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Francisco Velasco. Abogado e historiador

LA GUERRA DE LLAMAZARES


 El señor Llamazares, el diputado de Izquierda Unida, va a pasar a la historia como la mayor calamidad dirigente de este partido, junto al inefable Carod. Dos personajes y un destino: el abismo. Uno y otro son verdugos de los ideales de una izquierda necesitada de valores y sobrada de arrogancia.

 Uno pudo celebrar la coherencia del ex coordinador de IU en la guerra de Irak en la que España, por mucho que se quiera difamar, no estuvo presente aunque apoyase a Estados Unidos y Gran Bretaña. Ahora, lo que se viene a cuestionar es la causa del ominoso silencio del "rojo" desteñido en la guerra que España mantiene en territorio afgano. Que en la tierra de los talibanes, nuestros soldados no juegan al simulacro. Es su vida la que empeñan. Su presencia se vende como causa de paz pero se compra a precio de guerra muy cara.

 La ministra de Defensa, doña Carmen, al dictado del ministro de Deportes, don Zapatero, va a solicitar nuevos contingentes de tropas españolas para satisfacer a los Estados Unidos. A los Estados Unidos de Obama que, como todos ustedes saben, no son los Estados Unidos de Busch. No se pueden comparar. Los primeros son estados de oro de ley. Los segundos son estados imperialistas. Por favor.

 Llamazares calla. Es posible que se queje un poco para simular su vasallaje. No demasiado el lamento, que acaso su destino se halle, en cercanas elecciones, en el Partido. Igual que Carrillo. El horizonte laboral se presta a pocos desplantes. El money es la divisa de los rojillos de boquilla. 

 Mientras tanto, don Caio ¿Cayo? Lara, pide cuentas al Rey sobre su antirrepublicanismo. De verdad, que o viene un Anguita o la verdadera izquierda se va al traste en un plis plas. Como ha hecho doña Rosa Aguilar. Transfuguismo, que viene de huida. Transfuguismo. De personas, bueno. Se retratan solas. Transfuguismo de ideales no existe. Rosa Aguilar ha practicado el transfuguismo de altura; el de ideales sigue yermo. Don Llamazares nos pone en jaque. El mate se lo daremos en el momento procesal oportuno. Hoy apoya la guerra afgana. Mañana, lo mismo nos sorprende. Allons enfants de la Patrie...

 Un saludo.

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