LEY DEL EMBUDO
¿Cómo se califica a la persona que en Guatemala dice una cosa y otra distinta cuando se encuentra en Guatepeor? Pregunta el articulista. -Cínico, hipócrita, mentiroso, desvergonzado, incoherente,..., me responden en el contexto de una larga ristra de calificativos nada gratos. ¿Cómo se llama a quienes por delante te sonríen y por detrás te despellejan? -Infames, desleales, traicioneros,... y así un extenso catálogo de epítetos que rechinarían los oídos (que no las conciencias pues de éstas carecen) de esta jauría, con perdón. ¿A qué vienen estas preguntas, articulista, acaso estás examinando nuestra riqueza léxica? En absoluto. Se trata de un simple ejercicio de técnica lingüística aplicada a la dura realidad de nuestra clase política. Los pobres. Ya no sé si se distinguen por lo del cinismo o por lo de la infamia. Continúen leyendo y hallarán la conexión.
José Antonio Alonso, que otrora ejerció como magistrado-juez y que fue ascendido por el deócrata Zapatero a los cielos ministeriales, realiza en la actualidad funciones de portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados. Este vocero, que fue juez y ahora ha colgado la toga y las puñetas, está muy disgustado por el nuevo romance político que en la Cámara Baja han iniciado el Partido Popular y el Partido Nacionalista Vasco. "El PP ha decidido entregarse al PNV", ha dicho el señor Alonso. Esa entrega de un partido nacional de derechas a un partido nacionalista de derechas, le parece al amigo de Zapatero un disparate. ¿Cómo es posible esta incoherencia?, se lamenta Alonso, aquejado de una influenza cornamental debido al flirt de ambas formaciones. -Con lo que bien que el PSOE se entendía con los seguidistas de D. Sabino Arana, se queja amargamente mesándose los cabellos que ya empiezan a ralear. -"Los ciudadanos les castigarán en las urnas por su incoherencia", sentencia a modo de consuelo y venganza. Pesa, y mucho, al señor Alonso la soledad parlamentaria. Con lo acompañadito que estaba antes el PSOE, rodeado de independentistas de índole plural, y con lo feliz que se mostraba cada vez que los artistas del canon digital exigían al Gobierno que aplicara un cordón sanitario al PP. -Y ahora resulta, se desespera don José Antonio Alonso, que el partido de Urkullu y de Ibarreche, el de Arzalluz y Eguíbar, se hace amiguito del de Rajoy y Esperanza.
Y para más berrinche, el socio catalán independentista (que antes formaba parte de la banda terrorista Terra Lliure) también se aleja del redil paterno-maternal del socialismo zapateril. Joan Ridao, secretario general de Ezquerra Republicana de Cataluña, ha efectuado unas declaraciones públicas en las que se muestra a favor de "arrodillar" a Zapatero porque el Presidente del Gobierno sólo ha dado a Cataluña el ciento y la madre, cuando ellos, los independentistas, piden, además del ciento y la madre, toda la prole nacida y por nacer. -Yo te daré hasta mi alma, dice el poeta elegíaco del PSOE, pero no me retires tu cariño, no te enrolles con la derechona, como ha hecho el PNV. -Bueno, pero con una condición, que cumplas con Cataluña, pues si lo haces, ya te ayudaremos a levantarte.
Mientras tanto, Zapatero impelía a Patxi López a consumar su boda de conveniencias con Basagoiti. -¡Ah!, no conocía semejante tendencia en estos políticos, me advierte un amable lector. -Nada de eso, me apresuro a aclararle. Me refiero al matrimonio -alegórico- entre el PP y el PNV. -Entonces, por qué el PSOE reprueba la conducta del PNV en Madrid y él hace lo mismo en el País Vasco. -Lo que les refería al principio acerca de las infamias y de las mentiras. En este punto, el doble juego, la ley del embudo, resulta tan descarado, que hasta Izquierda Unida se ha dado cuenta de tan burda y grosera engañifa. El mismísimo Javier Madrazo, líder de Ezker Batua Berdeak, (la franquicia vasca de Llamazares y compañía) les reprocha esa unión civil ya que muchos socialistas se sienten decepcionados por la alianza del PSOE con el PP, el "heredero del franquismo".
Terminaré por donde comencé: ¿cómo se califica a la persona...? Un servidor lo tiene muy claro. Espero que ustedes también. Después de mi breve descanso, retomo el contacto.
Un saludo.
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