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Francisco Velasco. Abogado e historiador

COMISARIOS Y CHIVATOS

 

La maquinaria psoecialista es silenciosa e incansable. Su funcionamiento es como el del reloj de pilas atómicas. Marcado el camino, toca recorrerlo. Treinta años consecutivos mandando en Andalucía han hecho del sistema democrático un despojo. De tan hollado el carril, las ruedas de los carros siguen la vía como el tren los raíles. No hay andenes ni estaciones. Sólo apeaderos en los que se enganchan los acólitos y se bajan los críticos. La Junta es el gran hermano. Los andaluces, los grandes primos.

 

A la Administración General de la Junta la quieren desmantelar. El “Griñandecreto” es una guirnalda de malvas. La transparencia y la objetividad mueren, han de morir, si se quiere mantener el control de todo lo que se menea en la Comunidad. Los principios de igualdad, mérito, capacidad e igualdad padecieron tortura en tiempos de Poncio Chaves. Es el turno de la traición. Miles de trabajadores de empresas públicas, contratados a dedo por el Relojero, pretenden subirse en el caballo de Troya de la Oposición y acceder, por las malas, al empleo fijo que los funcionarios de verdad se ganaron a pulso, arrebatando miles de horas al ocio, al sueño y a la familia. El régimen psoecialista no insituyó el enchufismo. Esta corruptela moral y legal alcanzó, sin embargo, su madurez y su auge con los Marios y Rafaeles, con los Gaspares y Petronilas, con los jerifaltes comisionistas y con los familiares de la ugeté.

 

El control ahorra recursos con el previo agradecimiento. Pasa un poco como con la religión. Decía Anaxágoras que el Estado se beneficiaba de la religión en tanto la doctrina predicada disuadía a muchos de malas obras y se evitaba un gasto enorme en seguridad. Los tropecientos miles de trabajadores de las fundaciones y de las empresitas públicas que se han sacado de la manga los faraones de San Telmo, inyectan votos a las desnudas encuestas. Se prevé un descalabro que hay que paliar como sea. A costa de blanquear puestos de trabajo. A base de sacar del desempleo a cientos de miles de parados que serán convenientemente deformados en cursos de manipulación preparados al efecto. Como sea. Con chivatos y comisarios. Con sobornos y con amenazas.

 

Administración paralela de intereses convergentes con el Partido del Hermano que todo lo sabe. O pasan por el aro o ya saben lo que les aguarda. Sean de Izquierda Unida o de UpyD, del PP o del Partido Andalucista. El Psoe no puede aceptar que la conciencia social triunfe. No duda en vender su producto adulterado como conciencia social. No tienen conciencia y les falta un mínimo de hálito social. Halitosis fascista. El que no está conmigo, me combate, dice el Jefe del Fascio. Hay que agradecer a Hurtado de Mendoza sus santos bemoles al frente del CSIF para rechazar las suculentas ofertas que buscan aligerar su honrada beligerancia contra esta lacra. El llamado sindicato de los funcionarios se está portando y comportando.


El Decreto-Ley 5/2005 quiere crear agencias públicas y solapar en ellas a los opositores con los enchufados. En dos años, todos revueltos. Se borran las huellas y se pierde el rastro. La golfería se ha consumado. Corresponde, ahora, el tiempo de perfeccionarla. Los cargos ejecutivos pasarán a manos de los advenedizos. Ser del Psoe será requisito principal. Los demás, méritos vadeables. El río del poder es caudaloso. Si no bailan el agua a los jefes, el desdén, el acoso y el despido son fantasmas de carne y hueso. Los enchufados. La Administración caerá definitivamente en manos del pesebre.

 

Lo que no es de recibo es el error conceptual. La democracia es sagrada. Nadie debe culpar al sistema de la maldad de los caciques que lo adulteran. A los caciques, jaque. A la corrupción, mate. Mañana, los de la seguridad privada, funcionarios de los Cuerpos y de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Qué más da. Oficina de empleo: hay plazas de comisarios y de chivatos.

 

Un saludo.

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