CLUB DE ALTERNE
Las lenguas se deshacen en elogios acerca de Loles López, parlamentaria popular. Hablo de lo que escucho. He leído sus declaraciones sobre la publicidad a cierto bar de copas en el que las mujeres poseen un papel determinante. Se puede decir que ellas son el motor del negocio. Coherencia grande. Resulta que algún responsable del Polideportivo “Las Américas”, que depende de la Diputación de Huelva, ha permitido que las vallas publicitarias externas de este centro público se ocupen con anuncios de ese club de alterne. Me niego a llamarlo puticlub. En mi opinión, las mujeres nunca son putas. Ni putos los hombres.
Sí analizo la conceptualización “doble moral e hipocresía” que la señora López atribuye a doña Petronila. Doble moral, no. Amoralidad, toda la que quiera. Inmoralidad, según qué principio de comportamiento político ondee. Hipocresía, sin duda. La señora Petronila finge maravillosamente. Es hija del elenco de actores de esa compañía de cómicos que la cúpula psoecialista es. Con la cara progre cantan la dignidad de las mujeres y reivindican la prohibición de anuncios sexuales en los periódicos. Con el rostro fascista admiten que algunos empresarios afines publiciten la copa y el sexo con chicas que, acaso, sufran en sus cuerpos la necesidad de venderlos por unos cuantos euros.
Mientras Pedro Rodríguez levanta monumentos a la historia de Huelva o al sentimiento de su gente, doña Petronila ha podido facilitar anuncios de posible prostitución en dependencias públicas de su competencia. Acaso por ignorancia. O por indiligencia. Tal vez por negligencia. La mujer no puede denigrar a la mujer. Ni por un momento. Un club de alterne puede ser, incluso, un bien social. Lo que es inadmisible es que la mujer que trabaja en ese bien social sea pisoteada al extremo de convertirla en un mal para la sociedad.
Pajín y Aído. Aído y Pajín. Dónde están. Frecuentando foros a favor de la mujer. Silenciando ofensas contra la mujer. Lo de Petronila es de juzgado de moral. Ya sé que no hay. Pero la conciencia sí existe. En una persona que ocupe cargo público, las conexiones (plural de conexión) deben realizarse con suma delicadeza. No sea que el que conecte pretenda pinzar el polo negativo con el positivo y el cable rojo del estalinista con el cable negro del mussoliniano. La deflagración sería inmediata. Conexión francesa. Conexión kosovar. Conexión fiscal.
La conexión como enlace y como atadura. La conexión entre institución pública y empresa privada. La conexión de alterne en el punto donde se realiza el enlace entre aparato y finanzas. Conexión como mancomunidad de amistades o comunión de intereses. Conexión como enchufe, como enganche, como contacto. Club de alterne. La conexión como encaje y enganche. Alterne. Trato, pero no trata. Relación no fraterna. Convivencia y emparejamiento. Club de alterne. Libertad. Libertad para las mujeres. Antes, igualdad para ellas. No las denigren más. Inmorales. Hipócritas. Fachas. La publicidad del Polideportivo “Las Américas” exige respeto. La Diputación debe retirar los anuncios indeseables. Por respeto.
Un saludo.
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