MARISCADAS

 El Mundo Huelva Noticias daba la noticia: un empresario valverdeño ha denunciado a unos ediles psoecialistas de esa localidad onubense por haber presionado a su socio para emitir una factura falsa. Al parecer, exigieron modificar el concepto: en lugar de mariscos, trabajos de escayola. En caso contrario, ni un euro de los 1.682 euros que se le adeudaban. Mariscada. Copiosa mariscada, pardiez. Langostinos, gambas, cigalas. Por casi 300.000 pesetas ya será copiosa. Y exquisita. Y gratis total.

 Un traje. Dos trajes. Tres trajes. La vida es un traje. La corrupción vale por una mariscada. O por unos cuantos trajes. A medida. Los trajes. La mariscada. El trabajo de escayola.

 A esto que el sr. Conde Pumpido nos habla de la necesidad social de "erradicar las conductas corruptas, vengan de donde vengan...". ¿Va a actuar la Fiscalía, de oficio, en el caso de la mariscada psoecialista de Valverde del Camino? ¿Se va a manchar la toga con el polvo del camino?

 La ONG Transparencia Internacional informó en 2006 que “el ámbito donde la corrupción es más elevada es el del nivel local de Gobierno”. El teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valverde es el señor Rodríguez Donaire, conocido tránsfuga. De Izquierda Unida al PSOE. El salto pasa necesariamente por machacar al enemigo común, el PP. "El PP está en contra de una gran mancomunidad para el agua porque ellos quieren privatizar ese servicio, que da mucho dinero", declaraba, no ha mucho, el segundo de Cejudo en la alcaldía andevaleña. Mucho dinero. ¿Quién paga la mariscada? Los que pagamos nuestras copas y nuestras fiestas. Con nuestro dinero. Con nuestros impuestos. Con nuestro sudor. Con nuestra complacencia. Con nuestra pasividad. Con nuestro conformismo.

 La impunidad. La ausencia de castigo a los corruptos está en la base del problema. La corrupción no se aplica sólo a las dictaduras. Queda probado. La corrupción salpica por igual a la democracia. La Fiscalía puede inhibirse pero, en un sistema democrático, la ciudadanía tiene la voz y la palabra, el voto y la decisión. La ley contempla sanciones para los corruptos. El castigo de los delitos difuminará el aura de impunidad del que se rodean muchos políticos. Es la forma, una de ellas, de fortalecer a las instituciones y al sistema. La mariscada nos teletransporta a una realidad de la que sólo conocemos la punta del iceberg. El volumen que las aguas nos esconde, es descomunal.

 O acabamos con la corrupción o la corrupción nos abrazará a todos con su beso tentador. Se disfraza de mil formas y en nuestra alma puede anidar el germen que los sentidos le han contagiado.

"Un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo". (Sófocles).

 Un saludo.