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Francisco Velasco. Abogado e historiador

“ETARRAR”

El lavado de cara. Como suficiencia para declarar limpio el cuerpo. Eso declara el señor Méndez, máximo exponente del sindicalismo de transmisión política del PSOE, para decir que sigue descontento con la reforma laboral. Faltara más. La demagogia de algunos se relaciona directamente con su escasa vida interior. Vean, si no, el caso de ese prodigio del travestismo más despampanante que es don Valeriano, ilustre cooperador necesario del ugetista e insigne cómplice del presidente ZP . Dos por el precio de uno. Lo que dijo ayer, antier halló su fecha de caducidad. Lo afirmado hoy, se verá cuando convenga. Así son.

 

La reforma laboral entra de lleno en los arcanos del cuento de la lechera. Con una diferencia. Que la moza de la quimera agotaba su discurso en la moraleja de la fábula, mientras los muchachitos de la ajada bandera de su marchita ideología, inician su despegue económico en la fabulosa Moraleja u otros barrios de lujo afines. La dama sueña. Los amos nos llenan los sueños de pesadillas.

 

En tanto, la rueda gira y gira. Es un disco rayado. Pan rallado. Publicidad engañosa y cansina. Alimento a tiras. Y mientras ellos ríen, mienten y actúan de forma contraria a la verdad y a la rectitud, el número de parados registrados en el INEM subió en 68.213 personas en octubre. Aunque el más somero estudios por segmentos de edad, aterra, el análisis de las cifras del paro juvenil,”etarra”, si se me permite la licencia de crear el infinitivo etarrar. La mayoría de los jóvenes, sin un subsidio para tomarse un café, excepción hecha de la paga que las familias le pasan con el sudor de su pensión congelada.

 

Y mientras, que si galgos o podencos, que si churras o merinas. Vayan a paseo, señores. Y señoras. Del Gobierno. Si el secuestro es la detención ilegal de alguien o de algo a cambio de una compensación, y sin acusar de delito a nadie, uno tiene la certeza de que el Gobierno de España está secuestrado por el Partido casi único de este país. No se puede entender cosa distinta. Tanta maldad no cabe de Institución tan preeminente. Síndrome de Estocolmo o llámese como quiera.

 

La destitución de Bibiana y de Corredor y el encumbramiento de Leire y de Trini resultan inexplicables en una sociedad democrática en la que rigen los principios de objetividad y de imparcialidad. La decisión de Zapatero vuelve a “etarrar” a los que creemos que el Estado de derecho se identifica con el derecho del Estado y no con el interés del partido que secuestra al Estado. El mundo se desmorona a medida que la confusión creciente nos disminuye la dimensión del derrumbamiento. Todos valen medio almud. Es verdad que la unidad de medida está en desuso. Cierto es. Pero no menos verdad es que el desuso es sinónimo de olvido y de abandono. Así está España. Por ahí llevan a la ciudadanía. Por la deshabituación de sus libertades y de sus derechos.

 

Insisto, con perdón, pero toda esta inmundicia me “etarra”.

 

Un saludo.

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