PUESTOS E IMPUESTOS
Nos va a freír a impuestos. El Gobierno de ZP. Los brotes verdes de la miseria los va a regar con nuestro bíblico sudor. Quiere alentar el consumo y nos sube los impuestos. Pura lógica de demagogos. Los directos, no. Los impuestos que afectan a los más ricos, no. Los indirectos, los que pagamos pobres y ricos en la misma medida aunque en cantidad y calidad distinta. Por ejemplo, si el presidente del Consorcio del fuego de la Diputación de Huelva, que cobra muchísimo más que uno cualquiera de los bomberos, compra un paquete de cigarrillos, pagará el mismo impuesto que el último de los bomberos. Es el puesto, amigo. Vosotros, los que no tenéis el puesto, pagáis el impuesto. Igual que en el Antiguo Régimen. El que no pueda, ya sabe, ajo y agua.
Puestos en su sitio los bomberos. Impuesta en su trono la presidenta de los bomberos. Malviviendo los trabajadores. Viviendo de lujo la mandamás. Cobijados del calor bajo la humilde lona de unos endebles tenderetes, los bomberos. Instalada en su lujoso despacho de aire acondicionado provisto, Petronila. Apenas unos metros separan las lonas de los mármoles, el abanico de papel de la refrigeradora automática. Son los metros de las distancias sociales y morales kilométricas. Son los centímetros inmensos que separan la soberanía democrática de los trabajadores de la tiranía impuesta de la reina onubense. Son los milímetros que alejan la verdad de la mentira.
De mentira. Las palabras de Salgado, ministra de Economía del PSOE en el Gobierno, conforman un reguero de mentiras. Desde los brotes verdes al fondo de la crisis. La velocidad de vértigo del paro disminuirá, pero el desempleo seguirá aumentando. A los parados fumadores y/o bebedores, más impuestos. A los ricos, que no les toquen el IRPF, no sea que proteste Leire, con lo que cobra la mujer todos los meses. O Bibiana. La igualdad de los puestos, la desigualdad de los impuestos. Pronto llegaremos a los cinco millones de parados puestos en la picota del desempleo e impuestos en la miseria por la incuria de un Gobierno desalmado. "No entra en la previsiones esa cifra", dice la señora Salgado. Con toda la cara. Tampoco entraba la crisis: era desaceleración. Tampoco. Tan poco sentido de Estado tiene el Gobierno. Tan poco y tampoco. Puesto e impuesto.
Los bomberos de Huelva y los parados de España, impuestos, fastidiados y quemados. Las jerarcas del PSOE, puestas, colocadas y quemantes. El otoño se avecina caliente. Más que este estío que nos sofoca desde antes del comienzo del solsticio. Stonehenge no es sólo un rito ni una edificación ni un mito. Stonehenge es el puesto del pueblo harto de impuestos. El solsticio es el rayo de luz que quiere inmiscuirse en el templo del pueblo para que éste deifique al sol, al faraón, a la emperaora. El PSOE es el emperador republicano o la República que teje de día lo que desteje de noche. No sea que la plebe republicana termine imponiéndose a la realeza distinguida. El PSOE, puesto. El pueblo, impuesto. ¿Quién da más?
Un saludo.
Puestos en su sitio los bomberos. Impuesta en su trono la presidenta de los bomberos. Malviviendo los trabajadores. Viviendo de lujo la mandamás. Cobijados del calor bajo la humilde lona de unos endebles tenderetes, los bomberos. Instalada en su lujoso despacho de aire acondicionado provisto, Petronila. Apenas unos metros separan las lonas de los mármoles, el abanico de papel de la refrigeradora automática. Son los metros de las distancias sociales y morales kilométricas. Son los centímetros inmensos que separan la soberanía democrática de los trabajadores de la tiranía impuesta de la reina onubense. Son los milímetros que alejan la verdad de la mentira.
De mentira. Las palabras de Salgado, ministra de Economía del PSOE en el Gobierno, conforman un reguero de mentiras. Desde los brotes verdes al fondo de la crisis. La velocidad de vértigo del paro disminuirá, pero el desempleo seguirá aumentando. A los parados fumadores y/o bebedores, más impuestos. A los ricos, que no les toquen el IRPF, no sea que proteste Leire, con lo que cobra la mujer todos los meses. O Bibiana. La igualdad de los puestos, la desigualdad de los impuestos. Pronto llegaremos a los cinco millones de parados puestos en la picota del desempleo e impuestos en la miseria por la incuria de un Gobierno desalmado. "No entra en la previsiones esa cifra", dice la señora Salgado. Con toda la cara. Tampoco entraba la crisis: era desaceleración. Tampoco. Tan poco sentido de Estado tiene el Gobierno. Tan poco y tampoco. Puesto e impuesto.
Los bomberos de Huelva y los parados de España, impuestos, fastidiados y quemados. Las jerarcas del PSOE, puestas, colocadas y quemantes. El otoño se avecina caliente. Más que este estío que nos sofoca desde antes del comienzo del solsticio. Stonehenge no es sólo un rito ni una edificación ni un mito. Stonehenge es el puesto del pueblo harto de impuestos. El solsticio es el rayo de luz que quiere inmiscuirse en el templo del pueblo para que éste deifique al sol, al faraón, a la emperaora. El PSOE es el emperador republicano o la República que teje de día lo que desteje de noche. No sea que la plebe republicana termine imponiéndose a la realeza distinguida. El PSOE, puesto. El pueblo, impuesto. ¿Quién da más?
Un saludo.
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