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Francisco Velasco. Abogado e historiador

LA CANDIDATA

La armada psoecialista de Huelva ha alineado en un plano ortogonal sus campamentos. Retícula a retícula, todo está planificado. La plana mayor, en El Conquero. El cardo y decúmano se cruzan en la Diputación, donde se centra el aparato logístico y financiero. Allí sienta sus reales la presidente Petronila. No le agrada demasiado el envite. Dar la cara ante Pedro Rodríguez es jugada en la que puede perder demasiado para su rubia teñida ambición. Ella prefiere medrar en la sombra. Su relación con Barrero es buena pero ni de lejos la que otrora fue. Se siente segura en la Diputación. La alcaldía de Huelva es un plato de caviar envenenado.


La soldadesca está bien pagada. Asesores mercenarios se multiplican. La conquista del Ayuntamiento de la ciudad es prioritaria. Desgastar al popular Rodríguez es una de las consignas. Maniatar a la prensa independiente, otra. Engrasar con holgura a los medios adictos, imprescindible. Dejar en la inanición dineraria a los municipios rebeldes, estrategia ejemplarizante. Socavar las gestiones del partido del alcalde, otra clave.


De ahí la siembra de minas en el Ensanche. Si el PP urbaniza esa zona privilegiada y el Recre retorna a la división de honor, la candidata Petronila rubricará el fracaso anunciado de un partido descompuesto de valores y sumido en la convulsión desesperada de la crisis que cultivó Zapatero. Impedir la construcción de la ciudad de la justicia, abatir a pedradas el AVE de Mario, o convertir a Calatrava en diseñador de apeaderos decimonónicos, son labores perentorias. Mantener el fosfoyeso, alentar el chapapote Balboa y subvencionar a la prensa más cafre, bombas sin espoleta son. Asedio a Pedro.


La candidata sonríe sin ganas. La carísima batalla por reforzar su imagen resulta tan inútil como contraproducente. La ciudadanía sabe que por mucho escaparate de Loewe que erija doña Petri, el interior es basura, residuo, desvalor e inmundicia morales.


El palacete de la plaza de las monjas recorta votos. En medida similar a la imputación judicial de dirigentes amigos. La presidente sí tiene quién le escriba. De lo que carece es de personas que la pongan en su sitio. (?). La calle. El destierro político. Donde no dañe. A la democracia, primero. A la ciudad de Huelva, después. Adiós, candidata, adiós. Petronila. Tirana bandera. Del PSOE.

 

Un saludo.

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