DEL PARO A LA POBREZA
Las cifras del paro, más que preocupar, marean. Si incluimos en las listas del desempleo a los extranjeros y a los parados que reciben cursos de formación, la cantidad de cinco millones de personas inmersas en este proceso infame de destrucción de puestos de trabajo, ya estaría superada. Muchos hogares, miles de familias se hallan sin ingresos y han de vivir de la caridad. La caridad. ¡Cuánto los progres del PSOE y del PC criticaron, desde siempre, la caridad! ¡De qué forma clamaron por la justicia social! Justicia social, hoy, con los socialistas, muy poca. Caridad, hoy, a pesar de Zapatero y de Aído, mucha.
En Huelva, las necesidades en este sentido causan alarma. Prueba de ello, es el centro de transeúntes. La sede, ubicada en pleno casco histórico de la ciudad, en las cercanías de la Plaza de Abastos del Carmen, resulta ya insuficiente. Caritas y otras organizaciones asistenciales han solicitado al Ayuntamiento del PP un nuevo edificio que responda a las demandas actuales. Pedro Rodríguez, alcalde de la ciudad, ha dado el visto bueno al proyecto y a las obras que se ubicarán al norte de la villa, cerca del Seminario Diocesano. Como se ve, los pobres no pueden disfrutar de la nobleza geográfica e histórica de Huelva y, por mor de la coyuntura -larga travesía del desierto- que se padece, se desplazarán a un enclave igualmente digno. Petronila, al palacete de la Plaza de las Monjas. Los pobres de Huelva, a la periferia. Al menos, la Junta de Andalucía cofinanciará con el Ayuntamiento esta inversión que se cuantifica en casi un millón de euros. Un millón de euros. Cinco veces más barato que el alquiler anual del Hotel París promovido por la presidenta socialista de la Diputación. Toma justicia social. Toma igualdad de oportunidades. Toma, toma, toma.
La segregación social equivale a marginación. No se segrega a las personas ni se las margina, ojo, por reubicar el Centro de transeúntes. A las personas se las segrega porque se las separa efectivamente, se las aisla, de otras por razones de trato social y esa situación comporta repercusiones culturales, educacionales, económicas, ... Es el molokai de los pobres. Es el gueto de la nueva civilización que, desde los avernos de la carencia, ha edificado el zigurat, el babel de los hiper millonarios. Éstos se autoexcluyen en su paraíso terrenal. Aquéllos son excluidos en su terrenal sobrevivir, pues no pueden gozar de los derechos sociales sin la ayuda ajena, han perdido su derecho a la imagen porque ésta se ha desvalorizado tanto a sus propios ojos que su persona se halla estigmatizada. Estos pobres no es que sufran una privación económica, es que ni siquiera participan en la sociedad.
El Plan de Inclusión Social que ha diseñado Pilar Miranda, concejal del Ayuntamiento de Huelva, detecta diversos factores de riesgo en la población onubense: desde las adicciones a la falta de autoestima pasando por los malos tratos, los gravísimos conflictos familiares o la infravivienda.
¿Y el Gobierno de la nación, qué hace? El Gobierno, ¿qué gobierno?
Un saludo.
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