ECONOMÍA ENTIBABLE POR LEY
Éramos pocos y parió la abuela. No tienen pajolera idea de cómo superar la crisis y se meten en un "fregao" descomunal. Es el sino de los propagandistas. Distraen la atención corriendo y descorriendo cortinas. Aquí las abren mostrando un paraíso tan falso como un Carod de feria. Allá las cierran para que nadie vea la suciedad acumulada. No hay trabajo en España. En vez de pensar fórmulas magistrales de creación de empleo, idean trucos para engañar a los que esperan ese ansiado puesto.
Ahora se han sacado un nuevo as de la manga de tahúr. Se trata del proyecto de ley de la economía sostenible. Pan candeal en hogazas. Dinero para la patronal y para los copresidentes Méndez y Toxo. Agentes sociales de orden. Vuelve a fluir -subvenciones contantes y sonantes median- el diálogo social. Los fulleros quieren cambiar el modelo productivo. En vez de bienes de equipo, fabricarán bienes individuales. En lugar de grandes concentraciones empresariales, retorno al taller artesanal. Si ni siquiera definen el modelo productivo actual.
Cambio climático y pacto por la educación. Mientras, en Copenhague se ultima un protocolo de contención de emisiones atmosféricas. Las grandes potencias económicas seguirán contaminando el aire con la cuota de los países pobres. Da igual que da lo mismo. El acta se ha redactado antes de la inauguración de la cumbre. Falta la firma de los comparsas. En cuanto al Pacto por la educación, se reducirá a entregar unos cuantos ordenadores portátiles. Se dirá, entonces, que ha comenzado la última generación de la modernidad.
La pena es que ni ellos mismos se creen su engaño. El dolor es que los medios adictos al pesebre venderán el milagroso líquido anticalvicie con el entusiasmo del tramposo. La desgracia es que muchos serán víctimas de las trompetas de la victoria. País.
Las galerías de la mina de oro a punto de desplomarse sobre los sufridos trabajadores y los dueños del yacimiento se niegan a entibar las paredes ruinosas. Ante el riesgo de muerte por asfixia y/o aplastamiento, los señores del Gobierno y sus mercenarios sociales hablan del sexo de la angélica economía sostenible. Que no, Zapatero, que la economía española no es sostenible. Que no. Que es una economía entibable. Apuntalable, señor presidente. Refuerce primero el muro. Ya habrá tiempo de subirlo. Como versificaba León Felipe: "sistema, poeta, sistema; empieza por contar las piedras, luego contarás las estrellas". Claro que Zapatero es lo que es y no de más carnes. La crisis nos va a durar la intemerata.
Un saludo.
Ahora se han sacado un nuevo as de la manga de tahúr. Se trata del proyecto de ley de la economía sostenible. Pan candeal en hogazas. Dinero para la patronal y para los copresidentes Méndez y Toxo. Agentes sociales de orden. Vuelve a fluir -subvenciones contantes y sonantes median- el diálogo social. Los fulleros quieren cambiar el modelo productivo. En vez de bienes de equipo, fabricarán bienes individuales. En lugar de grandes concentraciones empresariales, retorno al taller artesanal. Si ni siquiera definen el modelo productivo actual.
Cambio climático y pacto por la educación. Mientras, en Copenhague se ultima un protocolo de contención de emisiones atmosféricas. Las grandes potencias económicas seguirán contaminando el aire con la cuota de los países pobres. Da igual que da lo mismo. El acta se ha redactado antes de la inauguración de la cumbre. Falta la firma de los comparsas. En cuanto al Pacto por la educación, se reducirá a entregar unos cuantos ordenadores portátiles. Se dirá, entonces, que ha comenzado la última generación de la modernidad.
La pena es que ni ellos mismos se creen su engaño. El dolor es que los medios adictos al pesebre venderán el milagroso líquido anticalvicie con el entusiasmo del tramposo. La desgracia es que muchos serán víctimas de las trompetas de la victoria. País.
Las galerías de la mina de oro a punto de desplomarse sobre los sufridos trabajadores y los dueños del yacimiento se niegan a entibar las paredes ruinosas. Ante el riesgo de muerte por asfixia y/o aplastamiento, los señores del Gobierno y sus mercenarios sociales hablan del sexo de la angélica economía sostenible. Que no, Zapatero, que la economía española no es sostenible. Que no. Que es una economía entibable. Apuntalable, señor presidente. Refuerce primero el muro. Ya habrá tiempo de subirlo. Como versificaba León Felipe: "sistema, poeta, sistema; empieza por contar las piedras, luego contarás las estrellas". Claro que Zapatero es lo que es y no de más carnes. La crisis nos va a durar la intemerata.
Un saludo.
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