curso y han sobresalido por su actividad. Así va España. Al revés. Promocionan los ineptos y perezosos. Repiten los válidos y trabajadores. Estamos a los pies de los gañanes más gandules y de los gandules más gañanes.
Ansia. Lo de PSOE es ansia. Ambición desmedida. Obsesión racional. El poder lo es todo. Treinta años antes. Sitúense los más veteranos. Repasen los más jóvenes. El partido de Felipe “niño bueno” González somete a Adolfo Suárez a moción de censura. No prospera. Un palmo de narices. No desisten. El desgaste continúa. El corrillo de Alfonso Guerra tiene en sus filas a un pelotón de expertos zapadores. El acoso al primer presidente de nuestra democracia no cesó. Al cabo, obtuvo sus frutos. Suárez dimitió. Cansado y solo. Maltrecho y roto. El camino a La Moncloa era cuestión de pocos meses.
La moneda del árbitro está trucada. Tiene dos caras con idéntica efigie. Cara y cara. La cruz no cabe. El medio y el fin es el beneficio. El todo. Signo de tahúres y de tramposos. Doy para que me des. Rubalcaba busca a Usabiaga y Otegi encuentra a Urkullu. Zapatero pide tiempo muerto y el Inconstitucional termina el partido en el vestuario. Escándalo anunciado. La cara y los caras. La cruz y las cruces las cargan las víctimas. No hay un Cirineo. Caifás se traviste de Pascual Bildu, digo Sala, y Bono se lava las manos. Pérfido el lagarto, unta a los opositores y sonríe a los lacayos de la ignominia.
La España de Zapatero es un juguete en manos de los nacionalistas vascos y catalanes. Los radicales hallan en la basura moral su sustento. Su política se retroalimenta de los detritus éticos del Gobierno. El chantaje y la extorsión germinan en el campo del abandono. Réprobo Chaves, suspenso el consejo de ministros. La moción de censura es imposible cuando la democracia ficticia se subsume en la dictadura real. Es el caso. Por desgracia.
Un saludo.
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