¿ETAtut? SÍ, ETATUT
Lo creyó. Creyó todo cuanto le prometió. Pero se demostró que mentía. Una vez más. Se demostró que mentía. El Estatut de Cataluña, el "Etatut" es el golpito. A poco, llega el golpazo de la Cataluña independentista que viene.
Cuando alguien, que dice servir al pueblo, reduce su periplo gubernamental a un resumen de hincha futbolístico, revela su inopia cultural, la calidad de su veneno intelectual y su nihilismo argumental. Rubalcaba se ha retratado. Una vez más. El portavoz del Gobierno del GAL y el gallináceo del Faisán se cuece en su propia salsa de hipocresía y nos da lecciones de cómo estar en la política sin ser un político de verdad. Rubalcaba nos regala un ejemplo inimitable de cómo por la boca muere el pez.
En cualquier caso, lo que me aturde y me desalienta es la posición "pilatesca" de algunos que se lavan las manos para no comprometerse. Las víctimas del “ETATUT” no son inocentes. Los inocentes son sus verdugos. Entre unos y otros, quienes no son inocentes, sino renegados, son los que se golpean el pecho, se laceran las espaldas, se visten con túnicas penitenciales, arrastran sus desnudos pies sobre el frio asfalto, arrastran pesadas cruces de madera, y luego callan, silencian, enmudecen ante el poder de los nuevos herodes.
Tentación de los totalitarios es crear una vida utópica, huérfana de miserias y de enfermedades del pasado y temerosa de las oscuridades del futuro conformista. El británico Huxley representó, de forma magistral, esta voluntad en su "Un mundo feliz". Constituye la lucha perpetua entre la verdad y la ficción, por más que, como ocurría con el platónico mito de la caverna, el mundo irreal trae la felicidad, sean los habitantes esclavos o estén presos en la cárcel de su mente.
El palimpsesto es el exponente de una clase política que quiere convertir en utópico lo que es distópico. Es decir, se quiere mostrar como modelo de felicidad (utopía) lo que es el resultado de una sociedad oprimida controlada por un gobierno autoritario (distopía). O lo que es lo mismo: si la utopía es el mejor de los mundos, el sueño de todo ciudadano hecho realidad, la distopía es el peor de los mundos, la sumisión definitiva y absoluta, el sueño de todo gobernante hecho realidad, y será tanto más efectiva cuanto mayor grado de satisfacción produzca en el ciudadano.
Cuando el borrado se realiza con una finalidad económica, se puede entender que la escasez de soporte material es causa eficiente para materializar una nueva escritura, y otra y otra. Cosa distinta es el borrado con intención política o moral. En esa circunstancia, el borrado presenta una connotación aviesa en tanto se quiere reescribir la historia a conveniencia del régimen en el poder, despreciando la objetividad científica y manipulando, a gusto, la conciencia de los protagonistas.
A este intríngulis lo denominó Orwell "doblepensar". Si Zapatero asegura que la crisis (una vez que ha reconocido su existencia) finalizó en abril, su partido y su gabinete ministerial deberán adquirir la habilidad mental (autoengaño) necesaria para convencerse a sí mismos de que en abril terminó. Y para ello, Orwell recurre a la creación de ministerios singulares: el de la Verdad (que se encarga de manipular la mente de los ciudadanos), el de la Abundancia (para gestionar los escasos recursos), el de la Paz (para movilizar tropas) y el del Amor (que coacciona, física y mentalmente a la población).
Así, el doblepensar es un estado mental por el cual se crea un lenguaje artificial a fin de que el partido modele a discreción la mentalidad de los súbditos. En este sentido, el Estado es el Gran Hermano (Dios o Leviatán) que todo sabe y todo controla. Y si alguien muestra desvaríos que recuerden tiempos pretéritos borrados, esa persona sufrirá la "vaporización", se convertirá en "no persona" a la que nadie recordará.
¿Les suena? Les invito a que establezcan paralelismos actuales. Les transmito mi propia impresión, a vuela pluma: todos los ministerios los dirige el Gran Hermano Zapatero, y al frente de cada uno sitúa a Blanco (Verdad), Salgado (Abundancia), Chacón (Paz) y Rubalcaba (Amor). Falta uno. El ministerio de relaciones con la nación catalana. El Etatut la ha venido liando. Se va a liar más. Más aún. Mucho más. Zapatero se supera en la maldad y le importa un bledo el patriotismo.
Un saludo.
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