CÍNICOS. ¿CÍNICOS? IMPÚDICOS.
Rubalcaba, Ministro del Interior con ZP, también ostentó funciones ministeriales con Felipe González, la acaso “X” de las GAL. D. Alfredo, “illo tempore”, declaraba, como su jefe, que él nada sabía sobre esta organización terrorista nacida de las cloacas del Estado. El Estado de derecho, sin derecho. No hay derecho a tener un Estado de derecho que se salta el derecho. ¿Entienden el juego de palabras? Se necesita ser hipócrita, cínico, impúdico, exento de vergüenza política, para negar lo evidente y para tachar al diario “El Mundo” de inventarse infamias. “Ni hay pruebas ni las habrá”, manifestó un encolerizado Felipe. Fíjense que no dijo que la información de El Mundo era falsa. Tan sólo que no había pruebas. Es decir, no negó la premisa mayor. Su coartada descansó en la falta de pruebas.
Rubalcaba, ministro del Interior de ZP, acusa ahora a Mª Dolores de Cospedal de falsedad en sus declaraciones sobre las escuchas y de la infamia, gravísima, que ello comporta. A continuación, introduce una de sus perlas más recurrentes y concurrentes pero menos discurrentes. Perdón por el juego de palabras. Que aporte pruebas. “Voilà”. La perla, la prueba. La perla, la denuncia en el juzgado. Pero don Alfredo, si nuestro país, España, ha elaborado una Constitución –la mejor en/de nuestra historia- tan garantista que presuntos asesinos están en la calle precisamente porque ha sido imposible encontrar esas pruebas. Si Usted, don Alfredo, es el responsable máximo de la policía. Vd. no niega la existencia de las escuchas. Vd., como Felipe González, soslaya la esencia y subraya el accidente. Como siempre. Como de costumbre. Una vez más. De nuevo.
En cualquier caso, señor Rubalcaba, si considera que la señora Cospedal es autora de una gravísima infamia, interponga una querella criminal contra ella. Está Vd. obligado a plantearla por encima de sus intereses y gustos personales. Si Cospedal ha infamado a las instituciones, denúnciela en los juzgados. Y aporte pruebas. Apórtelas. Si no, se entenderá, entre otras cosas, que acusa al PP de lo que usted hace. Si no, que tiene miedo a que la verdad resplandezca. Si no, que el Estado de derecho le importa un rábano. Si no, calle, por favor, calle, que nos da empacho tanta ración de cinismo y de impudor. Señor Rubalcaba. Señor.
Un saludo.
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